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El complejo panorama que esperaría a los refugiados sirios

REGIÓN. De los palestinos que llegaron en una situación similar a La Calera, solo dos lograron establecerse en la zona, en tanto que la familia siria refugiada en Viña aún está sin trabajo.
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Cristián Rojas M.

La Organización Mundial de la Salud ha catalogado el conflicto en Siria como el peor desastre humanitario de la última generación, por lo que el Ministerio de Relaciones Exteriores está evaluando la posibilidad de acoger en Chile a entre 50 y 100 familias de refugiados, mientras la Sociedad de Beneficencia Siria agradeció el gesto, pero espera mayor celeridad en el otorgamiento de visas para los sirios que tienen familiares en Chile dispuestos a recibirlos.

A Viña del Mar llegó hace poco más de dos años la familia de Mustafá Tahshoun, su esposa, Amal Ammouri, y los tres hijos de ambos: Mohamed, de 5 años, que acude al jardín infantil Antares, su hermana Chaimaa, de 12 años y con Síndrome de Down, quien estudia en la Corporación Renacer, y Sara, de 14 años, quien cursa primero medio en el Colegio Árabe de Viña del Mar.

A esta altura del año pasado su situación era tan compleja que el jefe de familia estaba pensando en la posibilidad de retornar a su país, pero un par de días antes de Navidad, gracias a gestiones del cónsul sirio, Karim Madain, el senador Francisco Chahuán, el Serviu, la Seremi de Vivienda y la Gobernación Provincial, lograron obtener su casa propia en El Olivar, en Viña del Mar.

Sin embargo, el matrimonion pese a sus habilidades culinarias, aún no consigue un trabajo, por lo que deben sobrevivir con los 80 mil pesos que el Gobierno entrega de pensión a su hija Chaimaa, reconoció Mustafá.

La situación de la familia Tahshoun Ammouri es similar a la que vivieron en 2008 las familias de refugiados palestinos que llegaron a La Calera, tras las gestiones encabezadas por el entonces alcalde, Roberto Chahuán.

En ese contexto, el actual jefe comunal de La Calera, Eduardo Martínez, ve difícil repetir la experiencia de los refugiados palestinos, dado que de las numerosas familias que llegaron, solo dos lograron establecerse en la provincia: uno de ellos instaló un local de dulces árabes en La Calera y otro abrió un local de comida árabe en Quillota, mientras los demás tuvieron que emigrar en su mayoría a Santiago, debido a las escasas posibilidades laborales que ofrece la zona.

"No creo que la municipalidad ni la comuna estén en condiciones de recibir personas, porque nuestra situación es más precaria. Si bien tenemos hartas ganas, solo algunos pudieron hacer algo sólido, pero casi todos los palestinos que llegaron en algún momento tuvieron que buscar otros rumbos porque no había el trabajo suficiente para que ellos se pudieran desarrollar; por lo tanto, no creo que sea una buena idea hoy día, hubo hartas ganas y manifestaciones de solidaridad, pero al final no se pudieron independizar", expuso el jefe comunal calerano.

Por su parte, el gobernador provincial de Valparaíso, Omar Jara, señaló que hasta ahora no han recibido ningún tipo de instrucción al respecto, ni desde el Ministerio de Relaciones Exteriores ni desde el Departamento de Extranjería del Ministerio del Interior, por lo que antes de tomar una determinación sobre la posibilidad de albergar refugiados en la provincia, esperarán el curso que tome el anuncio hecho desde el nivel central.

"Desde mi punto de vista, hay que evaluar cuáles son las oportunidades laborales también, porque una cosa es el refugio, y otra cosa es la vida de la gente en el futuro, entonces hay que ver qué oportunidades laborales que hay en la región y qué ciudades pueden ofrecerlas. En todo caso, en mi opinión personal, el refugio también es una muestra de solidaridad que le hace bien al país, muchos chilenos se fueron a vivir fuera del país en tiempos difíciles, y hoy día sería una bonita forma de demostrar que somos un país solidario, el recibir a gente que lo está pasando mal en otra parte del mundo", estimó Jara.

Para el presidente de la Sociedad de beneficencia Siria, Hernán Maluk, lo primordial es que se puedan otorgar con celeridad las visas a los sirios que tienen familiares en Chile y que desean acogerlos, pero hasta ahora no han recibido respuesta de la autoridad ante esta solicitud.

"Estamos pidiendo al Gobierno, por un lado, la venida de refugiados, cosa que es una iniciativa del Gobierno y nosotros estamos preparados para apoyarla, pero solicitamos al Gobierno la inmediata acción para aprobar visas de familiares de sirios que están aquí en Chile. Son familias chilenas que tienen parientes y amigos allá y que quieren que vengan a Chile", sostuvo.

A juicio de Maluk, en comparación con el proceso que está evaluando la Cancillería, "esta es una cuestión bastante más fácil y dinámica, porque no es el Gobierno el que tiene que hacerse cargo de esos inmigrantes, sino que son sus familias las que los acogen, entonces, una primera demostración de la intención es agilizar el proceso de entrega de visas, que hoy está muy lento, si no, detenido".

En este sentido, Maluk recordó que han "estado trabajando con el Gobierno en este tema, pero las visas no se han aprobado, por lo que pedimos, y lo piden desde todo Chile, que esas visas se aprueben".

La Sociedad de Beneficencia Siria ya está atendiendo a los inmigrantes que han llegado y según la experiencia acumulada en sus 103 años de historia, "en general las personas que han emigrado lo han hecho de una manera tal que hoy día, con el apoyo que se les ha prestado en Chile, sea por conocidos de ellos o por nuestra organización, están con emprendimientos y trabajando en su mantención".

En tal sentido, el caso de la familia Tahshoun Ammouri, en Viña del Mar, según Maluk, es una excepción, puesto que "en Santiago se ha dado que los que se han asentado están haciendo su vida activamente, así que yo creo que hay buenas perspectivas, sobre todo que estamos pidiendo dar la visa a personas que tienen familiares o amigos en Chile, entonces van a ser acogidos al momento que lleguen".

Maluk recordó además que no solo hay familias dispuestas a acoger a sus parientes sirios, sino que para colaborar en el proceso, "hay organizaciones formales en diferentes ciudades, ya sean clubes sociales, clubes deportivos. En el caso de Viña del Mar hay un colegio Árabe, también hay en Santiago, está nuestra Sociedad de Beneficencia, está el hogar de ancianos árabe, está el hogar de niñas, que también está orientado a atender niñas en estado de riesgo".

Si bien los refugiados palestinos que llegaron a La Calera en su mayoría debieron trasladarse a otras zonas del país, Hernán Maluk considera que habría que intentar repetir la fórmula con los sirios que podrían llegar para radicarse en el país.

"Yo he estado con algunos de ellos,ese es un caso exitoso, en una organización entre Acnur -de las Naciones Unidas- y el Gobierno de Chile. Una cosa similar a esa debería implementarse en esta oportunidad. Ahí fue financiado por Naciones Unidas pero el trabajo fue de precisión, en el sentido de encontrar los lugares donde podían llegar esos refugiados, que no tenían familiares, pero donde podían sentirse acogidos", indicó.

Maluk recordó además que "ellos llegaron y sintieron una acogida, y a partir de eso, lograron adaptarse y hoy día desarrollan actividades que les permiten mantenerse, ya sea trabajando para otros o en sus propios emprendimientos. En una primera etapa fueron financiados por la ONU, y luego encontraron su rumbo definitivo. Lo terrible hubiera sido que terminaran mendigando, pero no fue el caso".

La Sociedad de Beneficencia Siria

El presidente de la Sociedad de Beneficencia Siria, Hernán Maluk, explicó que "somos una institución que se fundó en 1913 para acoger a los inmigrantes sirios que en aquella época llegaban a Chile. Fue evolucionando a una sociedad de beneficencia para dar atención de salud a gente necesitada y eso lo hemos estado haciendo durante muchísimos años. Hoy día cobra mayor fuerza el objetivo de nuestros fundadores, que es atender a los sirios que llegan, y en eso hemos estado. Nuestro foco ha sido la atención de salud, en base a la Clínica Siria, que maneja la Sociedad de Beneficencia, pero también gestionamos clases de español, el apoyo jurídico, con la Clínica Jurídica de la Universidad Católica; y por otro lado, el Estadio Sirio ha integrado a los inmigrantes para que tengan actividades sociales y deportivas".

"Esto es un doble sufrimiento, porque las personas allá y sus familiares en Chile están sufriendo con la preocupación de poder traerlos "

Hernán Maluk, Pdte. Soc. de Beneficencia Siria

"Sería una bonita forma de demostrar que somos un país solidario, el recibir a gente que lo está pasando mal en otra parte del mundo"

Omar Jara, Gobernador de Valparaíso

85.000 sirios residentes hay en Chile, según el dirigente sirio Hernán Maluk, considerando a los descendientes de los primeros inmigrantes que llegaron a principios del siglo pasado.

2 familias sirias refugiadas de la guerra están viviendo en el país, precisó Maluk. Una es la de Mustafá Tahshoun, que vive en El Olivar, en Viña del Mar, y la otra familia está viviendo en Santiago.

50 familias al menos esperan recibir los sirios residentes en Chile, según la fórmula que está delineando la Cancillería, aunque el número podría duplicarse.