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El "Club Ciclista de Chile" celebra su centenario y quiere seguir pedaleando

ciclismo. Histórica entidad de la Ciudad Jardín cumpló sus 100 años el pasado 2 de mayo y se entusiasma con proyectos ligados al trabajo con menores.
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No todos los días una institución deportiva cumple sus cien años de vida. Así lo asume Patricio Mena, presidente del Club Ciclista Chile, entidad que el pasado 2 de mayo festejó nada menos que su centenario.

"Estamos como el ave Fénix", asegura el dirigente, quien justifica sus palabras al señalar que "en general, y fuera del fútbol, siento que la gran mayoría de las disciplinas viene de un frustrante apagón deportivo".

A Mena se le escucha entusiasmado, al punto de advertir que en el caso del club que dirige "estamos viviendo una etapa muy bonita", destacando que en el último tiempo "hemos podido atraer a la institución a mucha gente con vínculos familiares a quienes en su momento le dieron vida al club".

"El ciclismo se transmite en la familia", añade, asumiendo también que a nivel país se está observando un resurgimiento en el uso de la bicicleta, no solamente en el ámbito deportivo: "El impulso a la actividad lo han dado los estudiantes y los trabajadores, quienes siguen apostando por la bicicleta como un medio de transporte".

Pero el directivo no olvida los difíciles momentos, que al club y a la actividad, le tocó vivir en Viña del Mar.

"El cierre del velódromo que teníamos en el estadio Sausalito por los partidos de fútbol y un período de intensas restricciones para el uso de las vías por parte de carabineros y la autoridad municipal nos llevaron a un apagón del que estamos tratando de salir", sostiene el mandamás de una institución que hoy tiene 40 socios, aunque sólo diez de ellos son deportistas competitivos.

Patricio Mena también reconoce que las actividades relacionadas con el ciclismo familiar en Santiago también les ayuda, admitiendo con resignación que "nos guste o no, todo lo que se hace en la capital chorrea para regiones".

Al mismo tiempo, el presidente del Club Ciclista Chile reconoce que la actividad "es cara" y que debido al enorme tránsito que se desarrolla en la ciudad también la hacen peligrosa. "Acá no se respeta a los ciclistas, especialmente por parte de los microbuses…. para salir a correr es necesario ir no sólo en bicicleta, sino también en auto para que un amigo o familiar vaya tras uno evitando que los autos, o los buses, se nos vengan encima", reclama de manera categórica.

LO QUE VIENE

Hay dos proyectos que a Patricio Mena le quitan el sueño al momento de la celebración de los cien años del Club Ciclista de Chile.

El primero es en conjunto con la Asociación Ciclista de Viña del Mar, presidida por el eterno Sigifredo Flores, y dice relación con una alianza con la Casa del Deporte de la Ciudad Jardín para no sólo apoyar varios proyectos de cicletadas familiares, sino también la implementación de escuelas para menores que se interesen en la actividad.

"Tenemos que sumar a los chicos… a los juveniles (12 años), a los de categoría intermedia (entre 14 y 16 años) y a los junior (18), porque ellos son el futuro", sostiene Flores, recordando, por ejemplo, que en los últimos años de los Juegos Binacionales la V Región ha sido última en la disciplina de las dos ruedas.

Pero Mena también tiene otra idea, y ella tiene relación con una tradición que se perdió en Viña del Mar y que tiene un enorme contacto familiar: Son los Tres Días Ciclistas de Viña del Mar, los que se disputaron entre 1958 y 1973 durante las jornadas de Semana Santa.

"Mi padre, como parte de la directiva del Club Ciclista Chile, participó activamente en la organización del evento deportivo durante varios años y por ello, en lo personal, es como un desafío familiar el reactivarlo, aunque no sea los tres días de Semana Santa", reconoce de manera entusiasmada, agradeciendo con la misma fuerza la forma en que han sido recibidos por la Casa del Deporte y por la empresa Bicicletas Belda, la que vestirá a los deportistas de la entidad con la ropa adecuada para las competencias: "Gracias a ellos, poco a poco vamos saliendo adelante en estos cien años de vida".

En la asociación también se apuesta por los jóvenes

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Sigifredo Flores es el actual presidente de la Asociación Ciclista Viña del Mar (institución con 80 años de existencia), la que componen tres instituciones: El Ruta 6.8, el Viña del Mar y el Club Ciclista de Chile.

Flores es un experimentado dirigente y expedalero, que sabe de los difíciles momentos que le ha tocado vivir a una disciplina que él mismo se encarga de aclarar: "no es muy masiva".

El directivo sorprende al no reclamar por la ausencia de velódromos en la zona, explicando que "no nos podemos desgastar en ese tipo de discusiones, hoy la tarea es trabajar con los jóvenes".

"Si los velódromos no están es un asunto consumado... el tiempo los va a recuperar, pero su ausencia tampoco es algo tan trascendental", insiste, llamando la atención respecto del momento que vive la federación de la disciplina, de la cuál es uno de sus directores: "Por casi siete años la entidad vivió una serie de conflictos que impidieron el crecimiento de la actividad, al punto de matar a una generación de deportistas... ahora necesitamos trabajar con los más pequeños para comenzar a ver resultados recién dentro de seis años más", declaró.

Sigifredo Flores es optimista. Con certeza habla del desafío de salir a buscar talentos, añadiendo que "nos estamos recuperando".