Caras de preocupación, pena e incertidumbre muestran los vecinos del cerro Barón al ser consultados sobre el actual estado y el incierto futuro de la emblemática Iglesia San Francisco.
La mayoría de ellos ha vivido toda su vida en el sector comprendido entre las calles Blanco Viel y Castro, y ven con pesar como el templo sufre a diario los embates del abandono y el eventual deterioro de su infraestructura tras el destructivo incendio que sufrió en agosto de 2013, cuando faltaba poco para finalizar las obras de su restauración.
"Esto es un chiste porque cada vez que invierten platas para reparar la iglesia se desvanecen a través de las entidades a cargo. Además la cosa da para pensar mal, porque el templo puede quemarse una vez, pero ya dos veces uno se cuestiona qué pasa realmente. Y la última vez se quemó justo antes de entregarla", opina el vecino Rubén Galleguillos.
Y agrega que "al ver así la iglesia me da pena porque es un lugar lleno de historia para nuestro barrio. A través del abandono de la estructura también se refleja el abandono de la fe. No es lo mismo ir a una misa en el templo que donde la hacen ahora. Tampoco uno tiene claridad de quién es la entidad responsable de la iglesia, si son los Padres Franciscanos, el municipio o el Gobierno, nadie da la cara".
Mismo sentimiento que comparte la señora Milena Pérez, quien tiene su negocio de abarrotes a menos de una cuadra de la Iglesia San Francisco. "A mí me da pena porque ya deberían haber hecho algo, invierten en otras cosas que no tienen sentido y la iglesia la tienen abandonada. No toman en cuenta que es un patrimonio y que además hay riesgo de derrumbe en un sector donde viven muchas personas de la tercera edad, que ha vivido toda su vida aquí. Otro punto es que se fueron los curitas franciscanos, entonces ya no hay misas como antes".
Los vecinos apelan al total hermetismo que han recibido de parte de las autoridades y entidades a cargo de la situación actual de la iglesia. "Me imagino que no habrán recursos para volver a levantar el templo, por eso está completamente abandonado. Sólo hablan de procesos para definir a los responsables del incendio, mientras pasa el tiempo y la iglesia se deteriora más. Mucha gente está preocupada por eso, y ahora que vienen las lluvias va a ser peor", afirma el quiosquero Sergio Garay.
la pucv se defiende
Por otro lado, el rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Claudio Elórtegui, salió al paso de las críticas vertidas por el consejero regional Manuel Millones respecto a la responsabilidad de dicha casa de estudios en el siniestro.
"Por las declaraciones del consejero Manuel Millones, se muestra que no maneja toda la información relevante porque en este equipo de trabajo que se ha formado -al cual hace alusión la información de la nota que publicó ayer El Mercurio de Valparaíso- hay un destacado académico de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la PUCV. Así que la universidad está participando en esto, y siempre ha manifestado toda su disposición para colaborar".
Y agrega: "En la argumentación que hace la PUCV en el juicio está claro que aquí los responsables son de la empresa contratista, que no tomó los resguardos mínimos cuando se estaba trabajando en una obra patrimonial, que ya había sufrido como tres incendios a lo largo del tiempo, incluso el del 2010", sentenció Elórtegui, rector de la PUCV.
"Al ver así la iglesia me da pena porque es un lugar lleno de historia para nuestro barrio"
"No toman en cuenta que es un patrimonio y que además hay riesgo de derrumbe "