Actualmente, no existen muchas organizaciones en el mundo que impulsen la felicidad de sus empleados, pese a las evidencias científicas acerca de su impacto positivo sobre el desempeño organizacional. A continuación, se caracteriza brevemente el concepto de felicidad en las organizaciones, a partir de las investigaciones más recientes sobre su propuesta de valor.
En busca de la felicidad
Aunque desde siempre han sido muchos los escritores, filósofos, religiosos, artistas, sociólogos, psicólogos, etc., desvelados en descubrir los secretos de la felicidad, es precisamente en los últimos años cuando la preocupación por maximizar el bienestar de las personas, tanto individualmente como en el ámbito de las organizaciones en que trabajan, ha despertado el interés de científicos, políticos y académicos. No en vano, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en su resolución 66/281 de 28 de junio de 2012, decretó el 20 de marzo Día Internacional de la Felicidad, para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos; así como la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.
Hoy en día se sabe que, para comprender la naturaleza humana en toda su complejidad, se requiere una psicología que, además de atender problemas y debilidades, potencie las fortalezas de las personas y grupos humanos. Sin embargo, y de manera general, la Psicología como ciencia ha centrado sus esfuerzos casi exclusivamente en el tratamiento de los trastornos mentales y, por consiguiente, de los componentes negativos de los seres humanos y de la sociedad. En este sentido, se puede decir que la Psicología ha tratado en las últimas décadas de que las personas infelices lo sean un poco menos, dejando de lado el interés sobre el estudio de los aspectos positivos de la conducta humana.
A finales de los años noventa nació la corriente de la Psicología Positiva, con el objetivo de estudiar las emociones positivas, fortalezas y virtudes del ser humano; en contraposición a la perspectiva previa, basada en el estudio de los aspectos psicológicos negativos de los individuos. Se trata de una aproximación a la Psicología que enfatiza el optimismo en vez de la disfunción, y cuya meta es la búsqueda del bienestar y la felicidad.
¡Disfrutemos trabajando!
En el ámbito de las organizaciones, no solamente se originan patologías derivadas del estrés laboral, sino que también puede ocurrir lo contrario: el entorno laboral es capaz de generar emociones positivas, que predicen el desarrollo de las organizaciones saludables: es decir, aquellas que son capaces de adaptarse al entorno y enfrentarse a sus nuevas demandas de forma eficaz, promoviendo la salud y el bienestar entre sus miembros.
El cambio de paradigma que supone la Psicología Positiva también se enfoca en el estudio de la felicidad de las personas en el trabajo y las organizaciones. En particular, una mirada positiva en las instituciones permite que los empleados demuestren iniciativa personal, sean proactivos, colaboren constantemente con sus semejantes, asuman responsabilidades y se comprometan con la excelencia. En definitiva, la Psicología Positiva y la Teoría Organizacional confluyen en el nacimiento de un nuevo marco teórico: el de la Psicología Organizacional Positiva, centrada en el estudio de las condiciones de la salud de las personas y de los grupos de las organizaciones, así como de la gestión del bienestar psicosocial en el trabajo y del desarrollo de las organizaciones.
Organizaciones felices
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió en 1948 la salud como: "un estado de bienestar total que incluye el bienestar físico, mental y social, y no la mera ausencia de enfermedad o trastornos". Por tanto, con este mismo enfoque y desde la Psicología Organizacional Positiva, las organizaciones pueden considerarse como fuente de salud y de enfermedad; y sus condiciones de trabajo pueden influir -positiva o negativamente- en la salud de los trabajadores.
¿Qué enseñanza se desprende de fomentar la felicidad y la salud organizacionales? Como señalan diversas investigaciones, cuidar la salud de los empleados representa una ventaja competitiva para las organizaciones con consecuencias positivas en el bienestar, desempeño y la salud financiera de la organización; y permite al mismo tiempo contribuir a su misión, desarrollo y crecimiento. Ante un entorno de fuerte competencia empresarial y persistencia de bajas tasas de crecimiento económico -con las que quizá habremos de convivir durante bastante tiempo-, gestionar adecuadamente la felicidad de los empleados en las organizaciones puede convertirse en un importante factor clave de éxito para estas.