Agricultores de la región se suman a reclamos por horario
economía. Acusan que la medida adoptada por el Gobierno disminuye un 10% la productividad del sector y que no ven voluntad política para modificarla.
Los agricultores de la zona se sumaron a la inquietud que existe en el sector, a raíz de las consecuencias que tiene la decisión de mantener el horario de verano para todo el 2015.
La medida, impulsada por el Ejecutivo a través del ministerio de Energía, fue implantada con el objetivo de ahorrar. Sin embargo desde el área agrícola advierten que la decisión resulta negativa por cuanto ha caído la productividad.
"La gente aproximadamente está llegando a las 8 horas a su lugar de trabajo, pero el inicio de las labores está partiendo entre las 8:30 y las 8:45 horas, mientras transcurre ese tiempo tiene que esperar", comenta el vicepresidente de la Asociación de Agricultores de Los Andes, Víctor Catán.
El dirigente agrega que los mayores perjudicados son los contratistas cuyas labores son remuneradas por trato. "El tener menos horas de trabajo lógicamente que disminuye la productividad de ellos tomando en cuenta que las actividades deben terminar a las 17:30 horas. No porque cambie el horario vamos a prolongar la jornada en la tarde porque legalmente no podemos", enfatiza.
En razón a ello asume que hay una baja de remuneraciones en ese caso y de productividad en lo que respecta a los trabajadores de planta. "Perder todos los días 45 minutos representa cerca del 10% de la labor diaria", comenta Catán agregando que no ve voluntad política para modificar el horario.
Una visión similar tiene la presidenta de la Asociación de Agricultores de Quillota y Marga Marga, Irene Salazar. "Esto pasa cuando se dictan medidas o decretos que no tienen nada que ver con la realidad", afirma tajante la líder gremial que lamenta que los distintos argumentos, no solo desde su sector, no hayan sido tomados en cuenta por las autoridades. "Y eso no pasa solo en el caso del horario sino que en otros temas que nos aquejan", afirma.
Explica que los trabajadores en su mayoría ingresan a las 8 de la mañana y a partir de allí tienen que esperar hasta una hora para comenzar a trabajar lo que se traduce en una pérdida de productividad que también estima que es al menos de un 10%.
"Esto también se traspasa al estado de ánimo de las personas porque cuando está oscuro eso conlleva una sensación de cansancio y somnolencia, hay que considerar que las faenas agrícolas se realizan con luz de día", advierte la titular del gremio de Quillota y el valle de Marga Marga.
Respecto a la posibilidad de que se reconsidere la medida manifestó que no es optimista. "Lamentablemente en las decisiones que se han tomado no hay una convergencia entre las cosas prácticas y lo que señala el papel, yo no veo muchas posibilidades de que esto se modifique", indica.
Al respecto, el seremi de Economía, Omar Morales, reconoce que existe alguna complicación en el área rural y que en esa línea hay que adaptar las labores.
"Entendemos que se puede generar una nueva forma de enfocar el trabajo donde las condiciones de luminosidad son esenciales para desarrollar la faena", indica junto con descartar que pueda existir un cambio en lo que resta de 2015 "puesto que generaría una serie de complicaciones".
"El tener menos horas de trabajo lógicamente
que disminuye
la productividad"