Erradicar el trabajo infantil, un desafío de todos
Chile tiene 3 millones 330 mil niños y niñas entre 5 y 17 años. De ellos, 220 mil se encuentran en situación de trabajo infantil y el 90% de éstos en trabajo peligroso. Si bien estamos por debajo de la media de América Latina, el compromiso del Gobierno es erradicar toda forma de trabajo infantil de aquí al 2020. Se refiere a la participación de niños en forma de trabajo prohibidos y -más precisamente- en aquéllos que es preciso eliminar por ser social y moralmente indeseables.
Esto incluye niños ocupados por debajo de la edad mínima (menores de 15 años). A la vez, las peores formas de trabajo infantil caracterizado como "peligroso", o aquel que por su naturaleza o condición puede dañar su salud, seguridad o moralidad. Y en este mismo contexto, las peores formas de trabajo infantil o también "intolerable". Considera esclavitud, trata de personas, servidumbre por deudas, reclutamiento forzoso de niños para utilizarlos en conflictos armados, prostitución y actividades ilícitas.
Asumiendo el férreo compromiso de Chile con la infancia y la juventud, el Ministerio del Trabajo y Previsión Social lidera el Comité Contra el Trabajo Infantil y Protección del Joven que Trabaja, a cargo de la conmemoración del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil. Este 18 de junio, Valparaíso será sede de esta jornada uniendo a los ministerios de Educación y Justicia, Sename, Injuv, municipios y oficinas de protección de la infancia, y Carabineros y PDI, para comprometer más y mayores esfuerzos para potenciar la denuncia y fiscalización. Y para fortalecer la red de protección social, aportando en los desafíos del Consejo Nacional de la Infancia y la Juventud.
El trabajo infantil está íntimamente ligado a la situación económica de las familias. El 46% de estos niños reside en hogares del primer quintil de ingresos (más vulnerables) y el 23,6% al segundo quintil. Es decir, el 70% de ellos pertenece al 40% de los hogares de menores ingresos del país. Además de verse expuestos a abusos, informalidad y situaciones peligrosas, los niños y adolescentes ven reducida su asistencia y rendimiento escolar.
El derecho de todos los niños y niñas a estudiar y crecer sanos no puede verse vulnerado. No deben trabajar. Y en el caso de los adolescentes, la autorización para trabajar de los padres es obligatoria, como también la del empleador, en materia de formalidad y seguridad laboral.
Cabe recordar la Ley 20821, que "prohíbe autorizar a menores de edad a trabajar en recintos donde se realicen o exhiban espectáculos de significación sexual". Conmemoramos esta especial jornada, a replicar en nuestras ocho provincias, para decir que "erradicar el trabajo infantil en Chile, es un desafío de todos y todas".
Karen Medina E.