La desaceleración de China que ha significado la baja en el precio de los commodities y la inestabilidad en los mercados bursátiles está haciendo sentir sus efectos en Chile y particularmente en la región, cuyo principal socio comercial también es el gigante asiático. Solo en el primer semestre de este año -excluyendo cobre y servicios- se exportaron de la zona a ese país productos por un monto de US$ 65 millones.
Desde el sector industrial, el presidente de la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva), Hans Wesser, destaca que un menor nivel de importación de estas materias primas conlleva efectos negativos, por ejemplo en el valor del cobre, baja que ha gatillado un incremento del valor del dólar. Un hecho que se traduce en factores como el aumento del valor de los combustibles, pese a la baja del petróleo en los mercados internacionales.
Eso sí, ve un aspecto positivo que apunta a las empresas que importan desde ese mercado asiático. "Se puede rescatar una oportunidad para las empresas de la zona que importan desde China, pues este país está tratando de fomentar sus exportaciones, por lo que los precios de sus productos han bajado casi en un 5%", subraya.
Para el comercio, esta realidad terminará afectando las ventas del sector. "La desaceleración de China, sin perjuicio de que consideramos que corresponde a un ajuste gradual de su crecimiento, producto del cambio en el foco de su modelo de desarrollo, tiene consecuencias relevantes sobre la economía", dijo el presidente de la Cámara Regional del Comercio (CRCP), Pier-Paolo Zaccarelli, recordando que en la actualidad, el precio del cobre mantiene su tendencia a la baja y que, de acuerdo las proyecciones de la calificadora Moodys, Chile es el país más expuesto al desempeño del gigante asiático.
Ante esta situación, comentó que mantener un dinámico crecimiento va a ser difícil, ya que si se agudiza la situación, impactará de forma importante en el crecimiento que los últimos dos años presenta tasas muy inferiores a las históricas. En este sentido, el presidente gremial destacó que "el alto nivel del dólar afecta principalmente al consumo, ya que existe una importante presión inflacionaria de los productos importados, lo que llevará a una complicada situación en el corto plazo, afectando las ventas del comercio".
MODIFICAR MATRIZ
Para el director regional de ProChile, Alejandro Corvalán, el punto es cómo la región puede ajustarse a esa realidad, dando cuenta de una reasignación de recursos. "Los que antes iban principalmente al norte por la minería ahora irán al centro y al sur", dijo el personero que señala que eso le abre una gran posibilidad a la zona. "Con esto surge una enorme oportunidad para la región de ir modificando gradual y persistentemente nuestra matriz productiva y dentro de ello nuestra canasta exportadora", dijo Corvalán, apuntando a que sectores relevantes de la zona como las manufacturas, la agroindustria y los servicios pueden ganar terreno.
"Puede haber un cambio sectorial importante y quizás acá hay un enorme desafío de las empresas, las universidades, etc. Si vamos a cambiar nuestra base productiva esto debe ser un esfuerzo de todos", concluyó.
"Se puede rescatar una oportunidad para las empresas de la zona que importan desde China, pues este país está tratando de fomentar sus exportaciones"
Presidente de Asiva
Uno de los mercados más complicados con la situación de China y el alza del dólar, es el automotriz. "La importación se vuelve mas cara y afecta directamente en la inflación que nos pega con un IPC más alto y hace subir la UF, lo que implica que endeudarse es más caro por lo que se frena la venta de autos", comentó el gerente general de Aspillaga Hornauer, Felipe Merello. Para el economista Alejandro Maureira, los sectores más sensibles son energía y transporte. "Si bien ha bajado el precio del petróleo, el alza del dólar y la estructura de impuestos adyacente impiden que obtengamos beneficios, sino que pagamos las distorsiones", recalcó.
Claudio Ramírez