Al menos 40 personas murieron, probablemente por asfixia, cuando se encontraban a bordo de un pesquero en el que cientos de inmigrantes habían partido desde Libia con destino a Italia y que fueron socorridos ayer por la Marina Militar italiana. A bordo de la embarcación iban cerca de 400 inmigrantes, de los cuales la Marina pudo salvar a unos 300, según confirmó Massimo Tozzi, comandante responsable de este rescate.
Japón conmemoró ayer 70 años del fin de la II Guerra Mundial en una jornada en la que el emperador Akihito mostró su remordimiento por agresiones pasadas, mientras los países que las padecieron echaron de menos una disculpa consistente del Gobierno nipón. El emperador destacó su "profunda tristeza" por las "innumerables víctimas" y su desazón por el giro militarista del país cuando su padre, Hirohito, ocupaba el trono.
La oposición brasileña pretende llevar hoy a las calles del país a millones de personas para protestar contra la Presidenta Dilma Rousseff, cuya popularidad ha caído a un escaso 8% en medio de una creciente crisis política y económica.
Las manifestaciones convocadas para este domingo serán las terceras desde que Rousseff asumió el segundo mandato.
En los siete meses y medio de su nueva gestión, el apoyo a Rousseff ha caído en picada, herido por un colosal escándalo de corrupción en la estatal Petrobras, una fragmentación de su base parlamentaria y la economía al borde de una recesión.
Las protestas de hoy pretenden repetir lo ocurrido en marzo y abril pasados, cuando la crisis política y económica todavía no era tan evidente, pero aún así cerca de dos millones de personas manifestaron en las calles su mal humor con la Mandataria.
Las investigaciones en Petrobras han llegado más cerca del Gobierno y del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenecen Rousseff y su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva.
Entre las decenas de detenidos, que salpica a una veintena de grandes empresas, figuran el ex ministro José Dirceu, hombre fuerte del primer mandato de Lula, así como el ex tesorero del PT, Joao Vaccari.
La policía investiga si parte del dinero desviado de Petrobras, que la empresa calcula en unos US$ 2.000 millones durante la última década, llegó a la campaña electoral de Rousseff en 2014.