Se sabía que económicamente el 2014 había sido malo para Santiago Wanderers, sin embargo, al leer y analizar la memoria que la sociedad anónima que concesiona al club hace entrega a la Superintendencia de Valores y Seguros, se puede concluir que los doce meses de la temporada pasada arrojaron los peores números en la centenaria historia del Decano.
Y es que la pérdida de 1.525 millones de pesos no deja indiferentes, y afecta muy especialmente al empresario Nicolás Ibáñez Scott, quien acumula (a través de la Fundación Futuro Valparaíso) según el mismo documento oficial, nada menos que un 77,25 por ciento de la propiedad de la S.A. Esta situación financiera del club vendría a confirmar los rumores que hablan de la molestia del accionista mayoritario por la gestión administrativa de la institución con oficinas en la Estación Puerto, la que desembocó en la suspensión de la Junta Ordinaria Anual de Accionistas dispuesta para el 27 de abril pasado.
Los números contables de los caturros son malos y a la vez sorprendentes, al punto que en el informe se asume que los gastos solo en el ítem administración y otros se incrementaron en un 39,17% respecto del 2013: 1.053 millones de pesos contra $1.466 millones en el año pasado.
Igual de llamativo es que las cifras sean tan malas si se considera que por recaudación ingresaron 471 millones de pesos más con respecto a 2013 gracias a la reinauguración del Elías Figueroa y la buena campaña del segundo semestre, en donde los dirigidos por Emiliano Astorga fueron protagonistas y estuvieron a un punto de alcanzar la cuarta estrella: $219.985.000 en el 2013 contra 691.717.000 pesos en la temporada pasada.
Cabe destacar que en estos números rojos no se incluye la millonaria cancelación de las imposiciones adeudadas desde hace más de una década, la que obligó a un aumento de capital superior a los 4 mil millones de pesos y en la que la figura de Nicolás Ibáñez se hizo aún más fuerte al interior de la sociedad anónima, en desmedro del resto de los accionistas.
LAS EXPLICACIONES
Pese a que se buscó contactarlos telefónicamente, tanto el presidente caturro Jorge Lafrentz como el gerente Roberto López no estuvieron disponibles.
Pese a ello, una fuente al interior del club, que optó por el anonimato, intento explicar lo que a todas luces asoma como difícil de justificar.
Y las palabras del integrante de la sociedad anónima no dejan de llamar la atención. A lo primero que apunta es a la ausencia de transferencias durante el 2014, recordando que la gran apuesta de la mesa central era la venta de Andrés Robles, situación que finalmente no aconteció.
El segundo punto al que se pone énfasis es al aumento en el valor del plantel caturro tras la llegada de Emiliano Astorga, lo que queda en claro al revisar los números de la memoria: Si en el 2013 el costo del camarín llegaba a 1.080.666 millones de pesos, doce meses después alcanzó los $1.497.570 millones.
A lo anterior también se suma el incremento en los sueldos del cuerpo técnico, los que según el documento entregado a la Superintendencia de Valores y Seguros pasaron de 192.171.000 millones de pesos a 302.702.000 millones.
Para terminar, desde la regencia caturra también se señala que los costos por el uso del estadio Elías Figueroa también se vieron incrementados de manera importante, lo que seguramente no alcanza para explicar la pérdida de 1.525 millones de pesos en solo doce meses.
Patricio Vidal fue presidente de Santiago Wanderers en 1992 y uno de los más críticos a la ley de sociedades anónimas deportivas, especialmente porque "no me gusta que sean cerradas". El ex mandamás caturro también admite que "no entiendo lo que está pasando el club... hay un dueño como Nicolás Ibáñez, a quien no le gusta el fútbol y sin ninguna cercanía con la gente. ¿Por qué está dispuesto a perder 1.500 millones de pesos? Lo entendería si fuera un fanático, pero no lo es". El economista, accionista también de la Inmobiliaria verde, advierte que "en cualquier empresa estos resultados le costarían el puesto a varios ejecutivos, pero acá no pasa nada. La Corporación debería ser más protagonista para saber lo que está aconteciendo".
Para Osvaldo León, representante de la Corporación Santiago Wanderers ante el directorio de la sociedad anónima que concesiona al club, los números que entrega la memoria presentada ante la Superintendencia de Valores "reflejan la deficitaria gestión que se ha llevado a cabo en todo este tiempo... una mala gestión". "El hecho, por ejemplo, que Nicolás Ibáñez tenga un 77 por ciento de las acciones se produce por la misma negativa gestión que ha obligado a una serie de aumentos de capital a los que sólo (Nicolás) Ibáñez ha concurrido", asegura, adelantando que "estas cifras me imagino que abrirán un inmenso debate en la próxima junta de accionistas".
$ 1.525
millones fueron las pérdidas de Santiago Wanderers durante el año 2014.
Juan Carlos Moreno A.
$ 64
millones de ganancia arrojó la gestión administrativa del Decano en el 2013.
39,17%
fue el aumento en administración y finanzas en el 2014: De $1.053 millones el 2013 pasó a 1.466.
$ 4.000
millones fue el último aumento de capital para pagar deuda previsional (no incluida en la memoria.
77,25%
de las acciones de la S.A. están en poder de la Fundación Futuro Valparaíso, de Nicolás Ibáñez.