DR. Minoletti: "Sin esperanza el camino está cortado"
SALUD. El psiquiatra y exjefe de Salud Mental del Minsal se refirió a la situación de las personas que sufren algún tipo de patología y cómo la relación directa con la sociedad puede curarlos.
Quienes tienen una enfermedad mental también padecen del "'Síndrome Bonsái', en el cual, como especialistas, le vamos cortando las ramas al arbolito, lo dejamos chiquitito y se rebela y termina viviendo en la calle o se pone violento. Toma decisiones. Malas. Buenas… ¿Quién no se ha equivocado?", afirmó el psiquiatra Alberto Minoletti en la Primera Jornada de Salud Mental Comunitaria: relación entre participación y bienestar, organizada por la Universidad Andrés Bello, en Viña del Mar.
Ahí, el médico propuso a sus colegas llevar a cabo una terapia más inclusiva, donde no se aísle al paciente, para lo que es preciso "ver qué necesita, porque, aparte del estigma social que cargan las personas con enfermedad mental, se piensa que ya no tienen sueños, pero a lo mejor ya no le interesan tanto las voces en su interior, sino que quiere trabajar, pololear o tener amigos".
TRATADO VINCULANTE
Para esto, indicó el exjefe de la Unidad de Salud Mental del Ministerio de Salud, se requiere explorar las terapias de otros países, "no copiar, pero buscar cómo aplicar en Chile", debido a que nuestra nación firmó en un tratado vinculante -es decir, corroborable por la Organización de las Naciones Unidas- la Convención sobre los Derechos Humanos de las personas con discapacidad, documento que solicita respeto a la "capacidad jurídica del paciente, quien debe decidir si quiere que lo siga tratando ese profesional o si tomar una pastilla, etc.", explicó Minoletti, además de apuntar al "derecho de vivir en la comunidad, porque no podemos seguir teniendo personas durante años en psiquiátricos".
Aunque "sin esperanza el camino está cortado", por lo que, en paralelo al trabajo con el paciente, se debe concientizar al entorno al que volverá, donde sería bueno que sintiera "orgullo propio de haber tenido una enfermedad mental y haber salido adelante" mediante la obtención de una labor remunerada y el empleo del tiempo en actividades sociales, sensibilizó el profesional, ya que en actualmente el debate mundial está centrado en "cómo frenar la mortandad prematura de personas con discapacidad mental severa, que acorta la vida 10 o 15 años".
El paciente en medio del trauma producido por el encierro en el hospital "olvida sus mejores momentos y sus aspiraciones. Y puede que cuando salga sus deseos hayan cambiado, pero esa memoria sirve porque puede ser una guía para su futuro", afirmó el psiquiatra.