"Estamos en una cultura cortoplacista, llena de tips, (...) donde la gente tiende a tomar atajos para el placer, que no se da cuenta de que si descuida los sectores más profundos del ser, acaba perdiendo el sentido", afirmó Rodrigo Jarpa, doctor del Instituto de estudios avanzados de la sexualidad humana, de San Francisco, California, quien dio una charla sobre el tema a estudiantes de las universidades Federico Santa María, Católica de Valparaíso, de Playa Ancha y Valparaíso, en el marco del Programa Alerta.
"Con este modelo tan disociado, luego es difícil tener una relación estable, placentera y perdurable en el tiempo", continuó el psicólogo, porque "desgraciadamente el sexo desenfrenado, el alcohol y las drogas están asociados a rockstars, a modelos deseables".
Esta conducta acarrea problemas como el aumento del riesgo de enfermedades de transmisión sexual, por lo que, a juicio del especialista, "el trabajo en esta área tiene que ir más allá de entregar información, sino que formar criterio, dar valores", ya que los jóvenes están expuestos a "diferentes situaciones que nos llevan a volvernos monos, primitivos, como la excitación, que se da con más fuerza en los hombres y los lleva a hacer cosas que quizás no harían en otro estado, a diferencia de las mujeres, quienes pueden estar excitadas a nivel fisiológico, pero no subjetivo", mediante sustancias estimulantes como el alcohol y las drogas.
Ahí, según Jarpa, "nos transformamos en seres hedonistas, que ponen el deseo y el placer sexual en el cuerpo, que permanece lo que dura ese cuerpo, que está envejeciendo"; es decir, somos manipulados como objetos y no como personas, en una "ley del goce, del todo vale, donde no hay límites del todo concretos", puntualizó el también miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Por eso es importante el "mindfulness", es decir, "el estar atento a uno mismo, aquí, ahora", conducta que lleva a "sentir el placer que está dentro de todos nosotros, lo cual permite, a diferencia del hedonismo, establecer una conexión con el otro". Frente a la pregunta de si es correcto llevar a la práctica lo propuesto por Cincuenta sombras de Grey, Rodrigo Jarpa explicó que "los latigazos y los juegos, están bien, es challa, como en un cumpleaños, siempre que eso no constituya el vínculo en sí, porque challa, challa es".