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Investigadores probarán píldora que sería la clave para la "eterna juventud"

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Científicos de EE.UU. iniciarán en junio próximo la primera prueba clínica de una píldora que podría retrasar los efectos de la edad, protegiendo a las células del cuerpo. Según consignó el sitio web New Scientist, la prueba está siendo impulsada por la compañía estadounidense de biotecnología Retrostope, aunque su objetivo principal no está en estudiar los efectos de la edad, sino que en evitar el avance de la "Ataxia de Friedreich", una enfermedad hereditaria de carácter degenerativo que limita la movilidad de los pacientes, dejándolos en una silla de ruedas entre diez y veinte años después de los primeros síntomas.

La conexión entre la enfermedad y el envejecimiento está en que comparten el mecanismo de "ataque" a las células, causado por moléculas conocidas como "radicales de oxígeno", un producto del proceso metabólico de las células. Los radicales tienen electrones desapareados y buscan obtener otros sacándolos de otras moléculas, generando una reacción en cadena que afecta a los ácidos grasos que forman las membranas de las células.

La idea de Mikhail Shchepinov, director de Retrostope, es reforzar los ácidos grasos reemplazando el hidrógeno que tienen por un isótopo más poderoso, el deuterio.

El equipo diseñó un sistema que reemplaza las grasas que los humanos consumen todos los días con una una versión modificada y más poderosa, en la forma de una píldora similar a una de aceite de pescado. El objetivo de la prueba es ver qué efectos tiene el uso de ácidos grasos más poderosos en el cuerpo humano. Al menos en levadura los resultados han sido prometedores.

La capacidad de concentración ha disminuido en los últimos años

sociedad. Si en el 2000 las personas eran capaces de poner atención por 12 segundos seguidos, hoy esa cifra llega a ocho.

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Tener memoria de pez es sinónimo de tener una memoria corta, pero esta comparación ya no tendría mucho asidero, pues una investigación encontró que los peces superan al ser humano en capacidad de concentración: mientras ellos son capaces de poner atención, en promedio, durante nueve segundos seguidos, nosotros lo hacemos por apenas ocho segundos.

La investigación, realizada por Microsoft, concluyó que esa cifra es levemente más baja a la registrada en el año 2000, cuando en general se considera que comenzó la "revolución" del teléfono móvil.

Con ello, los autores del estudio vinculan esta variación con los efectos que ha tenido en el cerebro una vida altamente digitalizada.

En concreto, los responsables del informe encuestaron a dos mil personas residentes en Canadá y estudiaron la actividad cerebral de otros 112 participantes utilizando electroencefalogramas (EEGs).

Con estos datos, el reporte concluyó que la capacidad de atención de las personas disminuyó en cuatro segundos respecto del año 2000, cuando esta cifra llegaba a un promedio de 12 segundos.

En opinión de los investigadores, a las personas que están expuestas a muchas pantallas "les resulta difícil filtrar estímulos irrelevantes" y están más a menudo distraídas por los múltiples flujos de comunicación e información.

"Estamos pasando de un mundo donde el poder de los computadores era escasa, a un lugar donde ahora es casi ilimitado y donde el verdadero bien es caso es cada vez más la atención humana", reflexionó el CEO de Microsoft, Satya Nadella, en el informe.

Sin embargo, el estudio arrojó también un hallazgo positivo: la capacidad de las personas para realizar varias tareas a la vez (o "multitasking") ha mejorado de manera significativa en la era de los dispositivos móviles. La compañía cree que estos cambios son resultado de la capacidad del cerebro de adaptarse y modificarse a lo largo del tiempo.

Mabel González

Un apretón de manos puede predecir el riesgo de sufrir un ataque al corazón

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La fuerza de un apretón de manos puede indicar la probabilidad de sufrir un ataque al corazón y accidentes cerebrovasculares en el futuro, según sugiere un estudio publicado en la revista médica The Lancet.

La investigación también encontró que esta acción puede ser una forma tan precisa como el control de la presión arterial sistólica para detectar problemas de salud de este tipo.

Según recogió el diario británico The Telegraph, el trabajo científico determinó que una fuerza de agarre débil está relacionada con una supervivencia más corta y un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón o una apoplejía.

Una menor fuerza muscular -que se puede medir a través de la potencia de un apretón de manos- se ha vinculado en el pasado a muertes prematuras, discapacidad y otros problemas de salud.

Durante la investigación se analizó a 139.691 adultos de entre 35 y 71 años residentes de 17 países. La fuerza del apretón de manos fue medida usando un dinamómetro.

Los hallazgos muestran que cada cinco kilos menos en la fuerza de agarre se asoció con un 16% más de riesgo de muerte por cualquier causa; un 17% más de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular; un 17% más de riesgo de morir por padecimientos no cardiovasculares, y otros aumentos menores en el riesgo de sufrir ataques al corazón (7%) o apoplejía (9%).