Reconstrucción: seguir adelante
Mientras algunos critican la lentitud o la forma de abordar la reconstrucción, a un año del megaincendio que arrasó con varios cerros de Valparaíso, las autoridades hacen un balance positivo de lo realizado hasta la fecha. Es tal la magnitud de la tragedia del 12 de abril del año pasado, que se hace complejo sacar conclusiones, cuando aún queda mucho trabajo por hacer y una labor que realmente es de gran esfuerzo y largo aliento, porque no solo se debe brindar techo o soluciones a los miles de damnificados, sino también adoptar medidas relacionadas con mejoras urbanísticas e intervención a fondo en los cerros afectados, para que no se den nuevamente las condiciones que propiciaron el gran siniestro.
Al margen de matices y puntos de vista técnicos sobre la labor de reconstrucción, lo importante es que se ha observado una dedicación preferente para ir encontrando las soluciones y encaminarse a recobrar la normalidad y la calidad de vida de quienes han optado por radicarse en los mismos cerros afectados. Esto, pese a la evidente falta de una institucionalidad que permita agilizar ciertas medidas y la alta dependencia del poder central en la toma de decisiones que requieren más agilidad y menos burocracia.
Ciertamente, las personas son lo más importante, y el plan de reconstrucción, junto con la atención preferente, ha programado una serie de intervenciones para dar una mejor conectividad, no solo a esos cerros, sino a la totalidad de la parte alta de la ciudad, en la que muchos sectores también presentan falencias, como la ocupación de quebradas en forma irregular, la acumulación de basuras y desperdicios, la falta de vías adecuadas, y además el poco cuidado que se observa por parte de los mismos pobladores.
El análisis -entonces- que se hace a un año de esta tragedia, no solo debe estar centrado en porcentajes o cifras. El balance debe partir, sobre la pregunta ¿qué diferencia existe hoy respecto a lo que había hace 12 meses en los cerros afectados? La respuesta, honesta y de cara a la comunidad, permitirá por ejemplo saber si los damnificados están satisfechos con las soluciones entregados o si están felices viviendo lejos de su entorno, debido a que el subsidio habitacional se le dio en otra comuna.
La reconstrucción es un hito en Valparaíso, la región y el país. Esto obliga a que se haga de cara a la ciudadanía y se definan plazos claros, en sus distintas etapas, de manera que los afectados puedan conocer con claridad cómo se proyecta su futuro.