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Rector de PUCV aclara por qué analizan restarse de la gratuidad

EDUCACIÓN. Claudio Elórtegui enfatizó que lo más simple y confiable es ampliar y perfeccionar el sistema de becas.

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Tras conocerse que las pontificias universidades católicas de Valparaíso y de Santiago analizan la opción de restarse del sistema de gratuidad para el 2016, el rector del plantel porteño, Claudio Elórtegui, explicó esta postura, argumentando que prefiere ampliar y perfeccionar el sistema de becas, que ya es conocido, ante la incertidumbre que existe sobre lo que planteará el Ministerio de Educación, pues consideró que se está delineando de manera apresurada y con cierto grado de improvisación.

"Lo que está funcionando es el sistema de becas, y ¿qué es lo que falta para completar la gratuidad a través del sistema de becas? Que haya más recursos para que los estudiantes con becas puedan efectivamente tener gratuidad, porque hoy día en las instituciones del Consejo de Rectores tienen gratuidad parcial. En universidades como la nuestra, el grupo de estudiantes que se acogería a la gratuidad total para el 2016 le falta muy poco para alcanzarla. Entonces, es mucho más simple para todos y no se corre el riesgo de tener un sistema nuevo, que inicialmente presentan muchos problemas y hace falta una gestión muy precisa que, como estamos trabajando contra el tiempo, lo más probable es que se generarían bastantes problemas", estimó Elórtegui.

En cuanto a la postergación del ingreso del proyecto de gratuidad al Congreso, en un principio anunciado para septiembre y luego aplazado para definirlo junto a la Ley de Presupuesto, a fines de octubre, el rector de la PUCV consideró que "eso obedece a una cuota de realismo, porque al nivel de elaboración que estaban las ideas, yo lo veía muy difícil que se concretara el ingreso del proyecto en septiembre, o corríamos el riesgo que se presentara un proyecto con demasiadas imperfecciones".

NO HAY DECISÓN TOMADA

El rector de la PUCV aclaró que "nuestra universidad no ha adoptado aún una decisión con respecto a su incorporación al esquema de gratuidad que está planteando el Ministerio de Educación para el año 2016, por lo tanto, la idea es adoptar esa decisión cuando tengamos todos los antecedentes que permitan evaluarla, porque lo que ocurre es que todavía falta claridad en distintos aspectos, faltan antecedentes, y cuando se tenga configurado ese cuadro, ahí la universidad determinará cuál va a ser su camino a seguir, porque en este momento tenemos abiertas las distintas alternativas".

A juicio de Elórtegui, "la falta de definición es tan amplia que, por ejemplo, ni siquiera se ha definido con certeza cuáles van a ser las instituciones que podrían ingresar a este esquema, lo único que está claro hasta ahora es que son las instituciones del Consejo de Rectores, pero ¿cuántas más? No se sabe".

Asimismo, el académico recordó que "están pendientes definiciones del Ministerio de Hacienda y, además, lo que se defina en la Ley de Presupuesto", y que el Mineduc "defina un conjunto de aspectos específicos, porque las definiciones que se han dado hasta ahora son demasiado generales". Teniendo esto claro, tomarían la decisión.

Elórtegui, considera que hay que separar lo que va a ser el proyecto de ley que va a entrar a tramitación, de la gratuidad que parte el 2016, "y ahí tengo varias observaciones: en primer lugar, a mí me parece que no corresponde un cambio mayor como el que está planteando el Ministerio. Con respecto a la forma en que se haría esto, el Ministerio está planteando un cambio muy de fondo en cómo se asignan los recursos para esto, y a mí me parece que no corresponde en una Ley de Presupuesto, un cambio de fondo como este".

No obstante, Elórtegui cree que "eso no significa que haya que detener la gratuidad el año 2016, porque a mí me parece que ya hay un compromiso contraído por el Gobierno, comenzando por la Presidenta de la República, pero a mí me parece que la forma en que el Gobierno la está planteando es inadecuada y puede generar muchísimos problemas porque esto se está haciendo en forma muy apresurada, con cierta improvisación".

En su opinión, "es todo un cambio hecho muy a la rápida y que además puede significar, según las simulaciones que hemos estado haciendo, que las universidades reciban bastante menos recursos, aunque el Ministerio dice que no va a ser así, pero ya a estas alturas del partido se instaló la incertidumbre en el esquema".

Elórtegui calculó que en el caso de la PUCV, de un total de 13.500 alumnos, "tendríamos cerca de 6 mil estudiantes beneficiados, pero hay que dejar en claro una cosa: en el caso de nuestra universidad -que no es el único caso en esta condición- no es que la gratuidad que se ha planteado para el 2016 vaya a beneficiar a quienes están pagando completamente el arancel, sino que se beneficiarían con este esquema los estudiantes que hoy día ya tienen, a través de becas, un alto porcentaje del arancel financiado, que no lo pagan, y por lo tanto, solo la diferencia -que en su mayoría es muy menor- sería el monto con el que se beneficiarían de la gratuidad".

"Sería mucho más simple que a ese estudiante que tiene una beca que no le cubre todo el costo de su educación el año académico, simplemente decirle que su beca se le va a ampliar y le va a cubrir todo el año"

Cristián Rojas M.