En el marco del Grupo A de la Liga Sudamericana de Básquetbol femenino, disputado durante el pasado fin de semana en el Fortín Prat de Valparaíso, las anfitrionas de New Crusaders tuvieron una opaca actuación al perder ante Malvin de Uruguay y Berazategui de Argentina en los primeros partidos. Sin embargo, la imagen dejada por las porteñas mejoró luego del triunfo por 53-49 en el duelo final ante Universidad Técnica del Estado (UTE) de Ecuador, elenco que finalmente se quedó con el liderato de la zona.

Pese a los resultados, en la institución porteña quedaron satisfechos con el rendimiento del equipo pensando en el hexagonal final del campeonato, a disputarse entre el 22 y 29 de septiembre, y donde New Crusaders está clasificado en calidad de dueño de casa. Según Mario Pizarro, presidente del club, el plantel que se armó fue para probar jugadoras -tanto extranjeras como nacionales- que militan en el país, y por eso solamente se trajo un refuerzo foráneo.

"Queríamos ver quiénes realmente están en condiciones de enfrentar este tipo de torneos. Fue un experimento positivo para nosotros desde el punto de vista de la conformación del plantel. Si bien perdimos los dos primeros partidos por estrecho margen, hay que considerar que los otros equipos venían con tres norteamericanas porque buscaban jugarse la clasificación", aclaró el timonel.

Para Pizarro, quedó demostrado que jugadoras como Tatiana Gómez, Javiera Novión y Valentina Aragonese están a gran nivel pensando en el hexagonal, instancia donde "queremos pelear el título y para ello traeremos dos o tres norteamericanas de primera categoría".

En tanto, Tatiana Gómez, una de las figuras de New Crusaders, explicó que la falta de entrenamiento jugó en contra para poder acoplarse mejor como equipo. "Sería ideal entrenar más tiempo juntas y así entendernos de gran forma. Pero el equipo base que hay es muy bueno y creo que podemos hacer un gran campeonato. Vamos a hacer un buen papel en el hexagonal final", sentenció Gómez.

Una vez finalizada la participación de Everton en la temporada 2014-2015, Cristián Canío partió a Santiago para disfrutar de la tranquilidad de sus vacaciones en compañía de su familia. El atacante fue uno de los jugadores más regulares del elenco viñamarino y en la última campaña sumó siete goles, los cuales lo transforman en uno de los artilleros del equipo.

El delantero acaba de terminar su vínculo con el cuadro oro y cielo, y pese a ello, nadie del club se ha acercado para hablarle sobre una posible continuidad.

"La verdad, no tengo nada claro todavía. No me han dicho nada", confiesa, un tanto preocupado. Pasan los días y el ariete sigue a la espera de opciones, ya sea en la institución auriazul u otro club, pero hasta ahora no ha recibido ninguna propuesta y está expectante para ver qué sucede con su futuro.

- ¿Fue invitado para jugar el partido de reinauguración del estadio Sausalito, ya sea por el plantel actual o por el que logró el título del 2008?

- Por el plantel actual no creo, a menos que me renueven. Supe que llamaron a otros compañeros del 2008, pero nadie me ha invitado formalmente. Fui parte de ese equipo, así que estaría encantado de estar ahí.

- ¿Se siente en buenas condiciones como para seguir con su carrera futbolística?

- Me siento bien para seguir jugando y físicamente terminé bien el campeonato. Tampoco he tenido lesiones complicadas que te acortan un poco la carrera. Espero durante esta semana ver si sale algo y si me conviene, feliz acepto la propuesta para seguir jugando fútbol.

- ¿Estaría dispuesto a jugar en Primera B nuevamente?

- Estoy dispuesto a cualquier posibilidad. Yo quería jugar en Primera, pero si se da en la B me da lo mismo. A estas alturas cualquier cosa es buena. Sería feliz de quedarme en Everton, soy un agradecido y le tengo mucho cariño a la camiseta.

- ¿Se siente identificado con el club?

- Desde el 2008 que me quedó marcada para siempre la camiseta de Everton, por eso si tengo la posibilidad de quedarme lo hago encantado.

- ¿Qué balance hace sobre su desempeño en la campaña pasada?

- En lo personal quedé bastante tranquilo y conforme con mi rendimiento. Creo que anduve bien para ser mi primer año jugando en Primera B. Es un campeonato mucho más físico, de correr y meter más. Hay pocos equipos que tengan buen juego y traten bien el balón, pero me sorprendió. En Primera hay más espacios, juegas más tranquilo y te tomas unos segundos, en la B hay más presión. Si bien es cierto no estuve cerca de los goleadores del torneo, aporté con hartas habilitaciones e hice buenos goles.

- ¿Cuál es la evaluación que hace de la campaña?

- No fue buena, esperábamos mucho más de nosotros. Quizás nos costó un poco acomodarnos al sistema, a lo que quería el profesor. Primero Luis Marcoleta trajo sus jugadores, y después tuvo que asumir Carlos Medina, lo que también se hace difícil porque para él era todo nuevo y no eligió a los jugadores que él hubiese querido para su equipo.

- ¿Qué le faltó al plantel?

- Jerarquía no le faltó, ya que tenemos jugadores con experiencia que han salido campeones en todos lados. Quizá nos faltó manejar mejor los partidos. Nos pasó la cuenta también que tuvimos muchos jugadores lesionados y suspendidos, y el profesor nunca pudo contar con el equipo titular que él quería. Creo que fueron hartas cosas las que nos pasaron la cuenta.

- ¿Perjudicó mucho no tener la localía en Sausalito?

- Eso también nos afectó. Si bien es cierto el estadio Elías Figueroa es una excelente cancha, y las veces que jugamos ahí no perdimos ningún partido, lo complicado era en Quillota, que no es el mejor terreno de juego. En todo sentido es diferente y siempre terminábamos con dos o tres lesionados cada vez que jugábamos allá. Si hubiésemos tenido el estadio Sausalito antes, todo habría sido diferente.