La integración de un histórico militante de izquierda, Luis Guastavino, a un importante organismo municipal, Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco), podría considerarse como una maniobra política. Sin embargo, hay que mirar el tema en perspectiva y ver esa decisión del alcalde Jorge Castro, militante de la UDI, como la búsqueda de colaboración en personalidades que tienen no solo trayectoria pública, sino que un profundo conocimiento de la ciudad, como es en este caso.
Se inició en política como dirigente estudiantil y en los años 50 del siglo pasado fue elegido regidor en representación del Partido Comunista, iniciando una trayectoria que lo llevaría hasta el Congreso. Conoció los rigores de la persecución y el exilio, a la vez que dejaba el PC. En el gobierno de Ricardo Lagos fue designado intendente regional.
Junto a su trayectoria y calidad cultural, posee un profundo conocimiento de Valparaíso, sus problemas y su gente. En ese sentido, su presencia en el Plan de Desarrollo Comunal, que busca acoger las inquietudes locales a través de la participación ciudadana, es un valioso aporte. Trabajará en el organismo que preside Luis Parot, quien viene de la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla), junto a Roberto Barría, director de la Escuela de Arquitectura de la U. Santa María; Marcela Hurtado, doctora en arquitectura, académica del mismo plantel y exsecretaria general de Icomos; Patricio Sanhueza, rector de la Universidad de Playa Ancha; Milos Miskovic, exdirector regional de Sernatur; y Rafael Torres, exdirector regional de Cultura y actual directivo del Museo de Bellas Artes y de la Sala El Farol. Este grupo, que abarca diversas áreas, trabajará para poner al día el Pladeco "respecto de las grandes aspiraciones que la ciudad tiene sobre su presente y, esencialmente, sobre su futuro inmediato", según lo señala Parot.
Insiste el director del organismo en el interés público en lograr "una mayor armonía entre lo que son las aspiraciones de la ciudad y el desarrollo estratégico que el Estado tiene sobre el puerto de Valparaíso".
En esa dirección la apertura a todos los sectores en busca de colaboración y capacidad, más allá de tendencias políticas, es una decisión correcta y hasta ejemplar cuando divisiones artificiales hacen que se resten recursos humanos valiosos a tareas de bien común.
Pero más allá de la designación comentada, la ciudad, la Región, están atentas a los resultados del trabajo del Pladeco y esperan que este organismo no se convierta en una estructura más sin proyección como, lamentablemente, suele ocurrir.