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Dientes sanos y con menos caries: aportes del flúor a la salud bucal

ALCANCE. La acción benéfica del fluor está científicamente comprobada y su incorporación a dentífricos y al agua potable se considera un aporte esencial en la higiene oral de niños y adultos.
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El 1 de septiembre de 1953 se dio curso a una experiencia inédita en Chile: la fluoración del agua potable. Ésta se ejecutó durante los siguientes once años, a modo de plan piloto, en las ciudades de Curicó y San Fernando. Al finalizar, las evaluaciones epidemiológicas hechas por el Ministerio de Salud, se demostró una reducción del 60% en la incidencia anual de caries que presentaban los niños de entre 3 y 12 años de edad en la primera urbe, en comparación con la registrada en la segunda, donde no se implementó la medida.

El impacto fue tal que las autoridades gubernamentales decidieron fluorar el agua potable en otras 73 localidades del país, llegando a beneficiar a más de 4 millones de chilenos. Sin embargo, por problemas de financiamiento, en 1977 la iniciativa se suspendió.

Debió transcurrir un lustro para que dicha experiencia fuera repuesta en calidad de programa oficial de alcance nacional, y su implementación comenzó en Valparaíso. Con posterioridad se extendió al resto del territorio y hasta hoy sigue vigente en todas las regiones.

Dicho programa ha contribuido de manera significativa a que Chile exhiba, en la actualidad, índices mucho más auspiciosos de prevalencia y severidad de caries dentales. De hecho, en 1984 solo el 12 por ciento de los niños menores de seis años de nuestro país estaba libre de ellas, mientras que para 1989 la cifra había aumentado al 27 por ciento, mientras que recientes mediciones la sitúan en torno al 30 por ciento. Un comportamiento similar registran los indicadores de niños de entre 8 y 12 años.

Por todo lo anterior, en opinión del cirujano dentista Sergio Gómez Soler, quien es especialista en odontología preventiva y cariología, además de profesor e investigador de la Facultad de Odontología de la Universidad de Valparaíso, los resultados del programa nacional de fluoración del agua potable, tras 30 años de aplicación, permiten afirmar que éste ha sido una conveniente y eficiente estrategia de salud pública para prevenir la aparición de las caries.

"Nuestro país fue pionero en este ámbito en América Latina. A la fecha, más del 82% de la población chilena está cubierta por la fluoración de sus abastos de agua potable, lo que sin duda representa un gran avance", precisa el académico de la UV, quien es editor y coautor del libro "Fluorterapia en Odontología: fundamentos y aplicaciones clínicas", uno de los textos más completos que existen en nuestro país sobre el tema.

Aportes

El flúor es uno de los halógenos más comunes que existen en nuestro planeta. En su estado natural es un gas de color amarillo pálido, muy tóxico y reactivo. Sin embargo, en dosis ínfimas se ha comprobado que es esencial, por ejemplo, para mantener la solidez de los huesos.

Está presente en pequeñas cantidades en el aire, algunos afluentes acuíferos, plantas y animales. Como resultado de ello, los seres humanos estamos constantemente expuestos al flúor. Al punto que, en cantidades relativamente pequeñas, se encuentra en productos que consumimos habitualmente, como pescados, mariscos y té.

"El flúor protege el esmalte dental porque evita que éste se desmineralice, a su vez favorece su remineralización cuando está dañado e interfiere en el metabolismo y el desarrollo bacteriano, con el consiguiente beneficio para la salud oral", asegura el doctor Sergio Gómez.

Pese a todo ello, la acción benéfica de este elemento químico se conoció recién en 1890, cuando en Alemania se empezó a recomendar la ingesta moderada de tabletas de calcio fluorado a las personas con deficiencias en el esmalte dental. Luego, a comienzos del siglo XX, se añadió poco a poco a las pastas para dientes y un par de décadas después -en Europa y Norteamérica- se procedió a incorporarlo, de manera sistemática y controlada, a los sistemas de abastecimiento de agua potable de algunas grandes ciudades, lo que en definitiva contribuyó a mejorar los índices generales de prevalencia de caries a nivel mundial.

¿En agua o pasta?

Hasta hace algunos años los especialistas creían que los mayores efectos del flúor se producían por absorción y acumulación. Es decir, de manera sistémica y gracias a la ingesta de agua o alimentos que lo tuvieran. Sin embargo, en el último tiempo han descubierto que sus beneficios son más evidentes por acción tópica o contacto superficial directo con los dientes.

Al respecto, el odontopediatra y también profesor de la Facultad de Odontología de la Universidad de Valparaíso, Juan Eduardo Onetto, asegura que el agua potable fluorada ha sido de gran contribución, porque se trata de una opción más equitativa, pues llega de manera masiva a todo tipo de personas, incluidas las que no tiene buenos hábitos de higiene bucal. Pero, al mismo tiempo, admite que el método más efectivo siempre será el cepillado correcto de los dientes, el que -a su juicio- será eficiente "solo si se hace bien", y ojalá usando pastas que contengan flúor en proporción de mil partes por millón, según concluye la mayoría de los estudios de eficiencia clínica.

Durante la década de 1930, años después de que Estados Unidos se comenzara a fluorar el agua potable, investigadores de ese país descubrieron casos de hipoplasia o hipomaduración del esmalte, fenómeno que era visible debido a la aparición de manchas de color pardusco en los dientes de algunas personas. Tras algunos estudios constataron que dicha anomalía era causada por la ingesta excesiva de flúor. Hoy, para prevenir la aparición de fluorosis, en Europa, Estados Unidos y otros países, está prohibida la comercialización de dentífricos con más de 1500 ppm de flúor. De hecho, los especialistas recomiendan el uso de dentífricos fluorados solo a partir de los seis años de edad.

Beneficios y riesgos Ministerio

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El uso del flúor en la salud oral ha despertado debates. El sitio GreenFacts: Hechos sobre la Salud y el Medioambiente entrega información y documentos relacionados con investigaciones realizadas por universidades y centros de investigación de todo el mundo.

La salud bucal es una de las prioridades sanitarias del país por la prevalencia y severidad de las enfermedades y la mayor percepción de la población frente a estas patologías. El Ministerio de Salud de Chile da acceso a documentos e informes de interés público.