Como "lamentable, precipitada y errónea" calificó el senador y presidente del MAS, Alejandro Navarro, la remoción de Francisco Huenchumilla de la Intendente de La Araucanía debido a diferencias en el modo en que manejó el conflicto mapuche. "Él reunía muchas condiciones para lo que es un complejo escenario regional. El cambio de Huenchumilla no resuelve nada y, es más, creo que va a agravar la crisis porque no va a contribuir a la pacificación", subrayó el parlamentario.
- ¿Fue un error de Bachelet?
- Fue un error de quien tomó la decisión, porque a la Presidenta se le informa. Y los que hicieron el análisis no saben lo que es el mundo mapuche. En la zona de la Araucanía, donde está la mayor concentración de un pueblo originario, el único mapuche en Chile en un puesto importante, en un poder del Estado, ha sido removido. Esa es una pésima señal respecto a la integración. No hay un solo mapuche en el Poder Judicial, no hay un solo mapuche en el Parlamento. Solo abundan los apellidos anglosajones.
- El ministro Burgos llamó a aceptar los cambios y a no victimizarse. ¿Huenchumilla se está victimizando con sus críticas tras su salida?
- Tengo la mejor opinión de él. Hizo un extraordinario esfuerzo de integración que el Gobierno no ha valorado y su reemplazo es un error que podemos pagar muy caro. Los problemas no son Huenchumilla, sino que la compleja causa mapuche que no se resuelve con fuerza y poder, sino que con resarcimiento de las tierras. Sería un error que el ministro Burgos o el Gobierno pensaran en volver a la política de la represión; ni con carabineros ni con la militarización de la zona se va a traer paz. En la base hay un sustento social y político que una vez por todas tenemos que enfrentarlo. Las forestales tienen que retroceder, tienen que llegar a acuerdos con el Gobierno sin precios especulativos de la tierra.
- ¿Esa es la solución?
- La solución va en la restitución de tierras. Sería ingenuo pensar que el conflicto se solucionará con un subsidio o un saco de semillas. Eso es no entender nada del conflicto mapuche y de los nuevos caciques que, por cierto, no fueron a recibir instrucción militar de las FARC a Colombia como se ha intentado caricaturizar.
- ¿Cómo evalúa la reunión de la Nueva Mayoría la noche del lunes en la residencia del senador Pizarro?
- Creo que fue muy productiva; tenemos otra reunión agendada con el ministro de Hacienda la próxima semana. Y bueno, aparte de la camaradería entre los presidentes de los partidos, se logró profundizar en temas como la reforma laboral y de educación, sobre las cuales hay acuerdos que deben implementarse en el próximo comité político y con los ministros sectoriales.
- ¿Pero en qué se avanzó?, ¿se trazó una carta de navegación?
- Sí, porque cuando habla el senador Jorge Pizarro, habla la DC; cuando habla Zaldívar o Cortázar no habla la DC. No es que haya ley mordaza, pueden hablar todos los militantes, pero está establecido que cuando hablan los presidentes hablan los partidos.
- ¿Constató la voluntad de los partidos de alinearse con Bachelet?
- Sí, pero para eso necesitamos a los ministros sectoriales activos, compartiendo la estrategia del segundo tiempo y hay una coincidencia de que sectorialmente el Gobierno no ha estructurado una ofensiva que abarque a los ministerios y eso es parte de un esfuerzo que hay que hacer.
- ¿Se propuso alguna estrategia?
- Diálogo permanente. La Nueva Mayoría, con sus siete presidentes de partido, va a visitar antes del 11 de septiembre la cuarta y la décima región en una lógica de recorrer el país realizando lo que llamamos Asambleas Nueva Mayoría Ciudadana.
- Algunos quedaron con gusto a poco con el cónclave oficialista. ¿Es necesario hacer otro?
- Siempre se podrá hacer un nuevo cónclave, pero ahora estamos en la estrategia de implementación, de desarrollo, más que de la reflexión. La carta de navegación de la Presidenta hay que implementarla y ha habido lentitud de los ministerios sectoriales, algo de confusión y todos esos temas fueron abordados.
- Sebastián Piñera, Patricio Walker y Andrés Allamand proponen un acuerdo nacional para salir de la crisis. ¿Usted qué opina?
- Las voluntades personales y búsqueda de paz social son positivas, pero pensar en un acuerdo nacional eso en ningún caso va a significar disminuir las reformas porque es parte del programa de gobierno. Entonces, ¿para qué hacer un acuerdo nacional si ya tenemos un acuerdo ratificado con la votación de Bachelet en torno al programa? Un acuerdo nacional no tiene ninguna legalidad y legitimidad para rebajar las reformas. Ahora, si alguien dice que se va a llegar a un acuerdo nacional en el tema de la Araucanía, ahí hay que sentar a las forestales o un acuerdo en el tema de la protección de la pesca, ahí hay que sentar a los industriales pesqueros. Y ni Allamand ni Walker están en condiciones de garantizar la inclusión de los actores sociales. Entonces, la búsqueda de un acuerdo es un peligroso regreso a la vieja política de los consensos de la Concertación.
- ¿Hay muchos viudos de la Concertación en la Nueva Mayoría?
-La caída del equipo de la G-90 despertó mucho interés en la G-70. La antigua Concertación busca llenar esos espacios, pero hay una visión política que no compartimos. Han sido los errores de la Nueva Mayoría los que han permitido la revitalización de una derrotada Concertación que tuvo su oportunidad y fracasó y de esa vieja Concertación nació Piñera a raíz del distanciamiento con la ciudadanía y de una coalición achanchada en el poder. Esto de que la gente quiere gradualidad es un discurso impuesto por un poderoso sector empresarial con capacidad comunicacional para hacer creer que la crisis económica se debe a la reforma laboral.
"Hizo un tremendo esfuerzo de integración que el Gobierno no ha valorado y su reemplazo es un error que podemos pagar muy caro. La compleja causa mapuche no se resuelve con fuerza"
"Sería un error que el ministro Burgos o el Gobierno pensaran en volver a la política de la represión. Ni con carabineros ni con la militarización de la zona se va a traer paz. Son las forestales las que tienen que retroceder"