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El título de la Roja en la mirada de tres históricos subcampeones de Copa América

fútbol. Finalistas del torneo en 1979 y 1987 analizan el primer festejo chileno.
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El triunfo de Chile sobre Argentina y la consecusión de la primera Copa América para nuestro país, de seguro dejará varias postales para el recuerdo, en una noche histórica.

El encuentro frente a los trasandinos se resolvió por penales, apenas detalles que definen a un campeón. Y lo mismo sucedió en las cuatro ocasiones anteriores en que Chile alcanzó las instancias finales del torneo, pero en la que no pudo alzar el ansiado trofeo.

El primer subcampeonato data de 1955. Ahí, el Campeonato Sudamericano de Selecciones (como se llamaba en ese entonces el torneo) se desarrolló en Santiago, entre el 27 de febrero y el 30 de marzo, en una modalidad en que seis selecciones participantes jugaban entre ellas.

Cinco duelos, y Chile finalizaba segundo tras Argentina, con siete puntos, dos menos que la Albiceleste que le ganó a La Roja en el último duelo. Primer vicecampeonato.

El segundo llegaría apenas un año más tarde. Bajo la misma modalidad, se desarrolló en Montevideo, Uruguay, y los locales se quedarían con el certamen, consiguiendo nueve unidades, tres más que Chile, que sumó un nuevo segundo lugar.

el recuerdo del 79' y 87'

En 1979 el torneo se dividía en tres grupos, pero sin sede fija, las selecciones jugaban partidos de ida y vuelta. Chile ganó su grupo, y en semifinales dejó en el camino a una de las mejores selecciones peruanas de todos los tiempos. "Ese torneo fue muy duro, porque teníamos que ir a jugar a cada uno de los países que nos tocara enfrentar", recuerda Elías Figueroa, uno de los estandartes de ese equipo.

En la final, la Roja se mediría ante Paraguay. Con una victoria guaraní por 3-0 en Asunción y una chilena por 1-0 en Santiago, el campeón se definió en un partido en cancha neutral. El duelo en Buenos Aires quedó igualado 0-0, por lo que los paraguayos se quedaron con la Copa gracias a la diferencia de goles. Era el tercer subcampeonato para Chile.

Finalmente, en 1987 se consiguió un nuevo segundo lugar. El torneo se jugó bajó la modalidad actual en Argentina y en la final Chile se midió con Uruguay. "La final de 1987 me dejó para siempre un recuerdo de dulce y agraz. Fue la satisfacción de haber llegado a la final, porque teníamos un buen juego y argumentos, pero caímos por detalles", recuerda Eduardo Gómez, zaguero de esa escuadra.

El defensor ovallino precisa que "no hubo una superioridad de Uruguay, pero nosotros no estuvimos a la altura de partidos anteriores". Y a la postre, los celestes se quedaron con el trofeo ganando el partido por 1-0.

El sábado pasado, sin embargo, la historia cambió. Orlando Aravena, técnico de Chile en 1987, dijo que los de Sampaoli "anduvieron bien durante toda la campaña, y sentí un poco de nostalgia porque al fin se pudo conseguir este torneo". El estratego le da el crédito al casildense, ya que "los cambios me parecieron muy bien, porque no todos los partidos se afrontan de la misma manera", dijo Aravena.

Para "Don Elías", el triunfo ante Argentina "fue un justo premio para el equipo que mejor jugó", y en lo personal dice que sintió "una profunda alegría, al igual que todo el pueblo de Chile".

En tanto, el "Mocho" Gómez siente que "por fin nos sacamos esa espina clavada de tantos años sin conseguir un título, y lo mejor es que fue bien jugado y bien ganado ante una potencia futbolística de nivel mundial".

Los subcampeones chilenos en cancha hoy se sienten más campeones que nunca, y celebran con orgullo un título que estuvieron tan cerca de alzar. "Antes de la final sólo tenía recuerdos gratos, ahora disfruto como todo el país", reconoce el estratego Aravena.

"Esta generación puede seguir dándole satisfacciones a Chile", augura el tres veces mejor jugador de América, Elías Figueroa. En tanto, Gómez señala que "este grupo de jugadores demostró lo comprometidos que estaban, era el momento para ganar la Copa y lo hicieron, así que feliz".