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Descubren genes claves en el proceso infeccioso del virus del sida

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Ya van más de tres décadas en que científicos se han dedicado a intentar develar las complejidades del virus VIH. Pero hasta ahora había un aspecto que se había mantenido dentro de un campo más desconocido y que tiene que ver con el proceso infeccioso del virus.

Científicos de la Universidad de Massachusetts (EE.UU.), la U. de Trento (Italia) y la U. de Ginebra (Suiza), estudiaron el rol de la proteína Nef durante la infección. De ella se sabe que su presencia debilita al VIH, que ve disminuida su capacidad de infectar las células.

Por eso los científicos se dedicaron a estudiar el mecanismo a través del cual disminuye la capacidad infecciosa del virus y las proteínas involucradas en ese proceso.

Los resultados del estudio, que podría ser un aporte respecto a cómo se puede atacar el VIH, fueron publicados por la revista Nature. Los expertos descubrieron específicamente dos proteínas, SERINC3 y SERINC5, que son las responsables de la pérdida de efectividad del virus.

Así, los expertos encontraron que ante la presencia de Nef se inhibe la síntesis de proteínas y que ante su ausencia las proteínas se incorporan a partículas virales y bloquean la infección del VIH.

Para concluir que SERINC3 y SERINC5 son inhibidores de la infección, los investigadores de un grupo liderado por Massimo Pizzato, analizaron la expresión de genes de 31 líneas celulares humanas. En paralelo, otro grupo de científicos a cargo de Heinrich Göttlinger compararon las proteínas que componen las partículas de un VIH normal y otro sin Nef e identificaron los mismos factores.

"Al contrario que la mayoría de los factores antirretrovirales previamente descubiertos, que se activan mediante el interferón (una sustancia proteína producida por ciertas células del sistema inmune en respuesta a un patógeno), SERINC5 está sobreexpresada continuamente en todas las células de nuestro sistema inmune", destacó Federico Santoni, de la Universidad de Ginebra sobre los posibles usos terapéuticos de este hallazgo.

Importancia del hallazgo

Proteína valiosa

Los expertos destacaron que la proteína SERINC5 tiene un efecto antiviral y que ese elemento está sobreexpresado en las células del sistema inmune.

Más trabajo

A partir de este descubrimiento los científicos esperan poder seguir trabajando para evaluar cómo explotarlo en nuevas terapias contra el SIDA.

Tumba griega era un monumento para general de Alejandro Magno

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Después de tres años de excavaciones, arqueólogos griegos creen haber develado el misterio en torno a la tumba de Anfípolis, un sepulcro de la era alejandrina del que se llegó a especular que podría contener incluso los restos del propio Alejandro Magno.

Los expertos, a cargo de la arqueóloga Katerina Peristeri, profesora de la Universidad de Salónica Jrysa Paliadeli, llegaron a la conclusión de que se trata de un monumento construido en memoria de Hefestíon, uno de los generales de Alejandro Magno.

Según Peristeri, la tumba fue construida en el último cuarto del siglo IV a.C. en honor al citado general, amigo íntimo de Alejandro Magno.

Los científicos a cargo de la investigación llegaron a la conclusión de que se trataba de un monumento para Hefestíon, después de haber descubierto en la tumba dos inscripciones, las que incluyen tres especies de rúbricas que dicen: "parélavon" (recibí); el monograma del general de Alejandro Magno y la firma "And" que se atribuye a otro general de Alejandro, Antígono. Peristeri cree que estas inscripciones constituyen un "contrato de construcción", lo que destaca, a su juicio, la importancia del monumento.

Desde un principio se había barajado la posibilidad de que la tumba, de no ser de Alejandro o algún familiar suyo, habría pertenecido a un alto general.

Los arqueólogos creen que de esas inscripciones se puede deducir que el monumento fue construido por Antígono -por orden de Alejandro Magno- para Hefestíon, quien murió un año antes que el emperador.

Paliadeli destacó que otro argumento, y es que "con seguridad podemos atribuir la construcción del monumento de Anfípolis al último cuarto del siglo IV a.C o a los primeros años del siglo III". "Se ha hecho un trabajo importante. Hay mucho trabajo aún por hacer y en los próximos años debatiremos los nuevos hallazgos y sus interpretaciones", recalcó.

El efecto placebo puede ayudar en el tratamiento de la depresión

ESTUDIO. Una investigación científica afirma que quienes son más sensibles al efecto placebo reaccionan mejor a los medicamentos antedepresivos.
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Carolina Collins

Es sabido que un 40% de los efectos de los medicamentos antidepresivos se explica por el efecto placebo, que se refiere al beneficio que aporta la convicción de que los remedios tendrán un efecto positivo.

Por eso, un equipo de expertos se propuso explicar este efecto y comprobaron que quienes son más sensibles a los placebo además responden mejor a los tratamientos con medicamentos.

"Si el 40% de las personas pueden recuperarse sin medicación, quiero saber por qué", afirmó citado por ABC Jon-Kar Zubieta, director del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Utah que realizó la investigación.

Zubieta lleva más de una década dedicado a investigar esa pregunta y junto a su equipo incluso fueron pioneros al descubrir que los analgésicos naturales del cerebro, llamados los opiodes mu, tienen una labor importante en el llamado efecto placebo.

Y en esta nueva investigación sobre el mismo efecto, descubrieron que quienes tienen una mayor sensibilidad a los placebo también responden de una mejor manera a los antidepresivos y que esto a su vez, es importante porque es un aporte en el tratamiento de la depresión, que es una de las enfermedades mentales más comunes de los tiempos que corren.

Las pruebas

Los resultados de este nuevo estudio fueron publicados por la revista de divulgación científica JAMA Psychiatry. Para llegar a su conclusión, el equipo de Zubieta realizó pruebas con 35 personas que sufrían de un cuadro depresivo grave que no había sido tratado. Ellos accedieron a ser tratadas con un supuesto nuevo antidepresivo, pero que en realidad era un placebo.

Previo al suministro del placebo se les tomó una tomografía por emisión de positrones y se les dio una sustancia que une a los receptores opioides-mu y las células cerebrales. Luego se les dio el medicamento falso por dos semanas.

Tras una semana se les volvió a someter al mismo examen médico y se les inyectó una dosis de agua salada inofensiva que se supone que tenía propiedades antidepresivas de rápido efecto. Al terminar las dos semanas se les suministraron remedios reales.

Los expertos utilizaron escalas estándares para medir los síntomas vinculados a la depresión a lo largo del estudio.

Así fue que observaron que aquellas personas que reportaron sentirse mejor después de tomar el fármaco placebo, además evidenciaron una respuesta mucho más fuerte a los receptores opiodes mu en las regiones del cerebro relacionadas con la emoción y la depresión.

Asimismo, estas personas mostraron que respondían de mejor manera disminuyendo los síntomas de la depresión al ser tratados posteriormente con antidepresivos reales.

Conclusiones

"Esta es la primera evidencia objetiva de que el propio sistema opioide del cerebro está involucrado en la respuesta tanto a los antidepresivos como al placebo, y la variación en esta respuesta entre individuos se asocia con la variación en el alivio de los síntomas", explicaron los científicos citados por ABC.

"Podemos imaginar que mediante la mejora del efecto placebo, podríamos ser capaces de desarrollar antidepresivos mejores y de acción más rápida", explicó la española Marta Pecina, investigadora del estudio.

"Estos resultados sugieren que algunas personas son más sensibles a la intención de tratar su depresión, y este efecto se puede explotar si se incorporan psicoterapias o terapias cognitivas que mejoran la relación médico-paciente al tratamiento, además de los medicamentos antidepresivos. Tenemos que encontrar la manera de mejorar la capacidad de recuperación natural que algunas personas parecen tener", explicaron los autores del estudio.

Esta investigación tiene el propósito de buscar maneras de ayudar a aquellas personas que no responden a los placebos a que puedan reaccionar mejor a los medicamentos.