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Detractores de megatorres están optimistas en torno a la etapa final del proceso ambiental

MARGA MARGA. Califican de positivo que una empresa privada se haya sumado a la judicialización del proyecto. Alcalde de Limache lamentó la presión que existe para sacar adelante este tipo de iniciativas "a toda costa".

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Pese al apoyo tácito que el Gobierno ha dado al megaproyecto de transmisión eléctrica Cardones-Polpaico, al que considera estratégico para fortalecer el sistema de transmisión, en los opositores a la iniciativa existe optimismo de cara a la última fase de la evaluación ambiental, luego de que el titular del proyecto, la empresa Interchile, entregara en los últimos días la adenda con las respuestas a las observaciones formuladas al proyecto.

El optimismo se debe a dos factores: los presuntos errores y falencias que contiene el estudio respecto de una real línea de base medioambiental que mida los alcances ambientales del proyecto, y a que cada vez se suman más actores (esta vez del mundo privado) contra el proyecto energético, que busca construir una línea de 753 kilómetros entre las regiones Metropolitana y Atacama.

El biólogo Salvador Donghi, asesor del municipio de Zapallar, sostuvo que se encuentran revisando si la adenda complementaria presentada por Interchile, da respuesta al informe con observaciones. Sin embargo, planteó sus dudas debido a que en poco tiempo, se levantó información que requiere de un plazo mayor.

"Hay que recordar que uno de los principales problemas que tiene esto es precisamente el levantamiento de una línea de base representativa de la biodiversidad que hay en la Quinta Región. Pero el trabajo mínimo de un año esta empresa lo estaría haciendo en seis meses cosa que es imposible. Ahí vemos un tema que va a estar en incumplimiento y nosotros vamos a adjuntar los antecedentes porque este tema ya está judicializado, porque el recurso de invalidación ya está hoy en los tribunales ambientales", sostuvo Donghi.

El biólogo calificó como positivo que una empresa privada, en este caso Agrovivo, filial de Carozzi, haya interpuesto un recurso de protección en contra de Interchile, a quien acusa de ingresar sin su autorización a su propiedad en Colliguay, y realizar demarcaciones y trabajos sin el permiso debido, caso similar al que acusan vecinos de Lliulliu agrupados en Aguas Claras.

MÁS ACTORES

A decir del alcalde de Limache, Daniel Morales, en un principio la batalla contra las megatorres estaba encapsulada a los municipios, sin embargo, a poco andar se sumaron actores sociales relevantes.

"Yo valoro positivamente que más actores se incorporen a la oposición al proyecto. Quiere decir que una compañía (la filial de Carozzi) evalúa negativamente este proyecto, pese a que también necesita energía para moverse. Es una confirmación que el proyecto está mal diseñado, mal concebido, y esto de intentar sacarlo a toda costa no nos va a llevar a ningún resultado positivo", manifestó Morales.

Y agregó: "Tengo la esperanza de que finalmente la institucionalidad ambiental funcione. En este como en otros proyectos prácticamente uno no visualiza que exista una autonomía ambiental porque estos proyectos están cediendo ante la presión institucional de tener que hacerlos a toda costa. Lamento que un proyecto hoy esté por sobre la institucionalidad medioambiental".

El aspecto ecológico es uno de los aspectos que más utilizarán a la hora de oponerse los detractores del proyecto de Interchile. Al menos en esta zona, la cercanía del trazado propuesto por la empresa con la zona declarada Reserva de la Biósfera, será un elemento que usarán, principalmente porque están convencidos que la evaluación de flota y fauna del estudio de impacto ambiental es menos de un tercio de las especies realmente existentes y que evalúa el expediente de extensión de la Reserva de la Biósfera.

Ernesto Curti