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Limache busca carácter patrimonial para cuatro inmuebles

MARGA MARGA. Deben conseguir fondos para restaurarlos y hacer ruta histórica.

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La antigua casona patronal Eastman, la fábrica de la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU), la capilla del ex Hospital Santo Tomás y el monasterio San Benito en Lliu Lliu, tienen algo en común, más allá de estar ubicadas en la comuna de Limache. Todas son testigos de un fragmento importante de la historia de esta comuna y de la zona en general; no obstante, ninguna cuenta con reconocimiento alguno del Consejo de Monumentos Nacionales.

Como una manera de volcar la mano a este ingrato destino, es que se formó una mesa técnica integrada por la Subcomisión de Patrimonio del Consejo Regional, la Subsecretaría de Desarrollo Regional, el Consejo de Monumentos Nacionales y el municipio de Limache. El objetivo es analizar los antecedentes técnicos para otorgar algún grado de protección a sus instalaciones, aduciendo que, precisamente, son inmuebles de un reconocido valor presencial en esta comuna, y se espera que formen parte de un circuito turístico-histórico-patrimonial en un futuro no muy lejano.

El consejero regional Manuel Millones, presidente de la Subcomisión Patrimonio del Core, explicó que la importancia de otorgar alguna declaratoria radica en que para poder postular a fondos de la glosa Puesta en Valor del Patrimonio, a nivel nacional, es necesario que el Consejo de Monumentos Nacionales le otorgue una de ellas como monumento nacional o como inmueble de conservación histórica.

"El argumento debe ser definido en la mesa técnica, así como cuál es la característica de la propiedad, su historia, su estructura, y qué declaratoria le corresponde. Podría dar lugar a que no amerite ser patrimonio histórico, pero sí podría ser un inmueble de conservación histórica", recalcó Manuel Millones.

De los cuatro, la Casona Eastman es el que lleva la delantera en cuanto a conseguir aportes para su restauración. Tal como dijo en su oportunidad el alcalde de Limache, Daniel Sepúlveda, el inmueble (propiedad del municipio), en la actualidad está a la espera de los resultados de una postulación al Fondo de la Cultura y Las Artes con la Fundación Pro Cultura, más un aporte que hará la propia municipalidad.

Dañado severamente por sucesivos terremotos, el inmueble otrora fue la casa patronal de la ex hacienda Los Laureles. La primera fase de su recuperación demandaría unos 380 millones de pesos que, precisamente se están gestionando con el Fondo de la Cultura y las Artes.

Tal como explicó el core Millones, en la línea de financiamiento del Ministerio de Cultura no requiere de ningún grado de protección; sin embargo, si en lo sucesivo se quiere contar con financiamiento de la Puesta en Valor del Patrimonio, debe tener alguna declaratoria, y es precisamente lo que buscarán.

Por eso hoy ingresa a financiamiento a fondo de la Cultura a través de una ONG particular, más el aporte municipal limachino y a la espera que el Ministerio de Cultura le otorgue los fondos para la primera intervención. En paralelo se postula a la glosa de puesta en valor del patrimonio.

CCU

"En el caso de la Cervecerías Unidas nosotros la postulamos también a la puesta en valor del patrimonio, pero también armamos una mesa de trabajo para darle una declaratoria de patrimonio, porque derechamente creemos que esa propiedad tiene todos los requisitos para ser patrimonio y lo ideal ahí es generar el museo de la cerveza", manifestó Manuel Millones.

A diferencia del caso anterior, la propiedad de la antigua fábrica está en manos de privados (grupo Luksic) y lo que se buscará, independientemente de la tramitación de una declaratoria, será involucrar a los dueños de la CCU Limache en el desarrollo de un proyecto turístico como el mencionado.

La capilla del exhospital Santo Tomás es uno de los pocos inmuebles que guarda algún vestigio del siglo XIX, y de ahí que se trabaje en una declaratoria para rescatarla, pese a que ya ha sido sometida a restauraciones parciales. De propiedad de las Hermanas de la Providencia, actualmente está cedida en comodato al municipio de Limache. Entre las reliquias que guarda se encuentran los restos del matrimonio de benefactores de esta ciudad, José Tomás de Urmeneta y Valentina Quiroga.

"La capilla Santo Tomás también está postulada a la glosa de puesta al valor del patrimonio, y por eso uno debe resaltar lo que está haciendo Limache. Estamos rescatando y fortaleciendo la identidad de un turismo cultural-patrimonial y a Limache lo estamos potenciando con este levantamiento de proyecto", resaltó Manuel Millones.

El Monasterio de San Benito de Lliu Lliu nació como un anexo del monasterio homónimo de Chorrillos, Viña del Mar, el 21 de Marzo de 1920, a cargo de los monjes de la Abadía de Samos, España. Durante años ha marcado la vida rural de los habitantes de ese sector, al tiempo que se ha convertido en un importante centro de retiro espiritual para los católicos de la Región de Valparaíso y de otras zonas.

"Estamos postulando el convento de San Benito de Lliu Lliu, para evitar que ese inmueble finalmente termine siendo vendido porque hemos tenido otras experiencias con otros conventos que finalmente terminan en manos de constructoras. Lo que queremos es salir al atajo y evitarlo", recalcó Millones.

La mesa técnica encargada de resolver la suerte de estos inmuebles podría arrojar resultados en septiembre, si no con todos, al menos con alguno de ellos.

Pero más allá de un título de protección, lo que implica su nominación en alguna de las categorías patrimoniales es un desafío permanente, pues la glosa de Puesta en Valor del Patrimonio exige estar asociado a un plan de gestión, es decir, un compromiso formal de que en el inmueble a rescatar se gestionarán actividades y diversos usos.

"Y si no fuera posible por sí sola, armaremos fundaciones o corporaciones al alero de esos inmuebles, para que la plata pública que se entregue no quede bajo cuatro llaves, es decir, en el caso de una iglesia o un convento, que no se abra solo los domingos sino que tenga un uso permanente, cultural, etc ", argumentó el presidente de la Subcomisión Patrimonio del Core.

Ernesto Curti