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"A mi modo de ver las políticas deportivas del Estado son un absoluto fracaso "

atletismo. Con una visión sumamente crítica y sin tapujos, el exdirigente estudiantil repasó el actual escenario que vive el atletismo regional y de paso reprochó duramente la visión deportiva que han tenido los últimos gobiernos.
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Desde que era pequeño, Giorgio Boccardo tuvo un particular interés por el atletismo y prueba de ello es que comenzó compitiendo en esta disciplina desde la categoría peneca. Incentivado por estímulos familiares, poco a poco este porteño fue compitiendo en distintos niveles en los 400 y 800 metros planos, para luego pasar a pruebas de fondo.

Si bien nunca llegó a destacar en la actividad, siempre estuvo muy vinculado al atletismo y nunca dejó de practicarlo competitivamente, e incluso hoy en día intenta participar -en la medida de lo posible- en pruebas de mayor aliento como las maratones.

La política es otra de las grandes pasiones de Giorgio Boccardo, un área en la que comenzó a participar en forma más activa cuando se fue a vivir a Santiago para estudiar sociología en la Universidad de Chile. Con una visión de izquierda crítica y alejada de los núcleos más tradicionales de dicho pensamiento político, Boccardo comenzó a escalar rápidamente hasta llegar a ser presidente de la Federación de Estudiantes de esa Casa de Estudios durante el periodo 2006-2007, cumpliendo un rol activo en el marco del movimiento estudiantil de aquellos años.

A la Asociación Atlética de la V Región (ARRV) llegó mucho tiempo después, en un momento en que se produjo un vacío dirigencial y su entrenador Marcelo Álvarez -el mismo que entrena a su hermano Franco- le pidió integrar su lista ocupando un cargo menor. Sin embargo, a la elección siguiente terminó encabezando un proceso y convirtiéndose en presidente de la ARRV entre 2011 y 2013.

"Me encontré con mucha desconfianza entre los mismos entrenadores, dirigentes y atletas. Gastamos mucho tiempo en recomponer las confianzas. El haber sido atleta hizo que la comunidad me tuviera mucha confianza, ya que yo venía a trabajar por el atletismo y no era el típico dirigente al que le gusta salir en la foto pero que hace poco", recuerda Boccardo.

Aunque hoy ocupa un puesto como vicepresidente de la ARRV, no tiene reparos en señalar aquellos aspectos en los que siente que todavía se hace necesario abordar y trabajar. "Faltó terminar de institucionalizar algunas cosas y sobre todo fortalecer más la dirigencia de los clubes, que es un poco débil todavía, ya que dependen de uno o dos dirigentes y los clubes como tal tienen pocos fondos y financiamiento, esos son déficit que se pueden mejorar", explica el también director de fundación Nodo XXI.

- ¿Viviendo en Santiago se ven muchas diferencias con el atletismo regional?

- Los clubes tienen más recursos y son instituciones más grandes, pero también hay solo un dirigente que se hace cargo de casi todo y no es tan distinto a la realidad regional. Acá la Asociación de Santiago tiene los mismos problemas para organizar torneos. Hay varias asociaciones regionales que poco tienen que envidiarle a la de Santiago, pero el problema está en que las platas y los mejores entrenadores están en la capital. Como muchas cosas se deciden en Santiago, el hecho de no estar ahí también te perjudica. Esa centralización es la que finalmente afecta a las regiones.

- Siendo también director de la Federación Atlética de Chile, ¿qué opinión tienes con respecto a la visión deportiva del Estado?

- Mientras las políticas públicas chilenas sigan concibiendo al deporte como un problema secundario, lo que te queda es recurrir al mercado . Sin embargo, yo siempre he entendido al deporte como una inversión social, no solamente en términos de salud y los valores que hay detrás del deporte, sino que entendiéndolo como parte íntegra de cómo construyes persona. Cuando entiendes así el deporte, por supuesto que pones prioridad en una política deportiva totalmente distinta, más allá del número de campeones mundiales que saques.

- Actualmente el atleta o deportista de alto rendimiento es más visto como un producto que cualquier otra cosa.

- Hoy, como el enfoque es tan de mercado y de resultados, al final te valoran por la cantidad de medallas que sacas. Pero yo creo que los campeones mundiales sirven para convencer a cientos de niños y niñas para que hagan deporte, más allá de que ninguno de ellos llegue a una final olímpica. El rédito social que tiene eso es lo que al final amerita invertir tanto en deporte masivo como de alta competencia, y no simplemente por un tema que se relaciona con el lugar que va a quedar Chile en el medallero. Mientras no se entienda el deporte así, lo que queda es apostar al privado y al fondo de deporte específico. Al final pasa por un tema de paradigma.

- En Latinomérica tenemos buenos ejemplos en ese sentido, como es el caso de Colombia, pero parece que Chile sigue estancado.

- Países como Brasil, Cuba y Colombia han logrado construir un vínculo entre alto rendimiento y deporte masivo. Han demostrado que se puede, no tenemos que ir al último país escandinavo para encontrar modelos exitosos, sino que los tenemos a la vuelta de la esquina. Ellos han entendido que el alto rendimiento descansa sobre una sociedad que hace deporte. Las tasas de sedentarismo siguen diciendo que Chile no hace más deporte. Puedes tener más campeones, pero si eso no reedita en tener a más chilenos haciendo deporte, la política deportiva del Estado a mi modo de ver es un fracaso.

- ¿Qué hace falta para cambiar el panorama actual?

- Hay que salir un poco de la lógica del medallero y de la construcción de estadios, y eso supone meter al deporte a nivel educacional desde la base. Cuando empiezas a quitarle horas al deporte para tener más talleres PSU o SIMCE estamos mal. Al final el deporte es un tema educativo. Hay que decidir si eliminar horas SIMCE para agregar horas de deporte y eso tiene un costo, y hay temor en las autoridades para asumir esos costos, pero si no inculcas el deporte en los primeros años después ya no hay mucho que hacer. Hay que cambiar un poco el foco y entender al deporte como parte del proceso educativo. Si seguimos como estamos, continuaremos apostando a que por suerte nos salga un deportista de alto rendimiento, pero eso no es fruto de un sistema deportivo nacional, sino que del esfuerzo de cada familia.

- Pasando de lleno al plano político, ¿qué te parece el escenario actual?

- Habla mucho de un autismo de la clase política con respecto a lo que está pasando, y eso es preocupante porque termina siendo caldo de cultivo para experiencias más populistas, autoritarias o de caudillos, que finalmente van en contra de los valores democráticos, y por eso impresiona lo poco que reacciona la clase política en términos del distanciamiento que hay entre ellos y la ciudadanía.