Escándalo en la FIFA golpea a Sergio Jadue y salpica la próxima Copa América
FÚTBOL. Presidente de la ANFP se defiende y entrega antecedentes que lo exculparían de las acusaciones.
Era temprano en Zúrich. El movimiento en las cercanías del lujoso hotel Baur au Lac era extraordinario en las horas previas a las elecciones de la FIFA, fijadas para mañana en Ginebra.
Sin embargo, algo no andaba bien. A pedido del Departamento de Justicia de Estados Unidos, policías locales detenían a un grupo de directivos de la Federación Internacional de Fútbol Asociado por presunta organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero, en un hecho inédito en la historia del fútbol mundial.
Si bien entre los acusados no se encuentra el presidente Joseph Blatter, quien aspira a ser reelegido en el cargo por quinta ocasión consecutiva, enfrentando en estos comicios al jordano Ali bin al-Hussein como único rival, sí fueron requeridos dos vicepresidentes de la FIFA, el uruguayo Eugenio Figueredo y el caimanés Jeffrey Webb; el expresidente de la Conmebol, el paraguayo Nicolás Leoz; el costarricense Eduardo Li, el nicaragüense Julio Rocha, el trinitense Jack Warner, el venezolano Rafael Esquivel, el brasileño José María Marín y el caimanés Costas Takkas.
Cabe señalar que el Departamento de Justicia norteamericano tiene autoridad para presentar casos contra personas extranjeras siempre que haya una conexión mínima con Estados Unidos, lo que estaría acreditado.
"Corrupción rampante, sistemática y profundamente enraizada" es la descripción de la fiscal general de EE.UU. Loretta Lynch sobre el caso, puntualizando que "se ha extendido en las dos últimas generaciones de federativos que abusaron de sus puestos de confianza para conseguir millones de dólares en mordidas y sobornos".
La fiscal general estadounidense señala como víctimas a multitud de competiciones y torneos de países en desarrollo que deberían haberse beneficiado de los ingresos generados con la comercialización de los citados derechos y los aficionados en Estados Unidos y en todo el mundo.
EN CHILE
Un escándalo que salpicó al fútbol chileno ya que en la investigación del FBI se aseguró que siete presidentes de la Conmebol recibieron un millón y medio de dólares en sobornos por derechos televisivos.
Ante ello, el presidente de la ANFP, Sergio Jadue, aseguró no estar involucrado.
"Me comentaron que aparece en una frase que están involucrados el resto de los siete presidentes restantes. Yo creo que los responsables del ilícito deben pagar su delito, gracias a Dios, no me incluyo entre ellos. Lo que aparece en la investigación es a medias porque en 2013 hubo un anticipo de un millón de dólares por la Copa América por los derechos de televisión, pero eso quedó en la cuenta corriente de la Federación", expresó el mandamás de la ANFP en radio Cooperativa.
"Es una situación súper difícil. Yo creo que si existen los antecedentes suficientes, es bueno que salga a la luz pública y no se oculte ni quede en conversaciones entre cuatro paredes", añadió Jadue, adelantando que se comunicó con un abogado para estudiar los pasos a seguir "porque no se trata de lanzar una bomba que salpique a todos".
Además, el presidente de la ANFP dejó en claro que no está en duda la realización de la Copa América: "Se ha rumoreado que la Copa América no se juega y eso es totalmente falso. Estamos afinando los últimos detalles para desarrollar este tema que lamentablemente se mancha un poco con todo esto".
El norteamericano Charles Blazer fue miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA y secretario general de la Concacaf. Por su condición de alto dirigente del fútbol, encabezó la comisión que organizó el Mundial Sub 20 Femenino 2008 de nuestro país. En esa condición visitó el 25 de febrero de 2007 los estadios de la región que postulaban a ser sede del torneo. Estuvo en Playa Ancha, Sausalito, Quillota y La Calera. El exregente es uno de los acusados de corrupción y ha colaborado con la Justicia norteamericana como "agente encubierto" durante tres años. Se declaró culpable en cargos de conspiración para chantajes, conspiración para fraudes bancarios y lavado de dinero, evasión de impuestos y ocultación de información. Devolvió 1,9 millón de dólares.