Ernesto Curti
A sus 23 años, Francisca Ceroni, una de las integrantes de la Secta de Antares de la Luz, que el 23 de noviembre de 2012 dio muerte a un bebé de tres días de vida en una hoguera en Colliguay, enfrentará una de las pruebas más difíciles que le haya impuesto la vida. Volver al Tribunal de Garantía de Quilpué para tratar, nuevamente, de convencer al juez de que no tuvo mayor responsabilidad en el crimen y que por tato merece el sobreseimiento definitivo. La tarea no será sencilla pues juega con un factor en contra: la solicitud ya fue rechazada el año pasado en instancia de Apelaciones.
De esta forma, el Tribunal de Garantía de Quilpué fijó audiencia para abordar el posible sobreseimiento el próximo lunes 28 de septiembre. Aquel día, tal vez por mera coincidencia, se encontrará con un cercano suyo, Pablo Undurraga, considerado el brazo derecho del líder de la secta, Ramón Castillo, quien solicitó por segunda vez su sobreseimiento y que al igual que Francisca Ceroni, también fue rechazado, aunque en su caso fue en primera instancia.
De acuerdo a la investigación sobre la muerte del bebé, hijo de una relación entre el propio Antares de la Luz y su seguidora Natalia Guerra, el rol que le cupo a Francisca Ceroni fue brindar soporte a Castillo el tiempo que debía permanecer en Perú. Sin embargo, cercados por Policía Internacional, Ceroni y Castillo se separaron y este último decidió quitarse la vida en la ciudad de Cusco el 1 de mayo de 2013.
Cuando en Chile ya se habían iniciado las primeras detenciones y comparecencias ante el Tribunal de Garantía de Quilpué, Francisca Ceroni retornó a Chile para enfrentar a la justicia.
En noviembre del año pasado, y con una hija recién nacida, Ceroni logró convencer en audiencia a la jueza María Alejandra Radic, que no tuvo participación en los hechos y logró su sobreseimiento.
La tesis de su abogado entonces, Gonzalo Lobos, se basó en un par de doctrinas de reputados juristas, para explicar que nunca le cupo participación como encubridora, pues, en resumen, el "acompañamiento" de un imputado por homicidio no implicaba per sé encubrir el delito en cuestión. El Ministerio Público y el Servicio Nacional de Menores (Sename) como querellante, siempre sostuvieron lo contrario. Pero dicha alegría duró menos de un mes, pues el jueves 4 de diciembre del año pasado, la Corte de Apelaciones de Valparaíso revocó la decisión de primera instancia, y devolvió a Ceroni su calidad de imputada por encubrimiento.
La Cuarta Sala del tribunal de alzada porteño anuló la sentencia de primera instancia en la convicción de que a Francisca Ceroni le cabe responsabilidad como encubridora.
Ahora será el turno del abogado defensor público Dagoberto Pastén representar a Francisca Ceroni el lunes 22 de septiembre.
Formalizada como encubridora
Cabe recordar que a Francisca Ceroni, quien no estuvo en el fundo Los Culenes de Colliguay la noche del homicidio, le cabe responsabilidad como encubridora, según la formalización del Ministerio Público. En febrero del año 2013, cuando el caso comenzaba a conocerse por la opinión pública, acompañó a Ramón Castillo alias Antares de la Luz (autor material del crimen del bebé), en su huida a Cusco-Perú.