"Para evitar errores se necesitará más debate político y por eso habrá que hacer más cónclaves"
Se ordenó la agenda en el oficialismo, según el análisis de Carlos Montes (PS), uno de los senadores más respetados de la Nueva Mayoría, quien ha deslizado más de una crítica durante la tramitación de las reformas y que ahora pasa revista al resultado del cónclave realizado el pasado lunes. "Se cumplió el objetivo principal que era unificar criterios y enfoques, reafirmar el programa de reformas y asumir también que se habían cometido errores y que había que hacer algunas correcciones en la forma de implementarlo. Ahora, nadie pretendió que en esa cita se agotara el debate, sino que la idea era marcar un hito político", subraya.
- Muchos tildaron el encuentro como una "terapia grupal"…
- Discrepo de esas apreciaciones de gente que siempre dice esas cosas y que no estuvieron en la reunión.
- En el PPD, Quintana celebró que no se haya movido ni un centímetro del programa. ¿Fue así?
- Depende de qué entendamos por programa. Se trata de objetivos fundamentales, tiene que ver con la igualdad, tiene que ver con corregir factores, y eso no se movió, pero no porque lo dijera Quintana, sino porque era lo que la Presidenta quería. Este es un programa que no se inventó, es una respuesta a un análisis de una realidad previendo lo que viene por delante. En Chile hay que anticiparse a procesos que van a desencadenarse.
- ¿Cómo cuáles?
- Puede subir el desempleo por la crisis internacional y hay que enfrentar temas, porque no se pueden seguir acumulando problemas sociales que no se procesan ni se les busca solución. Educación pública, el tema laboral, la ilegitimidad de la Constitución son temas que hay que pensarlos no solo en época de auge, sino que en escenarios más complejos producto de que la economía chilena está demasiado dependiente de sus materias primas y de la exportación de cobre fundamentalmente a China. Y en la medida que China se para, nos afecta.
- El presidente del PC señaló que el cónclave debía aclarar qué se entendía por "realismo", porque lo de "sin renuncia" ya lo tenían claro. ¿Se despejaron dudas?
- O sea, sí, con lo que pueden quedar claras ese tipo de cosas. Realismo tiene que ver con asumir las condicionantes de los procesos reales para llevar adelante ciertos objetivos. No es lo mismo en un escenario de restricción económica que en un escenario en que el horizonte es de ampliación de la base de recursos. O sea, hay un conjunto de restricciones y además hay que corregir errores que se han cometido. O sea, desde mi punto de vista, realismo es asumir que la educación pública es el eje de nuestra reforma y hay que reordenar todo el esfuerzo en función de la educación pública, parvularia, escolar, media y superior.
- ¿Qué otros errores se han cometido?
- La reforma tributaria tiene errores tecnológicos, técnicos, en los cuales estuvo de acuerdo mucha gente que la aprobó. Pero hay errores técnicos como el tema de la renta atribuida, con uno o dos sistemas, pero hay que buscar una solución que sea más sólida. En lo personal, me gustaría tener un tributo para las personas y otro para las empresas. Desintegrar totalmente. Me he convencido, pero puedo cambiar totalmente porque es una cuestión meramente técnica. Hay mecanismos en que hay posibilidades de eludir, o sea el FUT estaba hecho para eludir impuestos.
- ¿Las correcciones que se hicieron van en la línea correcta?
- Algunas no están muy definidas, pero en la reforma tributaria está claro que el propósito de la recaudación es el 3% del PIB, el fin de un paquete muy importante de privilegios y la incorporación de la norma antielusión para fiscalizar mejor no se borra, eso sigue igual. Otra cosa es la implementación técnica y ese es tema que los técnicos tienen que dilucidar y esperamos que surja una propuesta consistente. En el caso de la reforma laboral no se pronunció en detalle la Presidenta, pero está claro que no se puede pretender que la adaptabilidad laboral esté dentro del contrato colectivo. Y yo pienso que no es una tema por empresas, sino que por sectores, porque se trata de adecuaciones a realidades económicas y tecnológicas, no es para que una empresa pelee con la del lado.
- El fin del reemplazo en la huelga ha concentrado el debate...
- Es que es fundamental para que haya huelga efectiva, porque cuando hay reemplazo la huelga deja de ser un derecho efectivo y una herramienta de presión de los trabajadores para equilibrar. Respecto al reemplazo interno, que es donde ahora está centrado el debate, hay que tener mucho cuidado porque en Chile sigue habiendo para ciertos efectos el multirut, y en el caso de los holding qué es lo que es interno, en qué medida, qué magnitud. Por eso que se hablaba de los servicios mínimos. Entonces, hay que ver, porque lo que queremos es que haya derecho a huelga efectiva. Y esta es una pelea que viene desde el año 90. Esta reforma laboral es una obviedad en toda América Latina y el problema es que en Chile nos quedamos con un tipo de visión laboral que no reconoce el equilibrio y los derechos de los trabajadores y que es el plan laboral de José Piñera.
- Vamos a educación. Primero, la Presidenta dijo que no iba a haber gratuidad para las universidades privadas y en el cónclave dijo que sí iba a haber. ¿Cómo se entiende esta contradicción?
- Hay que precisar ciertas cosas. Siempre hubo ofrecimiento de gratuidad para la universidades privadas del CRUCH y vino la discusión de por qué las que no estaban en el CRUCH no entraban en el beneficio. Y lo que se planteó ahora es que debe haber un conjunto de requisitos que cumplir para poder avanzar ahora en el tema de gratuidad para los cinco primeros deciles. Antes era para los seis primeros deciles, pero como ahora se amplía, se redujo en esta primera etapa para cinco y el compromiso de este gobierno es que para el 2018 estaremos en el 70%. Además, nunca se planteó gratuidad universal para el CRUCH, sino que se planteó hasta el 70% y eso se va a cumplir porque se puede cumplir lo que está más atrasado, complementarlo, porque cuesta mucho regular los aranceles y por eso debe haber un enfoque regulador de los aranceles. Y esto se pretende hacer vía presupuesto y como me toca todos los años ver educación en el Presupuesto, sé que no es fácil incorporar la glosa presupuestaria. Además, todos los alumnos que no entren en esta etapa de la gratuidad siendo vulnerables tienen derecho a las becas y al crédito con aval del Estado. No es que no queden con ningún apoyo público.
- La oposición de las federaciones de estudiantes no se hará esperar.
- Es que muchos querían hacerlo todo ahora, pero nunca se planteó hacerlo así, hacerlo todo el 2016. El compromiso es el 70% el 2018 y aún hay tiempo. Eso se va a lograr si rápidamente se encuentra un mecanismo de fiscalización, de regulación de aranceles, porque si no cualquier método será muy imperfecto.
- ¿Tras el cónclave qué viene?
- Se dio un paso en que unificaron las fuerzas, se aclaró que no se terminan las reformas, se reafirma que no se bajan banderas, sino que se asume que hay que hacer las cosas mucho mejor desde el punto de vista político y técnico. En el proceso de hacer la política en el Gobierno y hacer la política en la sociedad hay mucho más que discutir y esperamos que eso se vaya produciendo y esperamos que haya más gente participando en la vida política. No puede quedar limitado a un ministro en una comisión del Parlamento. Se requiere un proceso más abierto.
- ¿Más dialogante?
- Diálogo ha habido mucho. Se necesita debate político y ojalá que tuviéramos muchas más reuniones de este tipo; estamos buscando una manera de relacionarnos entre los parlamentarios porque en general la vida política supone mucha discusión y diversidad para producir contenidos, propuestas y respuestas apropiadas. Muchos de los errores que se han cometido son por falta de espacios reales de debate político, no de diálogo, de debate político. O sea, que en educación no estuviera la educación pública en el centro del debate desde el primer día fue un error político que podría haberse evitado porque mucha gente pensaba que no había que hacer las cosas de esa manera y hacer otras cosas y no hubo los procesos que permitieran debatir realmente.
"Se cumplió el objetivo principal: unificar, reafirmar el programa de reformas y asumir que se habían cometido errores, pero nadie pretendió que en esa cita se agotara todo el debate"
"Que en materia de educación no estuviera la educación pública en el centro del debate desde el primer día fue un error político que podría haberse evitado"