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Joven acusado de botellazo a estudiante: "Estoy arrepentido"

VIÑA DEL MAR. Partió juicio oral por agresión tras fiesta.

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Más de una hora duró ayer el testimonio de Javier Sepúlveda Larenas, de 19 años, en el inicio del juicio oral en su contra por haber dejado con graves lesiones a Pedro Gordillo Gómez, de 24 años, tras quebrarle una botella en la cabeza y luego propinarle una patada en la cara, hecho ocurrido en el Jardín Botánico de Viña del Mar el 14 de marzo de 2014, en el marco de una fiesta mechona que se realizó en el lugar.

En su comparecencia ante el cuerpo colegiado, el joven expresó estar arrepentido del daño ocasionado al exestudiante de Prevención de Riesgos de la Universidad Santo Tomás, puntualizando que "para mí no ha sido nada fácil estar aquí, estar en la cárcel, yo no soy una mala persona, yo en verdad lo siento y le pido mil disculpas a Pedro, yo no quise que esto pasara, nada más... Yo no fui a pelear, solo a distraerme en la fiesta mechona, estoy muy arrepentido, quise solucionarlo, nunca quise que pasará algo más".

CONTRADICCIONES

En la declaración, Javier Sepúlveda, quien desde el 8 de mayo de 2014 se encuentra en prisión preventiva, dio a conocer los hechos, aunque explicó no recodar con claridad la situación por la ingesta de más de dos litros de vino con melón y un brebaje denominado "jalea", que es un extracto de whisky o ron.

Según lo relatado por el imputado, su reacción fue una respuesta a una agresión de Gordillo. Sin embargo, su declaración se contrapone a lo expuesto por la testigo de la Fiscalía, Camila Pérez, quien descartó cualquier agresión de su entonces pareja y dijo que Sepúlveda la incomodó.

Tras las graves lesiones presentadas por Pedro Gordillo, el fiscal Stefan Kramar considera que el delito corresponde a lesiones gravísimas, por lo que la pena es de 10 años de prisión efectiva. "Hay un severo daño neurológico que disminuye su grado de comprensión, hay pérdida de visión que lo afectan para el resto de su vida", afirmó Kramar. Sin embargo, la defensa del imputado, representada por el abogado Víctor de la Parra, postula que son lesiones graves por lo que debería aplicar una pena de 5 años de prisión. "Esto está recién empezando, buscamos salidas alternativas", afirmó el defensor.

"Los jóvenes hoy en día asumen un oficio por el dinero y no por la pasión de hacer feliz a la gente"

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Cuando a Juan Pablo Pino le preguntan cuál es su profesión, la respuesta causa extrañeza en las personas. Con tan solo 24 años, este joven oriundo de Viña del Mar decidió dedicar su vida a ser barbero, instalando su propio local en el corazón comercial de Recreo, el que bautizó como "Chelios Barber".

Consolas de videojuegos, cómodos sillones, música urbana y una muy cuidada estética del local acompañan a los más de treinta clientes que Juan Pablo atiende diariamente, entre quienes resaltan varios jugadores del primer equipo de Santiago Wanderers.

Y es que la cada vez más común preocupación masculina por la apariencia, y el impacto que ha tenido entre los jóvenes el cuidado de la barba, son dos de las principales aristas que han hecho crecer el trabajo de Juan Pablo como barbero, quien define lo que hace como "un oficio para hacer feliz a la gente, y no para llenarse los bolsillos con dinero".

"Muchos se han acercado tratando de aprender el oficio de barbero, pero hay que tener cuidado, porque hoy en día los jóvenes asumen un oficio por el dinero, y no por la pasión de hacer feliz a la gente, que debería ser el principal objetivo de cualquier persona, en cualquier profesión que se desempeñe", declaró Juan Pablo mientras contorneaba con navajas las patillas de uno de sus clientes habituales.

- ¿Cómo comenzaste en el mundo de las barberías?

- Mira, la verdad es que hace unos años yo estaba un poco perdido en la vida en cuanto a mi destino profesional, partí a Santiago a estudiar sonido, pero me di cuenta que no me llenaba. Fue así como llegué al local de un connotado barbero santiaguino, él vio que yo no tenía muy clara la película, y como hicimos buenas migas, me enseñó algunos cortes, ahí me di cuenta que tenía dedos para el piano, que los cortes me quedaban perfectos, y apenas pude, me devolví a Viña del Mar y puse mi propio local, en donde he tenido mucho éxito.

- ¿A que le atribuyes tu éxito?

- Creo que la diferencia está en los detalles, en cuanto al local, yo me preocupo que la gente se sienta cómoda, instalé las últimas consolas de videojuego, pongo buena música, en general creo un ambiente acogedor para que la experiencia de cortarse el pelo o arreglarse la barba sea buena. En cuanto a mi trabajo, yo soy uno de los pocos barberos chilenos que trabaja exclusivamente con máquinas de Estados Unidos, son más caras, cuesta mucho más conseguirlas, pero marcan la diferencia, si son casi las mismas que se usaban en las barberías a principios de siglo, en mi caso he gastado más de dos millones de pesos solamente en máquinas y artículos para la barba y el cabello, eso generó que en poco menos de cuatro meses, todo el plantel de Santiago Wanderers se vino a cortar el pelo, y siguen viniendo hasta el día de hoy, o si no, yo voy a las concentraciones.

- ¿Es difícil emprender desde cero siendo joven?

- La verdad es que no, pero se tiene que amar lo que se hace, esa es la clave del éxito. Yo no me demoro menos de cuarenta minutos en cada corte, y si tengo que demorarme una hora, lo hago, porque amo lo que hago y quiero que cada persona que se atiende en mi barbería se vaya con el mejor trabajo posible. En cuanto al emprendimiento, actualmente hay muchas opciones para emprender, las redes sociales son un nicho que ayuda mucho a expandirse, y cuando uno es joven tiene todas las ganas de trabajar y dar lo mejor, que es precisamente lo que estoy haciendo en este momento, dar lo mejor de mí en cada corte.

- ¿Cuáles son tus planes a futuro?

- Primero, quiero agrandar esta tienda, mi idea es poner a cuatro barberos más, para que así más gente tenga la posibilidad de tener un buen corte de pelo, pero como soy muy perfeccionista, tengo que tener mucho cuidado con la gente que traigo a trabajar en el local. En segundo lugar, quiero irme a Estados Unidos para ser el único chileno con el título oficial de barbero, yo veo esto como una profesión y quiero ser el mejor, traigo los mejores productos, yo también cuido mucho mi apariencia personal, porque todo entra por los ojos, y solamente cuando se dan cuenta que tu trabajo es bueno, la gente agarra más confianza, sobre todo cuando te refieres a un corte de pelo o barba.

- ¿Está entre tus objetivos expandir tu barbería a Valparaíso?

- Claro que sí, Valparaíso es una ciudad con mucho movimiento y que aún no tiene una barbería como la mía, con una onda especial y que se especialice en barbas, porque en Valparaíso hay muchos buenos peluqueros, pero muy pocos barberos de verdad, de la vieja escuela. En este punto, mi objetivo es poder expandirme a lo largo de Chile, creando de "Chelios Barber" una marca reconocida por su prestigio, por su calidad en los cortes de barba y pelo y por un sello original, que convine estilo con técnica, para entregar el mejor trabajo a nuestros clientes, y así poder ir creciendo más día a día.

"Uno como profesional tiene que amar lo que hace, esa es la clave del éxito. Por ejemplo, yo no me demoro menos de cuarenta o cincuenta minutos en cada corte, porque amo mi trabajo"

"Valparaíso es una ciudad con mucho movimiento y que aún no tiene una barbería como la mía, porque allá existen muchos buenos peluqueros, pero muy pocos barberos de verdad"