Feria de La Matriz y la Encíclica Laudato Si
Hace algunos días se realizó la III Feria del emprendimiento en el Bario Puerto de Valparaíso. Esta iniciativa ha sido iniciada y sustentada por la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad de Valparaíso, en alianza con La Corporación La Matriz y la Fundación para la Superación de la Pobreza (FSP). Ciertamente que no es la primera actividad de este tipo que se desarrolla en el Barrio Puerto, pero ésta tiene una diferencia específica con otras anteriores.
Hacer "algo" no cuesta mucho, el suceso es desafiante y atractivo. A veces produce adicción y, lo que es peor, es que junto con provocarnos una embriaguez de éxito de corto plazo, no genera soluciones sustentables de las problemáticas sociales.
En cambio, la transformación social que puede esculpirse con un proceso de innovación, y no de intervención, en una comunidad permite que ésta se transforme en un activo agente de cambio sustentable y sostenible que augura emprendimientos capaces de crear confianzas y generar capitales sociales de primer orden.
Hace solo algunas horas el Papa Francisco ha hecho pública su Encíclica Laudato Si'. En ella se lee: "Cuando se habla de «uso sostenible» siempre hay que incorporar una consideración sobre la capacidad de regeneración de cada ecosistema en sus diversas áreas y aspectos" (n.140).
Esta afirmación nos permite evidenciar otra razón para alegrarnos de la III Feria de Emprendimiento, toda vez que solo entregando innovación para el capital social se podrán sembrar las bases de un desarrollo armónico y ecológico. Fortalecer las iniciativas personales y colectivas es el mejor modo de preparar la matriz en la cual se desarrolla un modo nuevo de ver el emprendimiento social. Esto ya no está asociado a la suma de iniciativas personales y egoístas, sino que con un modo de vivir la vida individual al servicio y en sintonía con la comunidad que le rodea y, a la cual, sirve (y no se sirve).
La Feria del Emprendimiento es solo una muestra de la integración que deben tener las iniciativas públicas y privadas que desean consolidar procesos de innovación social. Estas no formarán parte de una economía ecológica si se les dirige como actos puntuales a ser vistos o destinados a ser noticia de un día. ¡Cuánta iniciativa integral y transversal se requiere hoy!
La fragmentación de los instrumentos de promoción social son muy favorables, pero si éstos y quienes los desarrollan no comienzan a transformarse en integradores de espacios ecológicos de humanidad, difícilmente podrán constituirse en herramientas de transformación social. La cultura de la confianza, tan innovadora e integradora, es lo propiamente ecológico, incluso en los ecosistemas de desarrollo social.
Gonzalo Bravo Álvarez
Párroco de la Parroquia La Matriz