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Roberto Bravo promete un concierto de "nostalgia y muchos recuerdos"

MÚSICA. El pianista presentará su último disco dedicado a su madre, junto a la Flor del Recuerdo y Monserrat Prieto.
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El primer sueldo que recibió Roberto Bravo como pianista fue por una presentación en el Teatro Aula Magna de la Universidad Federico Santa María, cuando tenía 12 años. Ahí comenzó una especial relación con este lugar, que ha sido el escenario de múltiples conciertos y que este domingo vuelve con una emotiva y romántica presentación.

"Mi padre fue uno de los alumnos fundadores de la universidad. La última vez que él pudo viajar lo llevé para sentarnos un rato en la puerta y mirar juntos el mar. Hay una cosa afectiva", recuerda el pianista. Y si bien es un lugar que le produce nostalgia, también destaca que "es la sala con mejor acústica de Chile. Se escucha bien, el sonido llega a todas partes. El piano es muy bueno y ya me siento como en casa".

EMOTIVO CONCIERTO

Este domingo el pianista presentará su último disco de boleros. "Bésame mucho", "Historia de un amor" y "Contigo a la distancia" son algunas de las canciones que darán vida a este concierto. Pero esta vez no se subirá solo al escenario, pues en esta presentación estará acompañado del quinteto de boleristas La Flor del Recuerdo y la violinista Monserrat Prieto.

"Este es un concierto difícil. Siempre digo que deberíamos tocar estos conciertos con la coronaria en la puerta. Hay mucha emoción y una cosa amorosa muy linda entre nosotros, como músicos y también con el público. Los arreglos son maravillosos", comenta Bravo.

NUEVO DISCO

Con este nuevo trabajo discográfico el pianista ha querido rendir un homenaje a su madre, pues el gusto por el bolero viene de ella, quien le transmitió la pasión por el piano y la música popular. Además, eligió para la portada una fotografía de su álbum familiar. Bravo recuerda que esa imagen "es del día que toqué en la Radio Minería, tenía cuatro años. Mi mamá me llevó a un concurso de talentos".

Aunque trabajó el año pasado en este disco, uno de los momentos más emocionantes de este año fue entregarle el álbum a su madre y decirle "gracias por ayudarme a estar donde estoy. Al final de la vida lo que uno termina diciendo es gracias mamá y papá".

Por otra parte, el pianista explica que este disco también tiene una historia personal en relación al amor y el desamor. "Cada uno de nosotros tiene recuerdos felices y otros tristes. El género del bolero es el mejor de todos para expresar esos sentimientos", sostiene.

MÁS ALLÁ DE LO CLÁSICO

El pianista durante su carrera ha trascendido los márgenes de la música clásica, explorando con éxito otros géneros. En los últimos años se ha presentado con "Noche de película", concierto en el que participó su hijo interpretando melodías que dejaron huella a través del Séptimo Arte; y con "Bravo Piazzolla", en el que realizó un homenaje al compositor argentino Astor Piazzolla.

No obstante, aclara que la exploración de nuevos género no significa que haya "dejado la música clásica, sencillamente me he abierto como muchos a otros estilos que me interesan y conmueven, como es el caso del bolero y el tango, pero no soy el único. Desde chelistas, la Orquesta Filarmónica de Berlín hasta otros artistas han incursionado en todo de música (...) Pero mi repertorio tradicional sigue estando ahí".

A pesar de que siempre tiene un calendario bastante ajetreado, su agenda se divide entre conciertos escolares y diversas actividades para estimular su desarrollo y talento. Generalmente, durante sus presentaciones invita a diversos jóvenes para que vivan la experiencia de tocar en público. "Trato de compartir escenario con talentos lo más que puedo. Así, voy descubriendo talentos, como la Monserrat", comenta Bravo.

Luego de su presentación en Valparaíso el pianista recorrerá diversas ciudades del país, pero volverá en agosto a la región para realizar un concierto en Quilpué junto a jóvenes talentos de la zona.