"Fue un accidente. Lo único que puedo decir es pedirles perdón a las familias, no tengo más palabras. Si pudiera volver el tiempo atrás, lo haría", señaló durante la audiencia de juicio abreviado Óscar Aravena Arias (21 años), quien fue condenado a 3 años de pena remitida con firma mensual, al pago de 21 UTM y la suspensión por 60 meses de la licencia de conducir, tras protagonizar un doble atropello con resultado de muerte, el pasado 21 de febrero, en la avenida Errázuriz de Valparaíso.
Pese a ser imputado por dos delitos de conducción bajo la influencia del alcohol con resultado de muerte, hecho que le costó la vida a la inspectora de la Brisexme de la PDI Karen Meza Naumann (29 años) y su amiga, la ejecutiva bancaria Juana Ruiz (31 años), quienes fueron embestidas cuando esperaban locomoción en el paradero ubicado en la intersección de la calle Molina y donde además resultaron otras dos personas con graves lesiones, el Tribunal de Garantía porteño acogió las atenuantes de irreprochable conducta anterior y colaboración sustancial en los hechos, producto de lo cual recibió una pena de 3 años de reclusión menor.
El magistrado Daniel Zúñiga le otorgó el beneficio de la pena sustitutiva de remisión condicional de la condena a 3 años. Además, al sentenciado se le abonarán los casi 6 meses que ha permanecido en prisión preventiva.
CRÍTICAS DE FAMILIARES
Tras escuchar el fallo, los familiares de ambas víctimas fatales criticaron la acción de la justicia, enfatizando que se trató de un "doble asesinato", en tanto los abogados querellantes adelantaron que recurrirán a la Corte de Apelaciones de Valparaíso para revertir la sentencia.
Cabe consignar que el examen de alcoholemia arrojó que Óscar Aravena conducía la madrugada del 21 de febrero con 0,42 gramos por litro de alcohol en la sangre. En pericias posteriores practicadas por el Servicio Médico Legal (SML) se realizó el denominado "Estudio retrospectivo de la alcoholemia", mediante el cual se hace una proyección del porcentaje efectivo del alcohol en la sangre que tendría una persona al momento de participar en un accidente de tránsito, arrojando un rango máximo de 0,79 gramos por litro del alcohol en la sangre, sin que pudiera aplicarse la Ley Emilia, que endurece las penas para este tipo de delitos a contar de los 0,8 gramos por litro.
El abogado querellante de la familia de Karen Meza, Rodrigo Flores, explicó que se optó por el procedimiento simplificado luego de analizar el caso junto a la Fiscalía y los otros querellantes, ya que "nos interesaba obtener el máximo de pena, que desde el punto de vista abstracto era de 4 años, al existir una variable objetiva de la irreprochable conducta anterior del imputado, la cual no discutimos".
Flores se mostró en desacuerdo con el criterio del juzgado, puesto que una persona que conduce bajo la influencia del alcohol y que mata a dos personas recibe una pena remitida, añadiendo que "lamentablemente la legislación es bastante flexible respecto a las salidas alternativas y medidas sustitutivas de las penas. Eso mismo hace que el mensaje a la sociedad sea: 'bueno, maté a dos personas, primera vez que cometo un delito, así que me salvé'. No es justo que una persona que mató a dos mujeres, que dejó a dos personas lesionadas, se vaya a su casa libre y tenga que firmar una vez al mes, más encima todavía cree que se trató de un accidente, esto fue un delito, no es un error".
UN DESCRITERIO
Iván Meza, padre de la detective fallecida, todavía no se explica "qué criterio usó el juez, son dos muertes y dos lesiones graves. El mismo tipo confesó que manejó con alcohol, no entiendo de qué tipo de justicia estamos hablando. Este es un pésimo mensaje a la sociedad, tómense dos vodkas, fúmense un pito de marihuana, maten a dos personas, total, van a tener beneficios, eso es lo que sentenció este juez".
Emocionada hasta las lágrimas, Sandra Ruiz, madre de la otra víctima fatal, quien dejó una hija de 12 años, critica que "la justicia nuevamente nos da una puñalada, porque con el perdón que pidió el imputado no me va a devolver a mi hija. No estoy solicitando dinero, quiero que él pague en la cárcel, para que a otra familia no le pase lo mismo y sentar un precedente. A un asesino vial, porque esto es un crimen, lo dejan libre, y a nosotros nos dejan muertos en vida; acá la justicia favorece al delincuente, a las víctimas las tratan como victimarios".
"A un asesino vial, porque esto es un crimen, lo dejan libre, y a nosotros nos dejan muertos en vida. Acá la justicia favorece al delincuente"
La presidenta de la Fundación Emilia, Carolina Figueroa, reconoció estar preocupada por el fallo del tribunal puesto que "conducir y beber es un delito y este tribunal no se da cuenta de eso, da una mala señal y nos dice que dos muertos y dos lesionados graves valen tres años de firma mensual, es una vergüenza". Pese a la campaña realizada por la fundación para concientizar y establecer "penas ejemplares" con respecto a la conducción con alcohol, "por tratarse de un delito tipificado por la ley, esperaba que los tribunales fueran consecuentes. Por un lado pedimos mayores penas y, por otro, salen este tipo de sentencias".
Alexis Paredes R.