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Los secretos tras la película "El bosque de Karadima" en el día de su estreno

cine. Matías Lira, director de la cinta, se refirió sobre la decisión de abordar la polémica historia de los abusos cometidos por el sacerdote y aclara que el filme no es contra la Iglesia.
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A horas de estrenarse la película chilena "El bosque de Karadima" en todos los cines del país (cuya avant premier para el Club de Lectores de El Mercurio de Valparaíso será en el Cinemark Marina Arauco de Viña del Mar, hoy a las 21:30 horas), su director, Matías Lira, ahonda sobre el proceso creativo, el equipo de trabajo que permitió la realización del filme y las expectativas que tiene sobre la respuesta del público ante su visión de la historia inspirada y basada en el mayor escándalo que la Iglesia Católica chilena ha enfrentado en los últimos años: los abusos del sacerdote Fernando Karadima cuando ofició como párroco y líder de la parroquia El Bosque.

Cansado tras un largo proceso de realización que se extendió por tres años, el director Matías Lira hace un tiempo en su nutrida agenda en los días previos al estreno, y cuenta cómo siendo una persona creyente y apegada a la Iglesia Católica tuvo la inquietud de rescatar esta polémica historia para el segundo largometraje de su carrera, después de "Drama" (2010).

"Quiero dejar en claro que esta película no es contra la Iglesia, tampoco entendí eso al principio, porque yo soy una persona católica y me dolía un poco hacer esto, y trataba de darle una explicación contra quién era. Al final me di cuenta que esto va contra el arzobispado local, ese grupo pequeño que tiene el control sobre casi toda la Iglesia. Por ejemplo, yo traté de conseguir iglesias en Valparaíso y me dijeron que no desde las grandes esferas".

Y agrega: "Yo estudié en el Saint George con el padre Gerardo Whelan, que inspiró a la película 'Machuca'. Él encontró en mí una vocación audiovisual y me inculcó que en toda profesión uno debe aportar socialmente de alguna manera. Por eso me dolía tanto hacer una película contra cierta parte de la Iglesia, en el fondo era como contaminarlos a todos, pero después uno se da cuenta que es un hecho específico".

La mente tras "El bosque de Karadima" dice que espera que la película genere conciencia social más que una polémica. "Es importante que la sociedad aprenda a descubrir a los abusadores y a los cómplices. Creo que con la película se refuerza la idea de que todos somos responsables de lo que nos afecta como sociedad y todos podemos aportar para estas cosas no se vuelvan a repetir".

proceso creativo

El director reconoce que, al igual que todos los chilenos, se enteró del caso Karadima a través de los medios de comunicación, y que por su cercanía a la Iglesia había escuchado hablar sobre la parroquia de El Bosque. "Quedé en shock al ver el relato de las víctimas", subraya, "pero la decisión de hacer esta película surgió cuando llegaron a mi mano los expedientes, porque me di cuenta que habían muchas más víctimas, muchos más abusadores, y lo peor de todo, muchos más cómplices".

Junto a las cineastas Elisa Eliash ("Aquí estoy, aquí no") y Alicia Scherson ("El Futuro") y el periodista y guionista Álvaro Díaz, escribieron un guión en el cual Thomas, el protagonista de la historia, interpretado por el actor Benjamín Vicuña, encarna por sí solo todas las denuncias recabadas en el proceso de investigación.

"En la primera etapa la gente va a poder descubrir cómo opera un abusador, que todos imaginan a un ser duro, pero que acá tiene una personalidad completamente seductora y eso hace que todos caigan ante sus encantos. Después la película aborda todo lo que es la secta que se crea en torno a la parroquia de El Bosque y, finalmente, con la manipulación de parte de la Iglesia", afirma Lira.

equipo de trabajo

El director de asegura que el trabajo con los actores fue "maravilloso".

"Estoy muy agradecido de Luis Gnecco, Benjamín Vicuña, Ingrid Isensee, Pedro Campos, Marcial Tagle, Pancho Melo, Gloria Münchmeyer, Aline Kuppenheim, Jorge Becker, entre tantos otros. Por una parte, Luis Gnecco (Karadima) hace un personaje que lleva un arco que va desde la persona más maravillosa, que además yo necesitaba para poder atrapar a estos jóvenes, hasta al perverso máximo. Mientras que Benjamín Vicuña (Thomas) es el personaje que lleva el relato principal y con el cual logra sensibilizar al sacerdote que lo termina ayudando. Y así esta película se arma a través del trabajo de grandes actores".

EL PROTAGONISTA

El actor Luis Gnecco es quien tuvo el desafío de interpretar un rol tan complejo como el de Fernando Karadima. En este sentido, reconoce que tuvo que estudiar bastante tanto el caso como al personaje para encarnarlo de la mejor manera.

"Este es un rol desafiante, sobre todo porque te estás metiendo en le piel de una persona que desata la polémica en la Iglesia. Es un papel bien especial, único, y yo creo que puede generar un eco tomando en cuenta que es una persona que genera opiniones divididas, ya que alguna gente creía que era muy santa y otra, muy mala. Es un personaje muy interesante con el cual hay que construir la psicología de una persona perversa", señaló.

"Creo que con la película se refuerza la idea de que todos somos responsables de lo que nos afecta como sociedad"