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Proyecciones del paro aduanero

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En los conflictos gremiales no solo están en juego las posiciones de dos partes, el empleador y el empleado. Hay también terceros cuyos intereses son importantes y tienen profundas proyecciones.

Tal es el caso en concreto del paro que llevan adelante los trabajadores del Servicio Nacional de Aduanas que plantean a su empleador, el Estado, demandas relativas a ingresos y aumento de personal. Actualmente el servicio tiene unos 1.700 funcionarios.

Así, en este conflicto de casi una semana, el principal afectado es un tercero, el comercio exterior nacional y, en buena medida, el turismo.

En el caso del comercio exterior se ha señalado, por ejemplo, que en el Terminal 1 de Valparaíso existían 1.720 contenedores sin poder ser despachados. En tanto, en el aeropuerto internacional de Santiago diariamente se dilata el envío al exterior de 600 toneladas de salmón fresco.

En los pasos fronterizos, como Los Libertadores y desde Arica hasta Magallanes, la situación ha sido crítica para las personas y la carga.

Los dirigentes de los funcionarios en paro han advertido que los sistemas de control de emergencia podrían facilitar el contrabando de mercaderías prohibidas o drogas, lo cual es una realidad.

Todos estos hechos están demostrando que en este conflicto está en juego el interés general del país, por lo que urge una solución.

Además este movimiento, que tantas pérdidas, molestias y riesgos conlleva, muestra la capacidad de presión que tienen algunos gremios del sector público. Frente a esta realidad es explicable el interés que ha puesto la autoridad, en este caso Hacienda, por llegar a un acuerdo para terminar con el movimiento, lo cual hasta ayer no se había logrado.

Sin embargo, más allá de una eventual solución, cabe considerar la necesidad de adelantarse a demandas como las planteadas en este caso. Los acuerdos deberían contener, junto a los puntos de solución, mecanismos de encuentro permanentes para acoger y analizar inquietudes, con participación de las partes.

El paro aduanero, sin entrar a considerar la justicia de las peticiones de los funcionarios, tiene un alto costo para todo el país. Diseñar mecanismos como los señalados aparece fundamental para evitar la reiteración de situaciones como las que se están produciendo con daños que incluso pueden proyectarse a la imagen internacional de nuestro comercio exterior, fuera de los problemas ya ocasionados y que van en aumento.

Un paso fronterizo necesario para nuestra región

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La importancia del paso fronterizo Los Libertadores nos impone una serie de desafíos para que nuestra región consolide el Corredor Bioceánico como una vía de conexión entre Chile y Argentina, así como también una puerta de salida al Asia Pacífico de un mercado potencial de 250 millones de personas del Mercosur.

Como Ministerio de Obras Públicas, estamos trabajando en tres horizontes de tiempo para proveer infraestructura necesaria para el desarrollo económico: local, regional y del país.

En primer lugar, estamos atendiendo las necesidades actuales del Complejo Fronterizo en materias de habitabilidad y atención de la demanda de los flujos, dado que existen dificultades a nivel de congestión y los tiempos de atención. Para ello, se ha iniciado un proceso con una serie de mejoras que permitirán una atención más extendida en el tiempo y en mejores condiciones. Esto implica la construcción de un edificio anexo que albergará el control y atención de automóviles particulares por los servicios controladores, con un monto de inversión de 1.700 millones de pesos.

Al mediano plazo, se tiene proyectada la construcción de un nuevo complejo, de un estándar superior que, junto con dar mayores y mejores servicios, nos entregará una nueva imagen como país, el cual se ubicará aproximadamente a 300 metros al norponiente del actual complejo. Su monto de inversión asciende a los 84 millones de dólares y se estima que entre en operación el año 2019. Además, se plantea la construcción de una conexión entre el Túnel Cristo Redentor y Caracoles que generará una vía alternativa que podrá ser utilizada en casos de emergencia o contingencia.

Finalmente, se avanza en el proyecto del túnel ferroviario a baja altura, lo que permitirá entregar una mayor capacidad y seguridad en el transporte de carga, operable todo el año, el cual por su envergadura tendrá un tiempo importante para su desarrollo. En su primera etapa contempla una inversión de 3.200 millones de dólares y considera la creación de un cruce ferroviario en vía simple además de toda la infraestructura necesaria, su mantención y operación. El túnel proyectado se convertirá en uno de los más largos a nivel mundial, de 52 kilómetros de longitud que unirá las localidades de Río Blanco (Chile) y Punta de Vacas (Argentina).

Todos estos esfuerzos implican una fuerte inversión de recursos que contribuirán al crecimiento económico de nuestra región y, por consiguiente, nos permitirá como país dar varios pasos hacia adelante para lograr un mayor desarrollo y bienestar de las personas.

Miguel Saavedra Lavanal