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Revelan cables de EE.UU. sobre el caso quemados que no sorprenden a canciller

ARCHIVOS. Los documentos que fueron desclasificados apuntan a Augusto Pinochet como el principal encubridor.

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Cinco archivos confidenciales del Gobierno de Estados Unidos que fueron desclasificados ayer por el National Security Archive, apuntan a Augusto Pinochet como el principal encubridor del caso quemados, que ha sido reabierto a 29 años de ataque incendiario en el que murió Rodrigo Rojas de Negri y que dejó con graves quemaduras a Carmen Gloria Quintana.

Los archivos de la CIA, que fueron dados a conocer por el diario español El País, detallan que el ex comandante en jefe del Ejército ordenó personalmente que se detuvieran las pesquisas para dar con los responsables del atentado perpetrado el 2 de julio de 1986, cuando patrullas militares quemaron vivos con combustible a los jóvenes, en el marco de una protesta.

Los cables fueron desclasificados hace ya una década. Peter Kornbluh, responsable de la investigación de la Universidad George Washington, explicó al medio citado que los cables fueron publicados con el fin de colaborar a la investigación reabierta por el ministro en visita Mario Carroza.

"Los abundantes detalles de los documentos desclasificados podrían servir de apoyo a la acusación (…) Los documentos vinculan a Pinochet con el encubrimiento de un crimen de cuya autoría militar no caben dudas", dijo el investigador a El País.

Según los documentos revelados, las maniobras para encubrir los hechos comenzaron en el mismo hospital al que fueron llevados las víctimas.

El primer cable fue enviado desde la embajada en Chile al Departamento de Estado el 8 de julio, a dos días de la muerte de Rojas, y en él se afirma que el joven fue "quemado de forma deliberada por soldados" y que médicos de la Posta Central dijeron que el director del recinto, identificado como el doctor Guzmán, impidió que fuera trasladado a un lugar mejor lugar para ser tratado.

El segundo documento fue remitido a la Casa Blanca el 14 de julio, afirma que el Gobierno por órdenes de Pinochet, tachó a los jóvenes de "terroristas" y que ellos mismos habían sido culpables de sus lesiones por "sus propios cócteles molotov".

El 22 de julio llega otro cable que dice que los informes de Carabineros indican a los militares como responsables y que el director general de Carabineros de la época, Rodolfo Stange, le entregó el reporte a Pinochet el 11 de julio, quien se negó a creerlo y recibirlo.

El 27 de agosto, la inteligencia militar estadounidense afirma que el Gobierno chileno "ha cambiado varias veces su versión" y comenzó a presionar a los testigos.

El último cable es del 18 de diciembre y lo firma la CIA y dice que el ministro de Justicia, Hugo Rosende Subiabre, presionó al fiscal del Estado y los jueces para desestimar el caso y evitar que llegara a la Corte Suprema.

El ministerio de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, dijo no estar sorprendido por lo revelado. "No me sorprende, porque los que conocimos el denominado caso Quemados sabemos que hubo encubrimiento por parte de la Fiscalía Militar de la época", afirmó. Muñoz dijo que la Cancillería está dispuesta a trasladar los archivos para que estén a disposición del juez Mario Carroza. El vocero de la Corte Suprema, Milton Juica, en tanto, se refirió al pacto de silencio que habría existido entre los militares investigados por el caso y dijo que "los jueces estamos acostumbrados a doblegar los pactos de silencio".

Carolina Collins