Una de las metas que se impuso ProChile para los próximos años es aumentar la base de pymes que exportan. Actualmente, solo un 1,8% de ellas envía sus productos al exterior, porcentaje que es todavía más bajo en la región.
Pero, ¿cuál es la fórmula? En el marco del 19° Encuentro Comercial organizado por la CRCP, los agregados comerciales nacionales en China, Perú y México entregaron algunos consejos que son claves a la hora de enfrentar la decisión.
"Exportar debe responder a una decisión estratégica y no puede producirse porque te esté yendo mal en el mercado interno", comenta la agregada comercial en Perú, Verónica Tramer, enfatizando que esto garantiza que la exportación sea sustentable en el tiempo.
A su juicio, es relevante tomar conciencia de que se trata de un proceso donde la opción de que no funcione en un principio es altamente probable. "Hay que programarse un horizonte de un par de años para que vaya madurando la exportación, que la gente no se frustre si prepara una misión y no vende. Se debe tener claro que este es un proceso y tiene sus tiempos de maduración, donde todo el tema de la credibilidad y de las relaciones es muy importante", dijo.
UN FOCO CLARO
Además, sugiere tener socios locales y un foco claro de lo que se quiere comercializar y su destino. A eso, aconseja sumar el darse el tiempo para establecer relaciones de confianza con la contraparte. "Hay una frase muy interesante que dice que para hacer negocios no hay que hablar de negocios. El tema de las redes es clave", sostiene. Por último, destaca que Perú tiene la ventaja de ser un mercado muy cercano a Chile y donde se pueden comercializar bienes con mucho mayor valor agregado.
"Las pymes, sobre todo del sector manufacturero y agroexportador tienen importantes oportunidades para enviar productos con mayor tecnología".
En el caso de un país tan lejano como China el tema es distinto. "Lo primero es entender el mercado pero no solo desde los polos tradicionales, hay que entender la cultura o la comida que es un factor al que los chinos están altamente vinculados", advierte Hernán Jaramillo, que es agregado comercial de ProChile en el sur de ese país, específicamente en Cantón. Recuerda que siempre hay que tener presente que "estamos hablando de un país que tiene al menos cinco mil años de experiencia en todas las materias, y sobre todo en comercio".
El profesional señala que para una pyme es muy difícil abrirse paso sola en el gigante asiático y, desde ese punto de vista, el soporte que puede tener en ProChile es muy importante, precisando que bajo el concepto chino las instituciones gubernamentales son altamente respetables y reconocidas. "También es más fácil identificar el perfil que se está buscando", acota.
Jaramillo recomienda a las empresas no solo dirigirse a los enclaves más conocidos sino que también a otros que pueden presentar muchas opciones de negocios. "Para buscar nuevas oportunidades, los empresarios tienen que apuntar a ciudades que no son los grandes polos como Shanghai o Beijing. Además, hay que considerar que cada una de estas ciudades tiene distintas costumbres y eso influye: por ejemplo, un alimento puede ser más apreciado en el norte que en el sur", explica.
Por último, sugiere viajar a China y, sobre todo la primera vez, buscar la asesoría de ProChile estableciendo una agenda que le permita a la pyme aprovechar el tiempo al máximo.
ADAPTACIÓN
Su colega en Ciudad de México, Cristián Contreras, que lleva tres años en ese país, señala que para una pyme exportar no es sencillo, pero que sí se puede lograr. "En particular en México la red de una pyme no es la misma de una gran exportadora. Lo que hacemos es buscar instrumentos, ferias o reuniones que pueden adaptarse a la oferta o encontrar la necesidad del mercado para poder cubrirlo con una pyme chilena. No son grandes ferias, sino que muy específicas. Ese es el desafío", destaca el agregado.
Como ejemplo, recuerda cuando gestionó la visita de ocho pequeñas empresas del área farmacéutica. "En una mañana le expusieron sus productos a casi 80 compradores y eso es impagable", subraya.
Así, por ejemplo, se exporta crema de caracol y una pyme de Valparaíso, crema de polifenole del vino cabernet sauvignon.