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Bajas ventas y altos arriendos asfixian a históricos locales de Av. Valparaíso

VIÑA DEL MAR. Gremios señalan que se han cerrado unos 10 locales emblemáticos del sector mientras que los ingresos han caído en hasta un 40 por ciento.
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Aunque algunos puedan decir que es un fenómeno cíclico, en el día a día varios dueños y trabajadores de locales comerciales en la avenida Valparaíso viven angustiados por las bajas ventas de sus negocios y la poca rentabilidad que obtienen al tener que, además, pagar cuantiosas sumas de dinero por los arriendos en uno de las calles más transitadas de Viña.

La situación, en algunos casos, ha generado que las ventas de algunos locales bajen hasta en un 40%, lo que mantiene funcionando, pero asfixiados, a los locatarios históricos del centro de la ciudad.

José Araneda, dueño de la panadería San Lorenzo, cuenta amargamente que "los arriendos se cobran en UF y los números no dan para mantenerse, ni siquiera para que los negocios subsistan, ni tampoco para autofinanciarte. Acá yo pagaba 120 UF, me la bajaron a 100 hace 2 meses, pero ni así te da. Creo que hace un año vienen bajando las ventas progresivamente y los retail han sido fundamentales; la baja se notó bastante con la apertura del Lider Express. Yo acá vendía 10 sacos en el mesón y ahora hago 7".

Araneda sostiene que sus ventas "proporcionalmente creo que han bajado un 40 %, pero tampoco puedo andar despidiendo a mis trabajadores por esto. ¿Cómo funciono con menos personas? Una persona te la exige sanidad en la caja, después tengo las personas que atienden en uno y otro sector del kocañ. Para poder mantener a algunos panaderos tuve que despedir a uno de tres, y no porque a mí me salga más barato, porque yo pago igual por saco, y si lo divido en tres no les alcanza para vivir y comienzan a emigrar".

Cierre de locales

La preocupación crece cuando Araneda recuerda que a una cuadra de la panadería cerró hace poco una verdulería, y el local donde estuvo una lavandería por muchos años no ha podido ser arrendado todavía. También comenta que "tengo amigos que tienen tiendas en la Galería Paseo del Mar y también se han ido o andan apenas. La alimentación es lo único que se mantiene, aunque a costa de no subir los precios para los clientes, lo que repercute negativamente en la rentabilidad. Yo vendía 200 tortas el fin de semana y hoy vendo 50. Este fin de semana no vendí ni una sola… ¡ni una!", reclama

Andrés Arenas tiene el centro de llamados e internet Villanelo, y cuenta que el problema se da por los costos de la implementación del negocio y el canon de arriendo que, dice, es muy elevado. "Este local, por ejemplo, cuesta entre 25 y 30 UF con este tamaño, que es pequeño. Es súper alto, nosotros tenemos que sacarnos la mugre para poder llegar a eso y cumplir. Mi vecino tuvo que cerrar, ahora se puso un local de pizzas y los chicos ya están aburridos porque no les va bien. Otro vecino se fue hace cinco meses y ese local sigue cerrado".

Para él la explicación es una sola: "Desde que partió la reforma tributaria la gente se guardó el dinero, y hay un margen de menos venta de un 25% y ha sido súper difícil".

Edgardo Reyes, del local Chocavip, ha visto cerrar frente a sus narices las dos jugueterías de calle Echevers con Arlegui, y cuenta preocupado que "cuando se van los negocios, los dueños suben los precios de los arriendos, entonces por eso es que cuesta tanto que se recuperen. Un local como ese cuesta $3 millones de arriendo, y quien quiera adquirirlo ahora tendrá que, además, pagar el mes de garantía a la corredora y, por si fuera poco, tener varios millones más para comprar la mercadería y pagar a los empleados. Realmente es asfixiante".

"Mi hermano, que es el dueño de este negocio más pequeño, también ha estado pensando en dejarlo, porque la venta en estos últimos cinco meses ha bajado entre un 35 a un 40%. Nosotros comprábamos normalmente dos veces a la semana una buena cantidad de mercadería y había que reponer a los tres días; ahora uno tiene esto toda la semana y las cosas están igual", agrega.

"Todos cierran"

El presidente de la Asociación de Comerciantes del centro de Viña del Mar, Eric Richter, sostiene que efectivamente "en el último tiempo han habido varios locales que han tenido que cerrar", pero aclaró que "eso necesariamente obedece a la típica dinámica del comercio. Hay que recordar que tenemos 1.500 tiendas en el centro de la ciudad en donde un porcentaje altísimo es de tiendas de tamaño mediano o pequeño. En ellas, principalmente, es el dueño o un vendedor o empleado el que atiende ese negocio. Casi el 75% de los locales son de ese tipo, y por eso son muy sensibles cuando les va mal; eso se transforma en un problema gravísimo, lo que no pasa con los locales grandes como Casa Ideas, la zapatería Camelia o Falabella".

Pese a la situación que detallan los comerciantes de la calle Valparaíso, Richter pone paños fríos rápidamente. "Que la calle Valparaíso sea el sector más importante del comercio de la ciudad no significa que nadie cierre. Es como la vida misma, unos nacen y otros mueren. Lo importante a considerar es el hecho de que la calle Valparaíso es la que tiene mayor venta en Viña del Mar, eso siguen diciendo nuestras estadísticas", afirma, pero reconoce que lo que dicen los locatarios "es real, las bajas ventas y la incertidumbre está, y es lo peor que puede ocurrirle al comercio porque cuando uno comienza a sentir miedo de que le va a ir mal, empieza a cerrar cuentas. No queremos que pase eso, pero a veces, y sin querer politizar esto, las reformas educacionales y tributarias hacen que la gente compre menos también".

Desequilibrio oferta y demanda

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A juicio del presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar, Rodrigo Rozas, la situación no es menor. "El escenario comercial de Viña del Mar es totalmente competitivo con desarrollo de diferentes polos comerciales y categorías de negocios, lo que en la práctica podemos traducir a sectores históricos que de alguna manera se debilitan, pierden fuerza o simplemente contraen sus ventas hasta un posible cierre. En consecuencia, existe un crecimiento fuerte de la oferta con un débil aumento de la población consumidora, lo que finalmente se visualiza en comercios con poca capacidad de reinventarse debido a los pocos flujos y utilidades muy marginales", dijo el líder gremial, quien reconoce el cierre de diez locales emblemáticos del sector.