En 2007 el Instituto Cervantes creó la Caja de las Letras, un peculiar espacio que se asemeja a la bóveda de un banco, donde escritores de España e Hispanoamérica pueden guardar sus tesoros más preciados y decidir la fecha en que esos documentos saldrán a la luz pública.
Entre las personalidades que ocupan una de las cajas fuertes está el chileno Nicanor Parra, que obsequió su legado en 2012 y fijó la fecha de apertura el 5 de septiembre de 2064. Hasta ayer era el único escritor nacional que figuraba en el listado, pero ahora se sumó Jorge Edwards.
SUS GRANDES TESOROS
El autor, de 84 años, llegó ayer hasta la sede principal del Instituto Cervantes, en Madrid, para depositar dos cartas y ejemplares de "El patio", "Gente de la ciudad" y "Persona non grata".
Una de las epístolas la guardó cerrada, y de ella solo dijo que la recibió cuando tenía 35 años de parte de una mujer que en ese tiempo tenía 38. "Una carta que seguirá siendo indiscreta en 2035", año en que fijó la apertura de la caja, específicamente el 8 de julio.
Sobre el contenido de la otra misiva se explayó más, al contar que se trata de una que le envió el ensayista y editor cubano José Rodríguez Feo, la cual recibió en marzo de 1971, tras salir de Cuba después de una conversación con Fidel Castro sin poder despedirse de su amigo y que le llegó a Barcelona, a la casa de Mario Vargas Llosa.
En cuanto al ejemplar de "El patio", un libro de pequeñas historias reflejo de esa etapa de su vida en la que vivió "en un mundo de historias" que pasó tras una fase de "poesía imitativa", dejó una prueba de imprenta.
También incluyó un ejemplar de su segunda obra "Gente de ciudad", con la que quiso hacer un homenaje a "Dublineses" de James Joyce, el libro de cuentos que más le ha gustado en toda su vida; y otro de "Persona non grata", el que "discretamente" compró su padre cuando se publicó a pesar de que no simpatizaba mucho con su afición a la literatura: "Me decía que en todo caso escribiera sobre algo interesante, como la historia de la industria del cobre en Chile", recordó el Premio Cervantes 1999.
En la ceremonia, el director de la institución, Víctor García de la Concha -que le entregó a Edwards un certificado acreditativo del depósito y una llave simbólica de la caja-, aseguró que el autor se encuentra en la categoría de los "imprescindibles" y los clásicos.
Además, lo calificó como un escritor excepcional, ensayista valiente y riguroso, periodista atento, diplomático y amigo, quien "lleno de finura y humor ha regalado obras maestras".