Un total de 7 proyectos presentados por empresas de la región de Valparaíso al concurso del Programa de Prototipos de Innovación Regional y, otros dos al Programa de Innovación Tecnológica Empresarial, fueron aprobados por el Comité de Asignación Regional de Corfo, resultado que nuevamente deja a Valparaíso como líder en innovación a nivel regional y con un aporte total de dicha Corporación a la región de $ 325.649.900.

El concurso de Prototipos de Innovación Regional fue lanzado el 10 de junio en Valparaíso y se desarrolló por macro zonas en el país, quedando Valparaíso junto con la región de O'Higgins y Maule. En ese contexto ingresaron un total de 29 proyectos, 18 de nuestra región, 7 de la región del Maule y 4 de la región del Libertador General Bernardo O'Higgins.

"El resultado refleja el excelente nivel de las empresas de nuestra región, tanto desde el punto de vista de su competitividad como respecto de la incorporación de innovación a sus productos y/o procesos, y de la confianza que poseen hacia los programas Corfo, lo que ha permitido fortalecer la alianza estratégica público- privada en orden a hacer más denso el tejido de nuestro ecosistema de emprendimiento e innovación regional" indicó el director regional de Corfo, Fernando Vicencio, quien sostuvo:.

Puntualizó además, que en los últimos años el promedio anual de proyectos de innovación aprobados para nuestra la región fue de cuatro casos y este año la cifra se duplicó.

Entre los proyectos aprobados de la región de Valparaíso, se encuentra la plataforma tecnológica para la anticipación en personas con autismo mediante un entorno de realidad virtual, presentada por Empresa Lifeware S.A.C., la que se dedica a desarrollar y comercializar soluciones en las áreas de Tecnologías Asistivas y Rehabilitación Física.

Cabe mencionar que este es el tercer subsidio Corfo obtenido por esta empresa viñamarina. El primer proyecto presentado fue LIFEWAREINTEGRA, el que se adjudicó fondos de un capital semilla. Dicho proyecto es un programa computacional que permite que una persona con discapacidad física pueda hacer uso de un computador sin la necesidad de emplear sus manos, ya que funciona mediante impulsos de actividad cerebral, provenientes de expresiones faciales, leves movimientos de cuello y cognitivas.