El uruguayo Wilmar Valdés, vicepresidente de la Conmebol, afirmó ayer que "para Sudamérica es prioritario mantener el medio cupo" adicional en las eliminatorias mundialistas, además de las cuatro plazas ya asignadas.
Según especulaciones de la prensa, ese medio cupo quedó en cuestión esta semana luego del fallo sobre los incidentes registrados en el superclásico argentino entre Boca Juniors y River Plate por la Copa Libertadores.
Diversos medios internacionales advirtieron que la FIFA le quitaría esa media plaza a Sudamérica por considerar que la sanción a Boca no fue lo suficientemente dura y ejemplarizadora como pretendían en el organismo mundial.
Sin embargo, quitarle media plaza a Sudamérica pondría en riesgo el apoyo del continente a la reelección de Joseph Blatter al frente de la FIFA dentro de once días.
Valdés señaló que "el tema será abordado seguramente" la próxima semana en Zúrich, cuando empiecen a arribar los delegados sudamericanos y mundiales al Congreso de la FIFA, previsto para el 29 de este mes.
El dirigente uruguayo viajará el sábado hacia Suiza en representación de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol).
"Se van a poner todos los elementos encima de la mesa", dijo ayer en Montevideo Valdés.
Respecto de la elección del presidente de la FIFA, el dirigente señaló que "la Conmebol decidió desde el año pasado, y fue ratificado en más de una reunión, que van a votar los diez (países sudamericanos) en bloque".
El lunes 29 sesionará en Zúrich el 65° Congreso de la FIFA, que resolverá sobre las nuevas autoridades entre otros temas. Blatter buscará un quinto mandato consecutivo al frente del ente rector y competirá con el exfutbolista portugués Luis Figo, el presidente de la Federación Holandesa, Michael van Praag, y el príncipe jordano Ali bin Al Hussein.
Jugadores de River Plate sufrieron lesiones y quemaduras en el rostro y el cuerpo, e irritaciones en los ojos al ser atacados con líquidos tóxicos por hinchas de Boca cuando atravesaban la manga para regresar a la cancha a jugar el segundo tiempo del duelo por la Libertadores, lo que generó la suspensión del encuentro de vuelta de los octavos de la máxima competición continental. Como consecuencia de estos incidentes, la Conmebol descalificó a los xeneizes de la Copa, decretó el cierre al público de La Bombonera por cuatro partidos e impuso una multa de 200.000 dólares al club.