Un duro cuestionamiento a la falta de información, a la carencia de medidas de compensación y a la ausencia de una valoración real del impacto ambiental hicieron algunos expertos al proyecto del megahotel Decameron en las dunas de Ritoque.
Las objeciones fueron presentadas tras una reunión con la comunidad que realizó el titular de la iniciativa en Quintero, como parte del proceso de tramitación ambiental.
"A nosotros nos extraña que existan varias falencias en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que presentó Decameron porque hay problemas con el levantamiento de arqueología, la utilización del agua, el impacto real al ecosistema y las medidas de reparación y compensación que no están incluidas", afirmó el experto en la materia y exdecano de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), Manuel Contreras.
El especialista, vocero de los 14 académicos que trabajaron en la valorización de los sitios de alta conservación de la región -donde se incluyen el Humedal de Mantagua y las dunas de Ritoque-, precisó que "en fauna ellos (titulares del proyecto) mencionan que se van a ver pequeños mamíferos y lagartijas en el lugar, dejando fuera de observación las aves migratorias que son de vital importancia en el sector. Lo mismo pasa con la flora, donde se contemplan 40 especies y nosotros encontramos alrededor de 70".
Agregó que a raíz de esta información "hay aprensiones con el análisis de riesgo por ser una zona de inundación de tsunami y porque no consideran la desembocadura del Aconcagua, que también es un sector que se verá dañado en el ecosistema. Consideramos por la obra, que el área afectada es mayor y necesita medidas de compensación y reparación ambiental", detalló Contreras.
"TIERRA REFORESTADA"
Álvaro Garfias, gerente general de Novum, la empresa encargada del proyecto hotel Decameron, reconoció que "efectivamente no tenemos medidas compensatorias porque no estamos causando impactos importantes al ecosistema y lo que corresponde en este caso son medidas de mitigación".
El ejecutivo explicó que "si estuviésemos cercanos al humedal, obviamente tendrían que existir medidas compensatorias, pero estamos situados en una tierra reforestada, con especies introducidas y los impactos que estamos provocando no son atendibles por medidas compensatorias, sino más bien de mitigación, y esas están contempladas en el proyecto".
Sin embargo, esto es refutado por Manuel Contreras, quien subrayó que hay precariedades en el proyecto en torno a medidas ambientales. Siendo de vital preocupación -dijo- la planta desalinizadora que considera Decameron que, según Contreras, utilizará las napas subterráneas para extracción de agua en una zona carente de suministro.
Por su parte, Garfias sostuvo que "nosotros vamos a hacer un aporte a las aguas del acuífero a través de la extracción del agua de mar. Hemos estudiado un sistema inédito en Chile, porque es a través de pozos de captación que están ubicados en la arena de playa, tubos que están protegidos por seguridad de 8 pulgadas de diámetro y 30 metros de profundidad de manera de asegurarnos que el agua que se va a captar es absolutamente salada".
"Aclaramos muchas dudas respecto a la desinformación del proyecto, la gente quedó mucho más tranquila"
Dentro de las medidas de mitigación que contempla el proyecto, afirmó Garfias, se considera repavimentar el camino de la playa de Ritoque, que generará un acceso al hotel, y hacer una ciclovía que dará conexión con el lugar. A esto se agrega una reforestación del sitio, un traslado de la fauna existente en el lugar y la incorporación de especies nativas.
Katherine Escalona M.