La tarde del 12 abril del año 2014, la ciudad de Valparaíso vivió una de las peores tragedias de su historia: un megaincendio que afectó a ocho cerros porteños y dejó 3.289 familias sin hogar.
Tras la catástrofe, la primera iniciativa impulsada por el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet fue designar una delegación presidencial, encabezada por el abogado de la Universidad de Valparaíso, Andrés Silva, organismo que tuvo como principal misión, encargarse de la reconstrucción y la urbanización de los cerros siniestrados, con un presupuesto de 510 millones de dólares desde septiembre de 2014, para ejecutar implementaciones y proyectos.
Transcurrido más de un año desde que se inició el proceso de reconstrucción en Valparaíso, el diputado Joaquín Godoy (Amplitud) realizó un duro emplazamiento político sobre la figura de Silva, a quien instó a renunciar a su cargo, junto con proponer a la ministra de Vivienda, Paulina Saball, para que asuma la recuperación de la ciudad y su reconstrucción.
La solicitud, según el diputado, se debe al lento avance en la instalación de nuevas viviendas, además de las altas sumas de dinero que ha desembolsado el Gobierno por concepto de honorarios para la delegación presidencial, monto que el diputado precisó bordeaba los 420 millones de pesos a febrero de este año.
"La gente tiene una muy mala impresión de cómo se ha llevado a cabo la reconstrucción y, por lo tanto, es el momento de evaluar a quienes están a cargo", declaró Godoy.
CARA A CARA
El diputado enfatizó en que los sueldos desembolsados en la delegación presidencial no justifican el trabajo realizado en los cerros siniestrados.
"¿Se justifica haber gastado casi un millón de dólares en un equipo del delegado presidencial?, o ¿será mejor tener a cargo del proceso a la ministra de Vivienda? Yo creo que la pregunta se responde sola. A un año de la reconstrucción, se han reconstruido 20 casas en sitio propio. En un caso similar, como fue el incendio de Rodelillo, el Estado de Chile construyó en el mismo plazo 200 casas. ¿Por qué ocurre esto? En gran medida por la inoperancia de las personas a cargo del proceso de la reconstrucción", añadió el parlamentario.
Para finalizar, Godoy calificó el trabajo de Andrés Silva como "un tongo", además de expresar que el equipo para la reconstrucción "no ha realizado bien su pega".
"El delegado presidencial terminó su trabajo en un tongo y diciéndole a la ministra de Vivienda que hiciera su trabajo, es por esa razón que yo prefiero que no haya intermediarios, y que los chilenos no tengamos que gastarnos más de 500 millones de pesos en mantener la delegación, porque en definitiva no hacen la pega", expresó.
Ante estos severos cuestionamientos, Andrés Silva, delegado presidencial para la reconstrucción de Valparaíso, respondió que el diputado Joaquín Godoy no conoce la realidad de Valparaíso y tampoco su función parlamentaria, pues fue él mismo el que aprobó la Ley de Presupuestos que incluía la creación de las delegaciones presidenciales.
"El diputado Godoy demuestra una vez más un gran desconocimiento de lo que está pasando en Valparaíso, y ahora con esto, también de su propia función parlamentaria, pues la Ley de Presupuestos, que yo me imagino revisó antes de aprobar, estableció la creación de las delegaciones presidenciales, el plan de trabajo y el presupuesto anual de cada una de ellas y, por tanto, nosotros, a través del Ministerio del Interior, damos cuenta de nuestro actuar al Congreso y no a él", enfatizó Silva.
Refiriéndose sobre las palabras del diputado de Amplitud que lo instan a renunciar a su cargo, dejando en manos del Ministerio de Vivienda la reconstrucción de Valparaíso, Silva explico que la delegación presidencial no busca reemplazar a ningún servicio público y que su única función es lograr materializar el Plan de Inversiones para la ciudad.
"La ejecución del Plan de Reconstrucción recae en cada uno de los servicios que tienen las responsabilidades. Es por eso que malamente una figura de coordinación podría reemplazar las responsabilidades, atribuciones y mecanismos que tiene cada uno de los servicios públicos involucrados en la materia; por tanto, la delegación presidencial no tiene por objeto reemplazar a los servicios, sino que nuestra función tiene que ver con cómo logramos que este plan extraordinario pueda materializarse", aseveró el delegado.
OPINIONES CONTRARIAS
Ante este polémico escenario, quien salió a defender la función del delegado presidencial en Valparaíso fue el senador Ricardo Lagos Weber (PPD), quien expresó que si bien la reconstrucción ha sido un proceso complejo, Silva ha realizado una buena gestión, agilizando los recursos desde el nivel central.
"Más allá de personificar la crítica en el delegado de reconstrucción, acá lo importante es que se ha demostrado preocupación para abordar un proceso complejo y que siempre puede ser objeto de críticas dada la difícil situación. Sin embargo, el delegado ha realizado las funciones de agilizar los procesos y coordinar de la mejor manera entre el Gobierno y los vecinos, tarea que no ha sido nada de fácil, principalmente por la dimensión de la tragedia", declaró el senador Lagos Weber.
Quien también opinó sobre las facultades que tiene el rol del delegado presidencial, fue el diputado Roberto León (DC), presidente de la Comisión de Vivienda de la Cámara, quien criticó la lentitud de la delegación en materia de reconstrucción.
"Cuando el Gobierno tomó la decisión de poner al delegado, lo hizo con el objeto de producir una mayor cercanía en aquellas decisiones que se tienen que tomar desde el nivel central, decisiones que sobrepasan a la capacidad económica de la región y que debían facilitar las cosas, algo que no se ha dado completamente", declaró el parlamentario.
"Cuando el Gobierno tomó la decisión de poner al delegado, lo hizo con el objeto de producir una mayor cercanía con el nivel central, y eso no se ha dado del todo"