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"Van a esperar que un locatario muera a balazos para ponerse los pantalones en el Barrio Puerto"

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Enclavado en la esquina de la calle Almirante Riveros, al frente de la mítica plaza Echaurren, sobrevive actualmente el popular Bar Liberty, uno de los últimos vestigios de la antigua bohemia porteña que durante el siglo XX inundó las calles de Valparaíso.

"El más antiguo del Puerto, fundado en 1897" reza en sus letreros, histórica tradición turística que según Carlos Fierro, propietario hace 22 años del también restaurante, quedó en el pasado. Y es que en los últimos años, Fierro, más que preocuparse de deleitar a sus comensales con la típica gastronomía porteña, ha debido centrar sus esfuerzos en combatir a mano propia la grave delincuencia que actualmente azota al patrimonial Barrio Puerto.

"ESTOY CANSADO"

Múltiples amenazas de muerte, dos robos contundentes al bar y uno a su domicilio personal, es el triste y lamentable saldo que este comerciante porteño ha debido soportar en lo que va del año, sucesos que, sin embargo, no lo hacen bajar los brazos y tampoco la cortina de uno de los emblemas de Valparaíso.

"Yo llegué a ese punto donde ya no me importa que me pase algo, y te lo digo de verdad, porque la delincuencia es una cosa que los comerciantes ya no podemos controlar en este sector, imagínate que a mí me han robado hasta lo gorros de la ornamentación del bar, pero nadie hace nada, y peor, nadie responde por los daños", declaró enfáticamente Carlos Fierro.

- ¿Está cansado?

- Claro que estoy cansado, esta semana me declararon depresión laboral y económica, pero qué le vamos a hacer, me gusta esto de tener un bar. Además, no puedo dejar solos a mis viejitos, ellos llevan una vida viniendo a comer y tomar acá, si les quitas el Liberty no tendrían ningún lugar de esparcimiento, ellos me apoyan, me defienden, pero lamentablemente en este sector la delincuencia nos está ganando por goleada, y es un partido que hace muchos años estamos perdiendo.

- Hace pocas semanas se anunció un Plan Antidelincuencia para este sector. ¿Se notó el cambio?

- No ha cambiado absolutamente nada en el sector de plaza Echaurren y los delincuentes siguen paseándose como Pedro por su casa. Pusieron una patrulla de Carabineros que parece de juguete, porque los locatarios van a avisar que les están robando y te responden que tienen que llamar refuerzos porque no pueden dejar el auto solo, es un chiste, siendo que todos sabemos perfectamente quiénes son los que realizan los hurtos, nadie los atrapa. Piensa que en este sector habíamos 57 locatarios con negocios y restaurantes; actualmente, solo quedamos 10, esa es la cruda verdad.

- Desde el municipio están propiciando la inversión pública en el Barrio Puerto. ¿Se ilusiona?

- Mira, la verdad es que el alcalde Jorge Castro y el delegado Luis Rivera me han prestado mucha ayuda, pero tampoco pueden hacer milagros, es que la situación es incomprensible. Yo mismo fui a la Fiscalía Regional con las amenazas de muerte, fotografías, nombres de las personas que roban y me sacramentaron que vendrían a investigar y realizar pericias. De eso han pasado un par de meses y aún estoy esperándolos. Si yo no estoy pidiendo guardias especiales o seguridad absoluta, solamente pido que la gente haga su trabajo y defienda a los comerciantes, porque van a esperar que un locatario muera a balazos para ponerse los pantalones en el Barrio Puerto.

- ¿Se ha reunido con Carabineros para plantearles el tema?

- Los carabineros están preocupados de pasarme partes, me infraccionaron por vender una cañita con maní diciendo que estaban vendiendo comida, después me partearon porque estábamos tocando cuecas en vivo, y según ellos eso no lo puedo hacer, siendo que el mismo alcalde Castro me entregó una resolución donde decía que sí podía; pero bueno, así vamos sumando cosas. Da rabia, porque lo único que quiero es hacer valer mi derecho a la seguridad, pero ni siquiera puedo recurrir a la fuerza policial, los comerciantes del Barrio Puerto estamos totalmente abandonados en un terreno de nadie.

- Se anunció una inversión de $ 15 millones aportados por el CNCA para su bar. ¿Ha tenido reuniones sobre ese tema?

- Ninguna. Mira, si la cosa es bien clara, todos se llenan la boca hablando del Bar Liberty, que es tradicional, que es Patrimonio de la Humanidad, pero a la hora de la verdad, las palabras se las lleva el viento. Yo tengo 64 años, llevo 22 a cargo del bar y nunca me han reparado o modernizado nada, todos los arreglos han sido por cuenta y esfuerzo propio. Hace poco compré plasmas para que los viejitos vieran los partidos, uno me lo robaron y el otro me lo destruyeron, así no se puede surgir. Es por eso que me da pena invertir nuevamente, porque ni siquiera tengo certeza de cuánto durarán los arreglos, estamos desesperados, y ojalá esa inversión del CNCA sea cierta y podamos levantar de una vez por todas el Barrio Puerto, aunque soy pesimista, porque, la verdad, no se ve una revitalización.

- ¿Es la delincuencia el principal problema del sector?

- Claro que sí, porque la delincuencia arrastra las otras cosas, como el narcotráfico, la prostitución y los hurtos a locales comerciales. Si este lugar fuera seguro, todo sería diferente, vendrían muchos más turistas, pero lamentablemente apenas llegan a este sector. Los propios Carabineros les dicen que se devuelvan porque los van a cogotear... así no se puede, pero nunca voy a cerrar las puertas.