Mabel González / Agencias
Diputados de los cuatro más importantes partidos de la oposición brasileña conformaron ayer un "movimiento" en favor de un juicio político con fines de destitución contra la Presidenta Dilma Rousseff, que desde hace meses enfrenta una grave crisis política y económica.
"La finalidad de este movimiento es iniciar un amplio proceso de convencimiento en el Parlamento y la sociedad, sobre la necesidad de que se tomen medidas concretas contra este Gobierno", declaró el diputado Carlos Sampaio, al anunciar la decisión de ese grupo.
A la iniciativa se sumaron diputados de los partidos de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Popular Socialista (PPS), Solidaridad (SD) y Demócratas (DEM), que esperan contar hasta con el apoyo de muchos parlamentarios de la base oficialista, también descontentos con la gestión de Rousseff.
Bautizado como "Movimiento Pro-Impeachment", por el nombre de la figura del derecho anglosajón que se usa en Brasil para definir la destitución de un Jefe de Estado, anunció su apoyo a una docena de pedidos de juicio político contra Rousseff que han sido presentados al Congreso por pequeños grupos sociales.
Sampaio, del PSDB, dijo que los diputados de ese movimiento están convencidos de que existen razones políticas y jurídicas para que un eventual juicio contra Rousseff vaya adelante.
Citó la red de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, que tiene como principal implicado al gobernante Partido de los Trabajadores (PT), y también unas maniobras irregulares que el Gobierno hizo para maquillar su resultado fiscal del año pasado.
Asimismo, mencionó sospechas de que el dinero de la corrupción petrolera sirvió también para alimentar las finanzas de la campaña que el año pasado llevó a la reelección de Rousseff, lo cual está bajo investigación de las autoridades electorales y policiales.
El "Movimiento Pro-Impeachment" también se propone iniciar una recolección de firmas.