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Muere un supuesto líder del Estado Islámico

asia. Hafez Sayeed falleció junto a otros 29 insurgentes en un bombardeo realizado con un dron estadounidense.

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El supuesto jefe del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Afganistán, Pakistán e Irán, Hafez Sayeed, murió junto a otros 29 insurgentes en el bombardeo de un avión no tripulado (dron) estadounidense en el este afgano, según informó ayer una fuente oficial.

El bombardeo en el que murió el líder de la agrupación extremista, se produjo la noche del sábado en el distrito de Achin, en la provincia de Nangarhar de Afganistán, cerca de la complicada frontera con Paquistán, según informó un comunicado de los servicios secretos de inteligencia afganos NDS.

"Como resultado del bombardeo murieron 30 insurgentes, incluido Hafez Sayeed, el líder del EI en el autodenominado estado de Khurassan (territorio que abarca Afganistán, Pakistán e Irán)", señala la nota.

Los servicios de inteligencia afganos detallaron en el comunicado que fueron ellos los que proporcionaron a las fuerzas de Estados Unidos los datos sobre la localización exacta de los insurgentes del "grupo terrorista Daesh" (el acrónimo del EI en árabe).

Un vocero de la Junta Directiva de Seguridad Nacional de Afganistán, Abdul Hassib Sediqi, señaló que el ataque de la noche del viernes mató al líder de la filial del grupo Estado Islámico.

Funcionarios de la OTAN se negaron a comentar inmediatamente sobre la declaración. En tanto, el vocero de las fuerzas de Estados Unidos y Afganistán, el coronel del ejército norteamericano Brian Tribus, confirmó que los estadounidenses llevaron a cabo un ataque aéreo en el distrito Achin de Nangarhar, pero se negó a dar más detalles.

NUEVA BAJA

Este es el segundo gran golpe contra el EI esta semana en el país asiático, después de que el lunes otro bombardeo estadounidense en el distrito de Achin matara al supuesto jefe adjunto del grupo yihadista en Afganistán y Pakistán, Gul Zaman.

Estas bajas dentro de la cúpula del EI en Afganistán se suman a la muerte el pasado febrero, en la provincia meridional de Helmand, del supuesto gobernador adjunto del EI para el sur de Asia, Abdul Rauf Khadim.

El Gobierno de Afganistán emprendió la semana pasada una operación contra el Estado Islámico, en una nueva estrategia de seguridad contra el grupo radical, además de continuar con el operativo contra los talibanes.

En las últimas semanas, decenas de insurgentes murieron o resultaron heridos en choques armados entre los talibanes y el EI por el control de varias áreas de la provincia de Nangarhar.

La llegada del Estado Islámico a Afganistán se produce en un momento de tibio acercamiento entre los talibanes y el Gobierno afgano.

Por otra parte, el martes pasado se produjo en Pakistán el "primer encuentro oficial" entre una delegación de los talibanes y el Gobierno afgano, lo que podría suponer el preámbulo de unas negociaciones de paz que buscan poner fin a trece años de guerra civil en Afganistán.

Una explosión de un coche bomba frente al consulado italiano en Egipto ayer, causó un muerto y diez heridos. El consulado, situado en una zona comercial de la capital egipcia, estaba cerrado por ser fin de semana. El atentado ocurrió en El Cairo y despertó el temor de que los terroristas tomen como blanco a los extranjeros. La autoría del ataque fue asumida por la rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico, que aconsejó "a los musulmanes alejarse de todos los lugares de seguridad que son objetivo de los ataques de los muyahidines (guerreros santos)".

Carolina Collins/Agencias