Secciones

Tribunal rematará 535 hectáreas de Sociedad Curauma S.A. tasadas en US$ 42 millones

JUDICIAL. Subasta pública será el 15 de septiembre. Municipio estima en 4 mil millones deuda de la inmobiliaria en quiebra.
E-mail Compartir

Tras dos intentos fallidos y una maraña legal que se extiende desde el año 2012 producto de una denuncia por apropiación indebida por parte de CMR Falabella, que inició la debacle del grupo económico liderado por Manuel Cruzat Infante, a lo que se sumó la declaratoria de quiebra el 2013, el Segundo Juzgado Civil de Santiago fijó fecha para el próximo 10 de septiembre para realizar el remate de 535 hectáreas de la Sociedad Inmobiliaria Curauma, uno de los activos más valiosos de la empresa desarrolladora de proyectos.

De acuerdo a la tasación realizada por un perito fiscal, el paño de terreno que comprende tres lotes en el sector de la Luz de Curauma y otro predio en el fundo Las Cenizas, el precio mínimo de la subasta pública debería ser de US$ 42 millones, equivalente a 1.116.262 UF.

Aunque la junta de acreedores había pedido una tasación a otra consultora, que estableció como precio mínimo 400 mil UF (US$ 15 millones), finalmente las tratativas no prosperaron debido a que agentes inmobiliarios declinaron participar en la fórmula de venta del cotizado predio, por no ofrecerles garantías suficientes para obtener el pago de sus comisiones.

Sin embargo, analistas dudan que surjan oferentes por el 1,1 millón de UF que se pide, pues las ofertas previas están lejos de dicho monto. Si la subasta ante el tribunal no prospera por falta de ofertas, se estima que habrá que bajar el precio hasta las 700 mil UF que había fijado la junta en una primera instancia.

Cabe consignar que dentro del grupo de acreedores de la Sociedad Curauma S.A., el principal es la Tesorería General de la República, con un 46%, equivalente a US$ 30 millones, pero también aparece la Municipalidad de Valparaíso, cuyo alcalde, Jorge Castro, estimó en cerca de 4 mil millones de pesos impagos por concepto de impuestos de territoriales, de retiro de basura y contribuciones.

La autoridad comunal enfatizó que efectuarán las acciones "hasta recuperar el último peso adeudado" por la inmobiliaria, junto con adelantar que el nuevo instrumento territorial que se elabora para el seccional Placilla-Curauma incluye una serie de gravámenes en materia de construcción para los nuevos dueños de ese paño de terreno, ya que se busca la protección del entorno natural del Tranque La Luz y algunas construcciones históricas como la hidroeléctrica El Sauce, el acueducto y el Salto del Agua.

"SITUACIÓN CAÓTICA"

El alcalde Castro sostuvo que por largo tiempo han esperado el desenlace judicial tras la quiebra de la inmobiliaria, que implique conocer los antecedentes e información por parte del síndico de quiebra, para tener claridad respecto al nuevo escenario legal.

"Hoy día tenemos una situación caótica, en que administrativamente el síndico no ingresa los pagos respecto a lo que son las gestiones de aseo, las gestiones de cortafuegos, de protección de emergencia, en que no ha habido ni un solo peso, y la ciudad ha debido seguir enfrentando una situación que ya fue caótica, ya que ninguno de los pagos por conformación de sociedades fueron hechos al municipio de Valparaíso y hay una gran deuda, por eso que formamos parte de ese grupo de acreedores, con una deuda estimada en cerca de los $ 4 mil millones", detalló Castro, sumando multas e intereses acumulados.

El caso de Curauma S.A. se ha transformado en una de las principales preocupaciones para el municipio, ya que la deuda no se detiene en caso de continuar con un síndico de quiebra, realizar un remate o si surge un oferente que se quede con esta gran extensión de hectáreas, en una de las zonas más apetecidas de la ciudad.

El jefe comunal criticó que la sociedad inmobiliaria "tuvo muy poco compromiso con la ciudad"; sin embargo, el nuevo escenario permitirá tener "un propietario conocido de estas 500 hectáreas, donde todo el entorno del tranque La Luz tiene un área de congelamiento (en el ingreso de nuevos proyectos) que es el trabajo que se está haciendo respecto al actual Plan Regulador".

Con ello existe la posibilidad de que el plano regulador del seccional Placilla-Curauma sea un instrumento que dé cuenta de "qué es lo que queremos como desarrollo para ese sector y la posibilidad de ser incorporado en una cantidad importante de hectáreas respecto a la planificación que tiene la ciudad vía Pladeco, en el cual la comunidad de Placilla y Curauma tendrá la oportunidad de aportar importantes iniciativas en ese proceso de planificación comunal".

Castro reiteró que se busca dar "una señal" de que el tranque La Luz "debe tener una protección y nuestra firme intención, mientras dura el proceso de quiebra, de tener especial cuidado y responsabilidad de incorporarnos para ir haciendo el aseo y sacar un importante tonelaje mensual, porque seguimos entendiendo que todo lo que es el tranque La Luz y su entorno debe ser propiedad de la ciudad de Valparaíso. Vamos hacer todos los esfuerzos para que esto algún día se haga realidad".

Respecto a la regulación de los proyectos inmobiliarios en dicha zona con la eventual llegada de nuevos dueños, el alcalde Castro afirma que existen ciertos límites que protegerán el acuífero, así como con transformarse en actores para contribuir en lo que será el nuevo plan regulador comunal.

ESCASEZ DE SUELO

El presidente regional de la Cámara Chilena de la Construcción, Jorge Dahdal, acotó que más allá del negocio en particular, "la venta de estos terrenos no va a solucionar la grave escasez de suelo urbano para construir las viviendas y el equipamiento que la población necesita en la zona, pues, por el tamaño y nivel de inversiones requeridas, los planes de desarrollo y proyectos que se ejecuten en el sector serán de largo plazo. No se soluciona con esto el problema que enfrentamos hoy los constructores, que es disponibilidad de suelo en los centros urbanos, especialmente después de la entrada en vigencia de los numerosos 'congelamientos' de importantes sectores y barrios de las comunas de Valparaíso y Viña del Mar que hacen hoy prácticamente imposible construir".

El personero también fue cauto respecto al impacto en la economía regional de concretarse la venta. "Lamentablemente, en ningún caso tendrá un efecto reactivador de las inversiones y los proyectos, que se necesitan urgentemente en la región. Necesitamos en lo inmediato que se destraben las barreras para el desarrollo inmobiliario y que se reactive el sector construcción, que es vital para la economía regional y para el empleo".

"La venta de estos terrenos no va a solucionar la grave escasez de suelo urbano para construir las viviendas"