Conductores cuentan cómo es estar frente al volante del auto de Google
Después que un amigo le recomendara unirse a un proyecto secreto de Google hace seis años, Brian Torcellini se encontró en una paradoja laboral. Se convirtió en un conductor de un auto sin conductor. Torcellini dirige un equipo de choferes de pruebas, quienes por ley deben conducir la flota de 48 autos de Google. Solo toman el control en emergencias y hacen observaciones que ayudan a los ingenieros a programar vehículos. "Mucha gente va a su trabajo y se sienta en un cubículo", indicó. "Resulta que nuestro cubículo se mueve por las calles. Y si tenemos éxito, nos quedaremos sin trabajo", dijo.
Los vehículos autónomos han sumado 3,2 millones de kilómetros en seis años, pruebas tediosas en pistas privadas, carreteras y calles ubicadas en su mayoría cerca de la sede Google en California. Han viajado más de la mitad de la distancia en modo autómata, con un conductor listo para tomar control si la tecnología falla. Otro chofer se sienta en el asiento del pasajero tecleando notas para solucionar problemas. "No me quiero comparar con un astronauta, pero a veces así se siente", sostuvo el piloto Ryan Espinosa mientras manejaba un Lexus.
Los autos han estado involucrados en 16 accidentes. La tecnología de automanejo no ha sido culpable de ninguno, según Google. En casi todos, los autos han sido impactados por atrás, debido a la gran cantidad de conductores que envían textos, hablan por teléfono o no ponen atención a la calle.