Son aproximadamente las once y media de la mañana y en la calle Calafquén, en el sector conocido como Los Pinos, en Reñaca, hace cuatro horas un Mazda CX-5 negro está enterrado en un socavón de barro. Su dueña, la jueza de familia Andrea Cordero, acaba de conseguir una grúa para sacar su auto, que cuando cedió el terreno conducía a Quilpué, después de ir a dejar a su hija al colegio.
La jueza, quien maneja todos los días desde Concón por ese lugar para ahorrar tiempo, está totalmente empapada bajo la lluvia que no cesa desde la noche del miércoles. A apenas unos seis metros del socavón, ve cómo la grúa intenta con dificultad conducir en un camino de lodo que se hunde a cada metro que avanza. La impotencia de no poder hacer nada más que mirar, la tiene al borde de las lágrimas.
"Tengo que sacar mi auto, afortunadamente no sufrí yo daños, y tengo que evaluar qué es lo que voy a hacer más adelante. Pero acá estamos, si el municipio hubiera hecho algo antes, no estaría en esto. Podrían haber prestado algún tipo de ayuda, si esto es una vía", dice la abogada.
"Veo que hay una no prestación de servicios de la municipalidad, así que voy a evaluar si hago alguna acción judicial", agrega, mientras la maquinaria que insistía en avanzar hacia el hoyo donde está su vehículo se detiene, aparentemente porque no puede seguir más adelante. "¿Ves? El socavón ahora es tres veces más grande y ni siquiera una grúa pudo ayudarme".
El litoral norte fue uno de los sectores con más emergencias en la Región, debido a las fuertes lluvias registradas en la zona central del país.
En Viña del Mar, hubo calles inundadas, vehículos atrapados y fuertes marejadas que obligaron a algunas instituciones educacionales a revaluar sus jornadas.
Un Volkswagen de la década del 80, blanco, que se encontraba en el estero Marga Marga, a la altura del puente Cancha, quedó atrapado bajo el cauce que aumentó por las precipitaciones. Leonardo, su dueño, quien prefirió no dar su apellido, explicó que el vehículo "estaba para venderse, para que los mecánicos pudieran sacar repuestos. Por ahora sigue ahí, no me preocupa mucho, así que después lo voy a sacar cuando baje el caudal. Lo importante es que sirva de algo a los mecánicos".
Las principales rutas que quedaron anegadas en Viña del Mar fueron, además de la avenida Perú, a la altura de 7 Norte, la calle Limache con Avenida Valparaíso, calle Álvarez, frente a la estación del metro de plaza Parroquia, San Antonio con 12 Norte y avenida España a la altura del Puente Capuchinos. En El Olivar, un árbol se cayó sobre unos autos, pero fue retirado durante la mañana por personal municipal, deslizamientos de tierra menores en subida Alessandri y en la subida Limonares, en la calle Los Pinos en Miraflores también cayó un árbol hacia la acera, y un socavón en Jardín del Mar, en calle Eklonia.
En Concón, la situación no fue menos complicada. De hecho, el vehículo en el que este Diario hizo el recorrido por el borde costero cayó a un hoyo que estaba invisibilizado por la lluvia que desbordaba uno de los puentes, a la altura del edificio Costabrava.
La quebrada Las Petras tampoco salvó de sufrir problemas. El aumento del agua generó nuevos derrumbes en el lugar que, cada vez que llueve de esta manera presenta el mismo inconveniente. La situación se tornó tan difícil que, según comentó el gobernador de Valparaíso, Omar Jara, las autoridades evaluaron evacuar las casas cercanas, por temor a que la caída de tierra comprometiera también el pavimento de calle Vergara. Finalmente no fue necesaria una evacuación.
Otro sector complicado fue la rotonda de Concón que, al igual que el sector de Los Romeros, el abundante agua acumulada impidió el tránsito de los vehículos bajos y, por supuesto, el de peatones. José Cabrera, dueño del local de abarrotes El Progreso comentó que "todos los inviernos pasa esto... siempre se inunda. Habría que hacer de nuevo la calle acá. El pavimento está sobre la tierra no más, no está a un nivel para que escurra el agua hacia la playa y ese es el problema. Lo malo de las lluvias es que baja un poco la clientela, pero qué le vamos a hacer".
En Horcón, comuna de Puchuncaví, un auto que cayó en un gran socavón en la principal avenida de acceso a la caleta de pescadores generó alarma en la comunidad. Si bien, dicho agujero estaba de antes, por obras que se realizaban en el lugar, las lluvias hicieron que aumentara su ancho. En Zapallar hubo deslizamientos de tierra en la ruta 30-F, cortes de luz y filtraciones de agua en algunas viviendas de Catapilco.
A diferencia de lo que se esperaba, en Valparaíso, en general las casas edificadas en lo más alto de los cerros porteños resistieron sólidamente las fuertes precipitaciones. Solo una casa en el sector de Porvenir Bajo, en Playa Ancha, tuvo emergencias con la caída de un muro de contención de 3 metros que cedió. En esos momentos estaba habitada por seis personas, entre ellos dos gemelas de 6 meses, pero gracias a la estructura de ladrillo de la vivienda, que impidió que la casa no colapsara, todos pudieron salir a tiempo antes que el muro terminara de destruir la vivienda.
En el resto del Puerto, las viviendas recientemente edificadas tras el megaincendio de abril del 2014, no se inmutaron ante los arrebatos de uno de los sistemas frontales más intenso de los últimos años.
"Hasta ahora no ha pasado nada, el año pasado mucha gente lo pasó muy mal en sus casas, se les entró el agua, el lodo y se volaron muchos techos, por eso mismo este año nos preparamos de mejor manera, reforzando las viviendas por iniciativa propia y no esperando que un Plan de Reconstrucción nos entregará herramientas de protección necesarias", declaró Mario Puga, dirigente de la Junta de Vecinos El Vergel Alto.
En cuanto a la situación de los damnificados que aún siguen viviendo en mediaguas o viviendas de emergencias, el dirigente vecinal precisó que "se tomó especial preocupación en sus casos, porque por las características de las viviendas, son las primeras en ser afectadas, lo bueno es que todo funcionó bien".
En tanto, en el otro extremo de la ciudad y en una situación diametralmente opuesta, el paso bajo nivel de Curauma no contó con la misma suerte de las viviendas de El Vergel, siendo cerrado tras colapsar por la gran cantidad de precipitaciones registradas en Valparaíso, situación que se ha vuelto repetitiva en cada sistema frontal que afecta a la comuna, dejando totalmente aislada a la población de ese sector.
Ante este panorama, Ricardo Valdés, jefe de Emergencia de la Municipalidad de Valparaíso, explicó que se comunicó con la concesionaria de la Ruta 68 para que tomaran las medidas de precaución necesarias, las cuales evidentemente no fueron suficientes. "Solamente pusieron una motobomba para sacar el agua, la cual se vio superada por las precipitaciones", expresó Valdés.
En la provincia de Marga Marga lo más llamativo del temporal se registró en el curso de esteros y canales, con importantes aumentos. Tal fue el caso de los esteros Quilpué, Limache y Pelumpén (Olmué), que desde temprano comenzaron a evidenciar un flujo fuera de lo normal, para la época de sequía que vive la zona.
La comuna de Olmué registró, hasta las 20 horas de ayer, 97 mm de agua caída, Limache 81 mm, y Quilpué-Villa Alemana 96.8 mm.
Las principales emergencias en la zona se vivieron en algunos pasos bajo nivel que se inundaron por completo, más las voladuras de techumbres y anegamientos en viviendas de escasos recursos.
En Limache las autoridades debieron cerrar la avenida Urmeneta ante el peligro de caída de ramas por el fuerte viento y en Olmué se registró cortes parciales de electricidad en varios sectores.
"Todos los inviernos pasa esto... siempre se inunda. Habría que hacer de nuevo la calle acá (...) Lo malo de las lluvias es que baja un poco la clientela, pero qué le vamos a hacer"
José Cabrera
Dueño de almacén
"Tengo que sacar mi auto, yo no sufrí daños, y tengo que evaluar qué es lo que voy a hacer más adelante. Pero acá estamos, si el municipio hubiera hecho algo antes, no estaría en esto"
Andrea Cordero Dueña de auto que
cayó en Los Pinos
Incrustado en una barrera de contención, a la altura de Lo Vásquez, terminó la tarde de ayer el vehículo del diputado Hugo Gutiérrez (PC), en momentos en que se trasladaba hacia Santiago por la Ruta 68. El auto era conducido por su chofer, identificado como Mario Sepúlveda González (53), quien perdió el control del móvil cerca de las 16.30 horas tras salir del Congreso Nacional, en Valparaíso. Producto del fuerte impacto resultó herido un asesor del diputado comunista, individualizado como Carlos Valladares Castilla, quien fue derivado hasta el hospital de Casablanca. En tanto, Gutiérrez y su chofer, a quien se le practicó una alcoholemia, no sufrieron lesiones gracias a la activación de los airbags.
P. Boltei / P. Navia / E. Curti