Las enfermedades bucales son altamente prevalentes y en la actualidad representan un importante problema de salud pública a nivel mundial, sobre todo entre las personas mayores, tanto por su impacto social como por el alto costo de sus tratamientos.

Las características de la salud sistémica de este grupo, sumado a las características propias de la atención dental, convierten a la mantención de la salud bucodental en una tarea compleja y desafiante, adquiriendo especial relevancia cuando se contrasta con las evidencias científicas que revelan que una salud bucal deficiente contribuye al deterioro de su estado de salud.

Incidencia

Algunas patologías bucodentales como la gingivitis y la periodontitis, que afectan a un elevado porcentaje de adultos chilenos de 65 o más años edad, inciden en el deterioro general del organismo, ya que muchas veces éstas son causa y efecto de males sistémicos como la diabetes mellitus o de una serie de infecciones hematológicas que pueden derivar en complejas manifestaciones clínicas.

Asimismo, se ha podido comprobar que en pacientes de edad avanzada se da un 53% más de prevalencia de lesiones de la mucosa oral, encontrándose una asociación directa entre su surgimiento y el uso de prótesis dentales en mal estado.

Como resultado de lo anterior y de deficientes hábitos de higiene oral, según estudios del Ministerio de Salud, en Chile solo 1% de los adultos mayores conserva la totalidad de sus dientes, lo que conlleva una serie de problemas colaterales, desde exposición a simples infecciones hasta estados severos de desnutrición.

Por todo lo anterior, la salud bucal ha sido declarada como una prioridad en nuestro país, ya que sus patologías afectan tanto la condición general de los pacientes como su calidad de vida. "Esto es especialmente relevante para las personas mayores, que exhiben un empeoramiento de ciertos indicadores. Por ejemplo, un mayor riesgo cariogénico, lesiones malignas y premalignas de boca, enfermedades que están asociadas a múltiples problemas psicosociales, nutricionales y de integración laboral, entre otros", asegura el cirujano dentista Miguel Muñoz Pérez, doctor en Clínica Integrada y Materiales Dentales de la Facultad de Odontología de la Universidad de Valparaíso.

Problema social

Existe variada y contundente evidencia en cuanto a que una mala salud bucal afecta la calidad de vida de las personas, principalmente a través de la manifestación de dolor, malestar, limitación social y funcional.

Según explica el especialista de la UV, quien además es director del Centro de Investigación en Ciencias Aplicadas en Odontología de dicho plantel académico, a nivel mundial y nacional se han desarrollado protocolos especiales de práctica clínica sobre cómo tratar a este tipo de pacientes, los que enfatizan en la importancia de las estrategias de concientización y responsabilidad en el mejoramiento, en acciones de prevención para disminuir las intervenciones y, algo fundamental, la evaluación en el tiempo de los pacientes que han recibido tratamiento, siendo éste uno de los principales pasos destinado a erradicar las patologías orales que los afectan. Un buen ejemplo, es la determinación del riesgo cariogénico, acción poco practicada en nuestro país e inexistente en los servicios de atención pública.

De hecho, el Estudio de Preferencias Sociales para la definición de GES señala que la salud dental es importante, porque afecta el funcionamiento social y limita a las personas en su desempeño público, transformando los problemas de salud bucal en una barrera para que la población acceda al trabajo, y en un factor de riesgo de permanecer de caer en la pobreza.

Por otro lado, la salud dental es uno de los ámbitos sanitarios en que las personas tienen mayores problemas de acceso, debido a su alto costo y oportunidad.

"Si a ello sumamos el hecho de que nuestros sistemas de salud hoy no pueden cubrir la demanda que implica atender un elevado número de personas afectadas por enfermedades bucodentales y que existe falta de seguimiento de los pacientes que han sido intervenidos, tenemos que la realidad bucosanitaria de nuestro país es más que preocupante. Por eso necesitamos mejorar nuestro enfoque", advierte el odontólogo Miguel Muñoz.