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El impacto de la agricultura en el efecto invernadero

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"Existe una mala creencia de parte de los agricultores a toda escala, que mientras más fertilizantes y riego apliquen al cultivo, más crecerá la planta. Mito equívoco, ya que hay una capacidad máxima de absorción del cultivo, mientras el resto (de los compuestos) solo contaminará acuíferos subterráneos y generará mayor cantidad de gases de efectos invernadero", cuenta Héctor Silva, académico e investigador de la Carrera de Ingeniería en Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad Viña del Mar, quien, junto a otros colegas y estudiantes, analizará las emisiones de gases de efecto invernadero en el área vitivinícola del valle de Casablanca, ya que, a nivel mundial, entre el 15 a 20% de la contaminación declarada en el Protocolo de Kyoto es producida por la agricultura.

"Buscamos a través de un modelamiento, proyectar cómo será el cambio climático en esa zona, considerando variables territoriales, meteorológicas y por supuesto, de los cultivos", tarea para la que se tomarán en cuenta muestras y datos meteorológicos de los últimos años, generando una guía para el rubro agrícola de la zona en un contexto mundial, "donde ser una industria o empresa preocupada del medio ambiente, se valora, además de generar también un marketing positivo para la misma", explica Silva.

"Pese a que el uso de fertilizantes es inherente a la producción agrícola de consumo masivo, se pueden optimizar algunas variables como la cantidad y el tipo de riego, además de realizar cultivos rotativos, por ejemplo, para ayudar a disminuir las consecuencias del cambio climático, como el alza en las temperaturas, el aumento en el nivel del mar o el derretimiento de los glaciares", indica el profesor.

La cerveza porteña que pueden tomar las embarazadas

Industria. Tras la aprobación de la Ley de Tolerancia Cero y el auge de bebestibles de tipo gourmet, pero con alcohol, una egresada de la PUCV decidió crear la alternativa que ya está disponible en el mercado.
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"Cuando partimos con la cerveza sin alcohol, nuestros amigos nos dijeron qué fome, pero luego empezaron a tener guaguas, entonces comenzaron a pedirnos para las embarazadas", cuenta la ingeniera en bioprocesos de la Pontifica Universidad Católica de Valparaíso, Priscilla González, creadora de Cerveza Eme, un producto que ya está disponible en algunos restoranes del Cerro Concepción.

"Empezamos con la cerveza con alcohol, pero a poco andar nos dimos cuenta que era meternos en un mundo que estaba demasiado explotado, por lo que había que buscar una diferenciación. Aparte, solo en la región, en 2012, habían 50 microcerveceros, a raíz de que empezaron a aparecer pequeñas empresas vendedoras de insumos con los que prácticamente llegas a tu casa, les pones agua y sale la cerveza".

Junto a esto, la aprobación de la Ley de Tolerancia Cero con el alcohol al conducir, motivó al equipo de Eme a crear una alternativa para "las personas que están acostumbrándose a consumir cerveza artesanal, porque nos dimos cuenta que en el mercado solo la gran industria tiene productos con cero grados", dice González, también magíster en Ciencias de la Ingeniería con Mención en Ingeniería Bioquímica de la PUCV.

Asimismo, otro punto de quiebre con las marcas artesanales fue el incorporar al bebestible los sabores de la azúcar quemada, el cacao y los frutos rojos, entre otros, los que permitieron a la cerveza porteña poder ser maridada con diversos platos y postres, tales como ensaladas o trufas.

HACERLO REALIDAD

Lo que partió como una idea loca de uno de los socios, Angelo Bartsh, quien "siempre había querido aprender a hacer cerveza", historia que comentó a González frente a la vitrina de una tienda de insumos en Santiago, "ahí ella me dijo que sabía, por lo que empezamos a probar en la casa", donde botaron cerca de 500 litros en busca de la industrialización de la idea, pero hoy permite a la pareja producir hasta 2000 litros, en función de los pedidos, ya que la marca tampoco posee preservantes artificiales, en una pequeña planta instalada en el Cerro Cordillera, gracias a un Programa de Emprendimiento Local de Corfo y al fondo de una incubadora de proyectos.

Las botellas individuales de Cerveza Eme se pueden pedir en los restoranes Fauna, Pasta e Vino y The Clinic, por nombrar algunos, así como a través de su página de Facebook.

Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil en la USM

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Todo el talento y energía de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil se hizo presente en la USM, bajo la dirección de José Luis Domínguez. En esta oportunidad el conjunto abordó la Rapsodia húngara de Franz Liszt, la Marcha fúnebre de Sigfrido de Richard Wagner, El sombrero de tres picos de Manuel de Falla y la Sinfonía N°2 de Alexander Borodin.

1.- Natham Phipp y Alaina Senear.

2.- Daniel Henríquez y Diego González.

3.- Francisca Araya y Catalina Araya.