Mientras la Contraloría Regional investiga mediante un sumario cinco irregularidades que se constataron en la construcción del estadio Elías Figueroa, la Asociación Atlética de Valparaíso (AAV), por intermedio de su presidente Marcelino Venegas, realizó una dura crítica en torno a diversos aspectos del diseño del recinto deportivo que a su juicio perjudican el desarrollo de la disciplina.
Según el dirigente, la remodelación del coliseo presenta "errores garrafales" que bien se podrían haber evitado consultando a expertos en la materia. De hecho, pese a lo acordado con el Instituto Nacional del Deporte (IND), finalmente nunca fueron invitados a supervisar las obras. "El atletismo salió enormemente perjudicado por el diseño del estadio que hicieron en el gobierno anterior", criticó el presidente de la AAV.
Una de las fallas tiene que ver con el diseño del foso para lanzar la bala, mientras que otro problema se vincula con el uso de la cancha, ya que sólo se permite la práctica de la jabalina, y el lanzamiento del disco está prohibido. A ello se suma la mala calidad de la arena en el foso de salto largo y triple, además que no existe foso para el lanzamiento de martillo.
De esta forma, los atletas más perjudicados son los lanzadores de bala, disco y martillo, ya que no tienen dónde entrenar en el coliseo. Pese a este panorama, Venegas reconoce que tanto en el IND como de parte de la administración del estadio han escuchado sus demandas y están las intenciones para solucionar los inconvenientes tras la Copa América.
Consultado al respecto, Víctor Torres, actual director regional del IND, explicó que para el caso de la bala, el foso se moverá de lugar de manera tal que el lanzamiento no alcance a llegar a la cancha. Sin embargo, para el caso del disco la situación es compleja, ya que daña mucho el césped y la prioridad es cuidar el campo de juego. Torres pide paciencia, pero también reconoce que hay que ver la posibilidad de tener un recinto exclusivo para el atletismo y donde se puedan efectuar todo tipo de lanzamientos, ya sea de bala, disco o martilllo, y es allí donde el Parque Alejo Barrios asoma como alternativa.