Bastó un poco más de media hora para que la familia Seguel Acuña, que vive en una pequeña casa justo en la intersección entre los cerros La Cruz y Las Cañas, viviera una de las noches más terribles de su vida: a punta de pistolas, diablos, máscaras y alambres, cuatro delincuentes despertó, amenazó, golpeó y robó al matrimonio de feriantes y su hija de 26 años en plena madrugada, $4 millones, dos televisores plasma y algunas joyas de menor valor.

Los antisociales saltaron la reja metálica, gracias a que la casa está en una plataforma inferior respecto a la calle, e ingresaron por la ventana de la cocina a la vivienda, mientras todos dormían después de un sábado de duro trabajo en la feria del estero de Viña del Mar, donde la pareja trabaja hace más de 20 años junto a Paola.

Recaudación

Como muchos microempresarios, se llevaron la recaudación de la semana para guardarla en la casa, y luego de ver televisión por un rato, se durmieron cerca de la medianoche.

Pero a eso de las 3:30 de la mañana, el plácido descanso se transformó en terror: dos hombres apuntaban a la cabeza de Paola, y uno lo hacía con una especie de diablo, mientras ella recién se despertaba con los gritos, amenazas y forcejeos. Entretanto, el cuarto sujeto esperaba fuera de la casa en una camioneta lista para la carga.

"Entrégame toda la plata, yo sé que la tienen acá, y apúrate porque si no te voy a matar", dice que le gritaban. "Yo les dije que no tenía plata y empezaron a botar todo, buscando", relata.

Cuando no encontraron nada en su pieza, la tomaron y la llevaron al dormitorio de su mamá, Rebeca Acuña, de 56 años, para insistir por el dinero. Luego llegaron a la pieza de su papá, Héctor Seguel, de 63 años y para forzarlo a decir dónde había dinero, lo amenazaron con las pistolas, le pegaron con el diablo en la cabeza y lo amarraron boca abajo en la cama.

"Me pegaron harto, me pusieron la pistola en la cabeza, pero yo no podía hacer nada porque me tenían amenazado con que si hacía algo o llamaba a alguien, iban a abusar de mi mujer y mi hija. Me quedé quieto para que no les hicieran nada a ellas. No teníamos cómo defendernos porque era muy peligroso. Fue terrible. Somos gente de esfuerzo y nos hacen esto", dijo el padre de familia angustiado.

"Nos estaban vigilando"

"Teníamos la recaudación en efectivo y ellos decían que nos estaban vigilando hace una semana", dijo Rebeca Acuña, llorando todavía de miedo.

Luego les pidieron las joyas y como no tenían, le quitaron una gargantilla y una pulsera de oro a Seguel padre. "Siguieron revisando, nos preguntaban por la caja fuerte, pero no tenemos. Al final se llevaron también dos televisores de plasma, y los tres celulares, en total unos $7 millones, y luego nos amarraron con unos alambres", dijo Paola.

Después, los delincuentes les quitaron las llaves y salieron por la puerta de la casa, por lo que ayer tuvieron que cambiar la chapa de su vivienda.

Cuando se lograron soltar, fueron donde una vecina y, desde ahí, llamaron a Carabineros que ya inició las primeras indagatorias. Tanto la familia víctima del asalto, como los vecinos sospechan de quienes llegaron hace poco más de un año a unos departamentos a media cuadra de la casa.

"Me pusieron la pistola en la cabeza, pero no podía hacer nada, me dijeron que si hacía algo iban a abusar de mi mujer y mi hija"

La indagación preliminar del asalto la comenzó a realizar la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de Carabineros, luego de que los efectivos de la Tercera Comisaría Norte de Valparaíso llegaran a la casa después del asalto. El capitán Paulo Jiménez precisó que "la SIP de Carabineros está investigando, está realizando diligencias. Hay algunas hipótesis, se están haciendo empadronamientos, entrevistando a posibles testigos". El capitán sostuvo que se trata de un delito "normal" en Valparaíso, y afirmó que "sí han ocurrido otros robos similares en otros lados, no es la primera vez que se denuncia".

Pamela Boltei

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delincuentes

fueron los que realizaron el robo con armamento en la casa de cerro Las Cañas.